El epicentro de la ciudad
Los mejores restaurantes de la Rambla de Barcelona y alrededores
Si hace tiempo que no te das un garbeo por el paseo más emblemático de Barcelona, aquí tienes unos cuantos motivos para regresar: todos estos establecimientos
12 buenos restaurantes del Raval que deberías conocer
4 buenos restaurantes de la Boqueria donde reponer fuerzas
Cata Mayor
Detrás de la firma 'Cata Mayor' se encuentra el colectivo que elabora los contenidos del canal gastronómico de 'El Periódico' y que recurre a la firma coral a la hora de hacer recomendaciones generales de lugares y productos.
De acuerdo, la Rambla se ha 'turistificado' tanto que los barceloneses se han ido alejando, con razón, del paseo más emblemático de la ciudad y apenas se les ocurre dar un garbeo por allí. Pero hay motivo para regresar. O motivos. Todos estos buenos restaurantes en la Rambla y alrededores donde comerás de maravilla. Apunta, apunta...
Banquet
Sergi de Meià lo intenta de nuevo en Barcelona, con un establecimiento cercano a la Rambla que quiere ser un bastión en defensa de la cocina catalana, con platos poco habituales en el panorama gastronómico de la ciudad como los caracoles, el conejo y el arroz a la milanesa. Pero hay más platos en la carta, y aquí te los explicamos tras visitar Banquet.
Bacaro
Si preguntas a Alfredo Rodolfi, uno de los dueños de Bacaro, qué distingue su oferta de otras, te contestará así: "Trato informal, sin máscaras. Género fresco. Preparaciones a diario". Esa manera de actuar que permite que los desconocidos se sientan cómodos. Más información sobre Bacaro, aquí.
Canaletes
El restaurante que está justo enfrente de la fuente de Canaletes ofrece platos con buenos productos de temporada y proximidad pasados por la brasa con algún que otro guiño internacional. "Como una masía en el centro de la ciudad", susurran. Pero cosmopolita, añadiríamos. Aquí te explicamos mejor cómo es Canaletes.
Casa Guinart
En el sitio más sorprendente, a pie de turistas y de La Boqueria, Àlex Clotas recupera un clásico de la charcutería francesa adaptado a la catalana: el 'pâté en croûte'. Lo tiene entre las sugerencias del día. Esta es la crónica de Pau Arenós, que probó este y otros platos como el rico bocadillo de solomillo (bautizado en este local como Pepito Guinart), de su visita a Casa Guinart.
El Quim de la Boqueria
Una barra frente a las llamaradas que se alzan en un cubículo de muy pocos metros cuadrados donde se apuran ocho personas. No es el lugar más cómodo, pero sí el más ventilado, con los aires del mercado en la riñonada: si la gente va y hace cola es porque se come bien-bien. A diario, 160 personas que pueden elegir entre unos 60 platos de cocina de mercado. Así se come en El Quim de la Boqueria.
Direkte Boqueria
Este es un restaurante diminuto, tal vez el más pequeño de Barcelona: 14 metros cuadrados. Ahí, el chef Arnau Muñío utiliza una parrilla japonesa para dar placer a sus poquísimos pero afortunados comensales que se sientan en la barra de Direkte Boqueria.
Bar Boqueria
Este local apuesta por una cocina divertida, de raíz mediterránea pero que no renuncia a guiños más cosmopolitas y creativos. Estando donde están, se da por hecho que trabajan con buen producto. Buen ejemplo de ellos es el carpacho de vieira con gel de piña, aceite de eneldo y de jengibre, huevas de trucha, salicornia y flor de salvia que probamos el día de nuestra visita a Bar Boqueria.
Superclàssic
Este nuevo establecimiento del Raval (Floristes de la Rambla, 14) propone un vermuteo de calidad con cervezas bien tiradas, buena música de fondo, un ambiente desenfadado y tapas de toda la vida con toques originales y algo canallas, como el barrio que lo acoge, el Raval. Está detrás de la Boqueria, de donde saca buena parte del producto que trabaja luego en la cocina, y frente a los jardines del doctor Fleming, ocupando el local que en su día fue de Iposa, una referencia en la zona. Aquí tienes toda la info sobre Superclàssic.
