Amazon paga en España

Amazon, la multinacional norteamericana de comercio electrónico, paga el impuesto de sociedades en España desde el pasado 1 de mayo por las ventas que realiza en su página web española. Hasta el mes pasado la compañía facturaba esas compras en Luxemburgo, al igual que hacía con las de Italia, Alemania, Francia y Reino Unido. Sin embargo, la presión de la Comisión Europea a las prácticas fiscales de las grandes compañías tecnológicas parece empezar a dar resultado. Desde el grupo se argumenta que llevan más de dos años trabajando en una cambio de estructura en Europa y que finalmente se han adaptado a las directrices de la OCDE sobre estructuras societarias de multinacionales.

Por su parte, la Comisión Europea señaló que los cambios tributarios que introduce la empresa estadounidense no afectarán a su investigación por posibles ayudas públicas ilegales en Luxemburgo. «La investigación de la Comisión sobre ayudas públicas está en marcha y continuará. Estamos examinado las preocupaciones de que la decisión tributaria anticipada (tax ruling) concedida por Luxemburgo a Amazon proporcione a la compañía una ventaja selectiva», dijo el portavoz de Competencia, Ricardo Cardoso. «En este contexto, tendremos en cuenta por supuesto los cambios anunciados en la estructura tributaria del grupo. Pero estos cambios no afectan a la investigación sobre ayudas públicas sobre las posibles ventajas que Amazon haya recibido en el pasado a través del 'tax ruling'», subrayó el portavoz. En caso de que se demuestre que Amazon ha recibido esas ayudas debería reembolsarlas.

El pasado 1 de mayo, la empresa comenzó a operar a través de cuatro sucursales de su matriz luxemburguesa, Amazon EU. Así, las ventas de productos desde las páginas web de España, Alemania, Italia y Reino Unido se contabilizan ya en cada uno de esos países, y allí pagarán el impuesto de sociedades.

En cada país europeo donde tenía actividad, Amazon operaba con filiales de servicios, encargadas por ejemplo de la logística y el márketing. Esas sociedades, pequeñas en comparación con el tamaño de Amazon en el mundo —en el 2014 facturó cerca de 70.000 millones de euros— pagaban impuestos en los países donde trabajaban. Sin embargo, la factura es baja, ya que su cifra de negocio se reduce a los servicios facturados por la matriz en Luxemburgo. De los millones de productos vendidos, solo abonaban el IVA. Ahora pagará también por las ventas, aunque el impuesto de sociedades se paga en función de los beneficios obtenidos y, de momento, Amazon, registra pérdidas en España, según la compañía.