Colectivos vulnerables

Empieza el desalojo de las barracas de Montcada: "¿Y ahora dónde iremos?"

El operativo se hará efectivo este martes por la mañana para los 25 vecinos del lugar, según el último censo

Las chabolas de Montcada aumentan un 25% tras dos años de olvido

La vida en el barraquismo eterno de Montcada: "Antes veníamos los domingos a hacer barbacoas; ahora vivimos aquí"

Elisenda Colell

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"¿De verdad que nos echan de aquí, que nos tiran a la calle? ¿Y ahora dónde vivimos, dónde me meto?", se pregunta, entre llantos Ester Guix, una de la veintena de personas que vive en un solar ocupado a orillas del río Besòs, en Montcada y Reixac. El desalojo se hará efectivo este martes por la mañana, aunque muchos de los afectados avisan de que volverán a construir una chabola en otro terreno: la única alternativa que les han ofrecido los servicios sociales es pasar una noche en el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB). "¿Dónde están los pisos que anunció el 'president' para los que no tenemos nada? Se ve que no tenemos derechos", afirma Guix.

Hace poco más de un año que Guix vive entre cartones y pedazos de madera, en un terreno al lado de la depuradora, ubicado justo al lado del torrente de Vallençana. Antes, esta mujer dormía en un piso que no podía pagar, y en septiembre de 2023 la desahuciaron. "Yo no estoy acostumbrada a vivir así, esto es lo poco que tengo", lamentaba entre lágrimas esta mañana cuando los agentes de la policía local y los Mossos, junto con una excavadora, les han anunciado este lunes que tenían 24 horas para abandonar el solar. "¿Qué haremos? No tenemos ni un euro para transportar nuestras cosas", añadía Luis Beltran, otro afectado.

En los últimos meses, este terreno abandonado se ha ido llenando de personas en situación de extrema vulnerabilidad para quienes es imposible pagar un alquiler. En el último censo que hizo la policía local, constaban 25 habitantes. El ayuntamiento, especialmente el alcalde, Bartolomé Egea, mostraba su preocupación hace seis meses por esta realidad, creciente, a la que ninguna administración ha podido dar respuesta. "Hay un bebé recién nacido... cuando lo vi se me cayó el alma a los pies", explicaba entonces. Hace meses que el ayuntamiento trabaja para lograr desalojar esas chabolas, y finalmente el pasado viernes el juzgado contencioso administrativo 11 de Barcelona dio luz verde.

La alternativa: una noche de albergue

"La orden nos llegó el viernes", explican los trabajadores de los servicios sociales, que apuntan que hace meses que sabían que el desalojo podía ocurrir. Este lunes, en medio de la lluvia, han tomado los datos a los 15 afectados que se han personado esta mañana y les han reservado citas de atención preferente en los servicios sociales. "Nos han dicho que lo único que nos pueden ofrecer es una noche en un albergue. ¿Y después qué?", se pregunta Beltran. El ayuntamiento asegura que se estudiarán los casos de los afectados. Ester asegura que hay dos menores, dos niñas de 1 y 10 años, que pernoctan en ese lugar aunque los servicios sociales no han dado con ellas. "Los han escondido", dice la mujer.

Los afectados aseguran que no ven más alternativa que volver a construir una chabola en otro lugar. "Buscad vuestros recursos, no esperéis que la administración responda", les reconocía un agente policial esta mañana, que les ha conseguido un lugar para dejar sus pertenencias hasta el jueves. Muchos ya han preparado las tiendas de campaña para pasar la noche antes de que puedan volver a levantar otra barraca. "Es frustrante que tengan techo para los objetos antes que para las personas", se quejaba Ester. "¿Qué voy a hacer? Dormir en la calle, no hay otra", aseguraba José. Su mujer, en cuanto vio a la policía, se encerró en su habitáculo lleno de barro para llorar.

Lluvias e invierno

Ester, que desde su desahucio aún está esperando una vivienda de la mesa de emergencia social del Ayuntamiento de Montcada, pide ayuda. "¿Dónde están las ayudas para la vivienda que dijo el 'president'? ¿Es que para nosotros no hay nada? ¿No tenemos derechos?", lamenta esta mujer nacida en Montcada. Luis se resignaba a ver cómo el habitáculo que ha construido durante tres años desaparece en un día. "Es injusto. Somos personas, no somos animales. Solo pedimos un poco de humanidad". "Precisamente ahora que llega el inverno, que vuelven las lluvias... ¿Otra vez nos toca un invierno a la intemperie? Yo ya me estoy poniendo enferma", insiste Ester.

Este es, al menos, el cuarto campamento chabolista a orillas del Besòs, una de las zonas en Catalunya donde el chabolismo no frena. En 2022, una pareja murió por inhalación de humo porque se estaban calentando con un brasero. Hace un año se contaron 157 habitantes pero el consistorio asume que la cifra está desactualizada y va creciendo. El pasado abril, los bomberos evacuaron a los habitantes de un campamento situado junto a un vertedero ilegal de coches.

Tras el incendio mortal, la Generalitat, el Ayuntamiento de Montcada, el Área Metroplitana de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Consorci del Besòs (integrado también por Santa Coloma, Badalona, Sant Adrià y Barcelona) se pusieron de acuerdo para realizar un plan que pusiera fin al chabolismo en la zona y se encargaron cinco diagnósticos. Por el momento, poco se ha aplicado. "¿De qué sirve decir a la gente que tiene que irse de estas 'favelas' si no podemos darles un lugar digno donde vivir? Construirán otra chabola en otro lugar y vuelta a empezar", reflexionaba Bartolomé Egea el pasado mayo en EL PERIÓDICO.

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