ANIVERSARIO PROGRAMA CAIXAPROINFÀNCIA

Formación para romper el círculo vicioso de la pobreza

CaixaProinfància celebra su primera década acompañando a menores en situación de riesgo de exclusión social. Solo en la demarcación de Barcelona han atendido a 85.653 estudiantes y 52.873 familias.

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Carme Escales

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Nacemos en destino azaroso, un nido peor o mejor provisto de imprescindibles o superfluos sostenes, un hogar inclinado a mayor o menor atención a nuestra llegada y necesidades. Para lo bueno y lo no tan deseable, el lugar de llegada al mundo, norte sur, centro o extrarradio, condiciona de partida los caminos de las personas, en el campo, en la ciudad y en uno u otro continente.

Numerosas entidades sociales enfocan su trabajo en el intento de borrar la desigualdad de contextos desfavorables. Son duros, incomprensibles si no se conocen, pero no lejanos. Están en nuestra ciudad. Fundaciones, asociaciones de Barcelona y su área metropolitana siembran en ellos oportunidades de mejora, cambios que empiezan con un lápiz y un papel, un libro, una pizarra, una canción o el juego entre chavales, de igual a igual. El programa CaixaProinfància de la Obra Social la Caixa nació para impulsar y garantizar recursos para que esas oportunidades no sean azarosas, que hagan diana en hogares donde la vulnerabilidad económica o marginal deje de verse como un destino. La formación y socialización de los menores de esos núcleos con más riesgo de marginación social cumplen la misión de romper el círculo de la pobreza. En la demarcación de Barcelona, 118 entidades sociales se ocupan de ello, y desde la creación del programa CaixaProinfància, a través de ellas se han atendido a 85.653 menores y 52.873 familias. Se han destinado a este fin 122 millones de euros.

Un progreso viable

 “CaixaProinfancia consigue reducir muy significativamente el abandono escolar, que es de un 30 % en el total de España en alumnos que cursan la enseñanza secundaria obligatoria, y de un 6 % entre los niños y niñas que atiende el programa. Y las evaluaciones indican que los niños y niñas atendidos tienen el doble de posibilidades de conseguir progresar escolarmente que otros que están en condiciones similares. Pero estos logros no serían posibles sin entidades como las que hoy reconocemos. Y sin la colaboración de las administraciones públicas, a las que doy las gracias”. Fueron las palabras de Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria La Caixa, en el acto de celebración de los diez años del programa CaixaProinfància, el pasado mes de junio.

"CaixaProinfància 

El pasado año, el programa atendió en la ciudad de Barcelona y su provincia a 18.367 menores y 12.083 familias, aportando para realizar actividades para ello 13 millones de euros. El 44% de esa inyección de recursos se destinó a refuerzo educativo. Atención en logopedia y psicomotricidad, grupos de estudio asistido, refuerzo individual y equipamiento escolar son algunas de las acciones dirigidas a borrar obstáculos con los que ciertos contextos dificultan no solo la consecución de un camino próspero en los estudios y un recorrido profesional, sino incluso en la confianza en uno mismo.

“Cuando el programa CaixaProinfància se inició, el objetivo era poner recursos a disposición de las entidades sociales que llevan a cabo el acompañamiento en actividades de refuerzo escolar y propuestas de ocio que contribuyen a normalizar la vida de los menores con más riesgo de marginación social”, explica el responsable del programa CaixaProinfància, Carlos Fernández. “Pero en los últimos años, y en la actualidad, el programa establece con las entidades planes concretos entorno a cada menor. Nos coordinamos entidades, ayuntamientos, escuelas y centros de salud para compartir la información con todos los servicios, marcar objetivos y hacer conjuntamente el seguimiento de la evolución de cada chico o chica. El de hoy es un trabajo totalmente en red”, puntualiza Fernández.

Y simultáneamente a esa labor en red, que contribuye además a aprovechar sinergias y un enfoque pluridisciplinar y garantizar más solidez al programa, a medida que este avanzaba se han ido introduciendo nuevas áreas de atención, “por ejemplo la psicopedagógica”, indica Carlos Fernández. “Y en el último año se ha incorporado también la atención psicoterapéutica para madres en tratamiento de alguna problemática concreta”, añade Fernández.

Un plan integral

Absolutamente todo, desde las clases de refuerzo escolar, en la que las niñas y niños reciben el acompañamiento de monitores para que sus deberes se completen desde su plena comprensión, facilitándoles recursos y estrategias, pero sobre todo tiempo para que se puedan familiarizar con buenos hábitos de estudio y motivarse para superarse en cada examen o en cada entrega de sus deberes. Pero también tiempo de ocio para divertirse con otras niñas y niños de contextos familiares similares o no. Jugar de igual a igual es la gran metáfora del objetivo de CaixaProinfància, asentar en la infancia la autoestima suficiente para sentirse capaces y con derecho y posibilidades de un futuro de éxito personal y profesional, al margen de su origen en un entorno más desfavorecido, debilitado económica o emocionalmente, pero nunca más visto como algo perpetuo.

El modelo de intervención es muy integral y se trabaja en red con entidades, CAP y servicios sociales locales

“El modelo de intervención es muy integral”, precisa el responsable del programa CaixaProinfància. “Contamos con una cartera de servicios que articulan las diferentes entidades y la dirección científica de nuestros planes de actuación la llevan a cabo especialistas en diversas temáticas desde universidades de las 11 ciudades del territorio estatal donde se inició el programa”, añade.

Las entidades con las que trabaja CaixaProinfància son sin ánimo de lucro y el programa pasa auditorías de PricewaterhouseCoopers, que supervisa su calidad y su presupuesto. Es un modelo muy territorializado, que sitúa sus acciones en zonas concretas, donde establece esa red de sinergias y coordinación que permite la atención más integral de cada menor.

Experiencias que contagian ganas de ayudar

Badia Boukta tiene 20 años. Nació en Marruecos y llegó con su familia a Catalunya hace 8 años. Pese a llegar aquí porque su padre ya había venido antes animado por un tío que le ayudó a encontrar trabajo, el desconocimiento de la lengua y el choque cultural dificultaron la integración de Boukta, su madre y sus hermanos. Boukta admite que se sentía deprimida. Hasta que preguntó a unos compañeros de clase adónde iban al salir del colegio, pues los veía salir contentos y veloces y no en dirección a sus casas. Le contaron que iban al Centre diari Sant Josep, una entidad de Sant Vicenç dels Horts en el que unos monitores les ayudaban a realizar sus deberes. Y Badia Boukta también quiso ir. “En mi país yo sacaba las mejores notas, pero aquí todo me costaba mucho y mis resultados eran muy flojos”, comenta la joven. Ella se convirtió en la primera participante de un programa que acabó impulsando el Centre diari Sant Josep, Llavors de Futur, impulsado por la Obra Social la Caixa, en el que Boukta recibió tutorías individuales de motivación. Hoy estudia Relaciones Laborales en la Universitat de Barcelona, es becaria en la Biblioteca de su Facultad de Derecho y voluntaria en el Centre diari Sant Josep.

La dirección científica de los planes de actuación la llevan a cabo profesionales de universidades españolas.

Se rompió el círculo de la pobreza y dibujó una circunferencia de enriquecimiento personal con retorno altruista. Misión cumplida.