Barcelona y los fránkfurts, ¿una historia de amor imposible?

El año 2024 ha amanecido con la luctuosa noticia de un nuevo cierre en la ciudad: Frankfurt Rita ha bajado la persiana poco más de un año después de haber abierto. Pierde el barrio del Poblenou, donde se había instalado el negocio, y pierde la ciudad una oferta gastronómica que parece maldita, la de las salchichas gurmet.

Paradójicamente, Frankfurt Rita funcionaba más que bien. Y aun así, ha tenido que cerrar. No por una subida inasumible del alquiler del local, ni por una jubliación o una enfermedad grave. Nada de eso. Simple y llanamente, la gestión de este establecimiento daba más dolores de cabeza que beneficios económicos, de modo que su propietaria, Mònica Serra, decidió decir basta. El problema (mejor dicho, drama) de encontrar personal competente y comprometido, eterna lacra que padece el gremio de restauradores, y el hecho de que se trataba este segundo proyecto suyo estaba alejado geográficamente del primero, el exitoso y ya casi histórico Massamare (Canet) precipitaron un adiós que espera convertir en un hasta luego.

Mientras ese regreso no se materialice -o incluso si vuelve en unos meses-, la noticia de este cierre vuelve a recordarnos que la de Barcelona y los fránkfurts parece ser una historia de amor imposible. Y no se sabe muy bien por qué. Una incógnita que cobra aún más fuerza cuando se compara con sus 'primas hermanas' las 'burgers'. Encontrarás hamburgueserías en cualquier rincón y, cuando pensabas que podrían pasar de moda, un día llegan las veganas y al día siguiente aparecen las 'smash burgers'. Y si se te había olvidado que son el bocado más 'mainstream' aparece Leo Messi para 'venderte' la suya.

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¿Y los perritos calientes? ¿Alguna noticia al respecto desde aquel auge de los años 70 y 80 del siglo pasado?

[Cri-cri-cri-cri...]

Nada. El silencio es tan crepitante como una plancha de fránkfurts a pleno rendimiento. ¿En qué locales especializados puede hincar el diente el gurmet salchichero hoy en día? En sitios que pueden calificarse casi como históricos, pues la mayoría de los que vas a leer a continuación tienen 25 o más años: Frankfurt Pedralbes y Frankfurt La Carpa (Sarrià-Sant Gervasi), Frankfurt Sant Jaume (Gòtic), Frankfurt Gran de Gràcia (Gràcia, propiedad de Casa Vallès, también dueños de Frankfurt Pedralbes), Frankfurt Rogent (Clot), Frankfurt Creu Coberta (Sants-Montjuïc), Chelsea Frankfurt (Sant Antoni), Frankfurt L'Estanc (Sagrada Família), Leo Boeck BCN (Les Corts), El Pibe (la rareza, con seis locales repartidos por la ciudad que nacieron a rebufo del éxito del primero, inaugurado en la avenida de la República Argentina en 1974)...

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Añádanse los más 'recientes' Don Bratwurst (en el Turó de la Peira desde principios de los 2000) y The Dog is Hot (en el Raval desde 2009) y quedará hecha una lista probablemente incompleta pero sin duda poco más amplia. En cualquier caso, se tarda menos en leerla que en ponerle mostaza y/o kétchup al perrito caliente.

Pero, ¿hay alguno nuevo-nuevo?

[Cri-cri-cri-cri...]

Saturada -o no- de hamburgueserías, Barcelona sigue huérfana de salchichas gurmets y, en cambio, repleta de lugares que hacen bocadillos tan de vicio como puede ser un buen 'hot dog'. ¿De verdad ningún/ninguna chef o empresario/a detecta la oportunidad de negocio? ¿O es que realmente es una batalla perdida? Frankfurt Rita casi la ganó. ¿Algún/alguna valiente? ¿O vamos a tener que escuchar el 'cri-cri-cri' de los grillos por los siglos de los siglos?

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