Bar Mono
El restaurante de la plaza de Sant Josep Oriol propone una cocina urbana con personalidad y desacomplejada que parte de Barcelona y viaja por todo el planeta. Locales y turistas disfrutarán de lo lindo. Aquí tienes toda la información sobre Bar Mono.
Fauna
El establecimiento del Hotel Kimpton Vividora propone platos de cocina mediterránea en un espacio al que entras después de tocar el timbre porque reproduce el salón de un piso señorial del Eixample. Esto es lo que se come en Fauna.
My Fucking Restaurant
Matteo Bertozzi aplica la imaginación a los vegetales para aprovecharlos de las hojas a la raíz en una cocina en la que el gluten no tiene lugar. Así de 'fucking bueno es My Fucking Restaurant.
Assalto Bar de Vins
Es más que "un bar de vinos", según la tímida definición de Matteo Bertozzi, cocinero temerario y dueño también del vecino My Fucking Restaurant. Solo por su 'risotto' sin arroz ya vale la pena conocer Assalto Bar de Vins.
Glaciar
El emblemático local barcelonés, el más antiguo de la plaza Reial, cambia de dueños para ofrecer cocina catalana de calidad, con productos de temporada y proximidad y algún que otro toque afrancesado al estilo de un bistró, además de vinos y cócteles. También hacen menús. Aquí te lo contamos todo sobre el renovado Glaciar.
Gats
Este local reivindica la cocina de barrio en el barrio más globalizado de Barcelona a base de platos sencillos en formato de ensaladas (de kale con quinoa con vinagreta de tomatillo), tapas (tostada de sardina ahumada con miel de trufa, sepietas salteadas con tirabeques y salsa de ajo negro) y platos-platos (hay varios arroces y pollo a l'ast a la menta). Así es Gats.
La Pau
La Fundació El Llindar, una escuela que atiende a jóvenes en riesgo de exclusión social, abre en el Gòtic un establecimiento en el que trabajan 14 de sus exalumnos. Su cocina catalana está de rechupete. Esto es lo que probamos en La Pau.
Kuzu
Kiku Quer: madre japonesa, padre catalán. Denís Guder: padre alemán, madre ecuatoriana. Kuzu: restaurante japonés sin la ortodoxia japonesa. ¡Vivan la mezcla y la herejía! ¿Qué tienen en común Kuzu, Taberna Kamikaze y Fishology? Sus dueños son amigos y formaron parte de los equipos de Disfrutar. Aquí te contamos mejor cómo son los 'nigiris' que hacen en Kuzu.
Dos Palillos
Albert Raurich ofrece platillos de delicada comida asiática y mediterránea en este pequeño restaurante que solo tiene dos barras y una única mesa. Nuestro cronista gastronómico, Pau Arenós, tituló la crónica de su última visita así: "Hecho en Asialona". Aquí puedes leer lo que comentó sobre Dos Palillos.
Dos Pebrots
Después de triunfar con Dos Palillos, Albert Raurich siguió apostando por el Raval. Esta vez, aportando su modernidad al recetario mediterráneo de todas las riberas y épocas, reinterpretando platos como los caracoles con tripa de bacalao y el 'saganaki', una receta típica griega que se parece a una 'fondue'. Así se come en Dos Pebrots.
Bar Thonet
Lo primero que seduce de este local es la fachada modernista: los cristales emplomados, las maderas decoradas y sinuosas y el contundente rótulo. En la mesa y en la barra, platos en los que late lo popular. Esto es lo que se come en Grill Room Bar Thonet.
Quo Vadis
El establecimiento pegado a la Rambla que atraía a famosos y a liceístas noctámbulos ha vuelto a abrir: el mismo lugar, el mismo nombre, nuevos dueños y carta distinta. Aquí te explicamos qué se come hoy en día en Quo Vadis.
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