Fiestas navideñas

La evolución del menú de Navidad: de matar al pavo al 'boom' del picoteo y la comida preparada

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Comida preparada, en Llegums Cardona.

Comida preparada, en Llegums Cardona. / Manu Mitru

Germán González

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"El concepto de cuidar no ha cambiado pero sí de lo que es mejor. Antes el comensal se conformaba con lo que había pero hoy en día el anfitrión debe satisfacer los gustos y opciones alimentarias de cada invitado, de ahí que los tres platos se hayan transformado en un largo picoteo que incluye, como mucho un plato festivo". Así lo considera Carmen Alcaraz del Blanco, periodista experta en gastronomía, quien explica a este medio cómo, pese a los cambios en los menús, en las celebraciones navideñas la voluntad de atender y servir a los tuyos sigue presente.

Por eso, "en Navidad llenas la mesa" para dar lo mejor a los invitados. Para Alcaraz del Blanco es fundamental cómo la evolución de los electrodomésticos, de las perolas a las ollas exprés o robots de cocina, modificó la planificación, selección y tiempos que se dedica a la elaboración de platos. De esta forma, "se gana tiempo y no tienes que pasar tantas horas" preparando menús "que son poco habituales". "Los recetarios domésticos de antaño estaban llenos de comidas de celebración, las que se hacían en días especiales, la mayoría con raíz popular, ideadas desde la subsistencia y el aprovechamiento", explica.

Además, recuerda que se ha pasado de ir a buscar un pavo vivo, cebarlo y matarlo para la Navidad a encontrar en cualquier supermercado productos "de línea blanca con lo que no te puede faltar para las fiestas, además de una línea gourmet por si quieres comprar algo más de calidad. "Antes el abastecimiento se hacía en las ferias de Navidad y en los mercados municipales pero ahora, además de estos supermercados tienes tiendas abiertas con casi 24 horas y cuentas con la opción de pedir a domicilio hasta en festivo", señala Alcaraz del Blanco.

Más variedad

Pese a que no es tan necesario ser tan previsor, perdura la voluntad de los anfitriones para dar lo mejor y "satisfacer todos los paladares de los invitados", por mucho que el menú ya no sea el mismo. "Antes se elaboraban tres platos, ahora prima más el picoteo en la mesa, que se vea abundante con olivas, biscotes o patatas fritas junto a otros snacks como si una fiesta de cumpleaños se tratara, destaca Carmen quien considera que se va hacia "una infantilización de la comida" por la voluntad de agradar a todos los comensales. "Creo que estamos obsesionados con la cantidad, queremos que nuestra mesa rebose", destaca.

Así, explica que "comes solo lo que te apetece, no lo que se te asigna en el plato, como pasaba antes". También señala que las familias intentan satisfacer todas las "opciones dietéticas", sean por prescripciones médicas, estilos de vida o caprichos. Además, Carmen Alcaraz del Blanco señala que en Navidad "se mantienen productos que son aspiracionales" como el marisco, "aunque ahora esté más caro", jamón ibérico, foie, platos precocinados o snacks que responden a modas y que reflejan la "goumertización de las comidas procesadas".  

La periodista también recuerda que antes los dulces de los colmados, pastelerías y turronerías, así como los lotes de Navidad "nutrían de postres las sobremesas" durante las fiestas, pero hoy en día las familias adquieren neulas, turrones o polvorones en el supermercado, más económicos pero menos artesanales. "Incluso se opta por roscones de quinta gama, por pura tendencia, en vez de los que se elaboran con paciencia y selección de ingredientes en nuestras pastelerías, mucho menos perjudiciales para la salud", remaca.

El restaurante en casa

En las fiestas navideñas no solo se cuida con la cantidad, sino también con la calidad. "En Navidad crece la demanda de comida para llevar", explica el chef Jordi Vilà, que tiene los restaurantes 'alkimia' y 'al kostat', además de dos locales 'va de cuina' en Sarrià y Sant Antoni, en los que venden platos para llevar. Así, cuenta que cada vez más existe un "punto de comodidad y de confort" en los clientes que quieren los platos "cocinados al punto, recién elaborados y calientes cuando van a buscarlos" como si viviesen la experiencia de comer en un restaurante en su propia casa.

En sus locales de comida para llevar ofrece "una propuesta específica para Navidad" como es la escudella, el plato típico de estas fechas, hecho a fuego lento durante 15 horas, con todos sus ingredientes habituales sin faltar los tradicionales galets. Aunque se podrá encontrar todo el año en un formato llamado 'Escudella Street' para comer por la calle, esta sopa tradicional es una de las peticiones más demandadas junto con los capones o los canelones, de los que hay "muchisimas peticiones", explica Vilà.

"En la tienda todo el año notamos que vendemos platos más estables, como verduras, cremas, sopas, pasta o ensaladas, pero en Navidad se nos disparan otros como la escudella, los canelones, salmón ahumado o las tarrinas de foie", explica el cocinero, quien señala que los clientes están "predispuestos a gastarse un poco más". Así, pueden disfrutar en su casa de una cocina "artesanal y de proximidad" de "alta calidad" al alcance de todos. Y más en Navidad.

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