Educación en Catalunya

Las escuelas catalanas se preparan para las altas temperaturas sin planes de climatización: "Nos ahogamos"

Docentes y familias coinciden en que no se ha hecho "prácticamente nada" para adaptar los edificios a la crisis climática y reclaman medidas estructurales urgentes

Las faltas de asistencia motivadas por el calor extremo pueden considerarse justificadas

Familias y docentes se rebelan contra el plan de climatización escolar

Acción contra el calor en las aulas, el curso pasado.

Acción contra el calor en las aulas, el curso pasado. / FERRAN NADEU

Helena López

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Es el pez que se muerde la cola. Que los alumnos pasen calor en clase no solo pinta de un rojo casi fluorescente sus mejillas y humedece su frente y su espalda. Las altas temperaturas que se registran en colegios e institutos provoca que, si llevan cantimplora, beban mucha, mucha agua y tengan que salir a menudo al baño. También necesitan visitar el lavabo los que no llevan botella, para beber agua del grifo y refrescarse, claro; y los que sí llevan cantimplora y tienen más aguante, para rellenarla. Idas y venidas justificadas que dificultan todavía más crear un ambiente de recogimiento y concentración en aulas con 30 alumnos a 30ºC; una situación que años atrás se producía solo en las últimas semanas de junio, pero que la crisis climática (y el adelanto del calendario escolar) está alargando a prácticamente una tercera parte del curso.

Pese a la tregua dada las últimas semanas, a principios de abril ya hubo días en los que los termómetros fueron propios de finales de junio, en unas escuelas en muchas ocasiones con patios duros [pistas de cemento impracticables durante las horas centrales del día] y unos edificios a menudo muy viejos que no garantizan el confort térmico. El resultado es que alumnado y profesorado sobreviven como pueden, haciendo abanicos de papel como ejercicio de papiroflexia.

Dificultad añadida

"Mientras todas las administraciones públicas disponen de aire acondicionado, nosotros tenemos que convivir con cientos de menores a 30ºC", señalan docentes de institutos y escuelas de medio país, quienes por supuesto que abren puertas y ventanas [una de las medidas propuestas en el documento enviado a los centros por las conselleries de Educació y Salut] básicamente para poder respirar en el aula, aunque entonces entra en la ecuación el ruido. Tanto el de la calle como el del propio centro (la voz del profesor del aula de al lado, sin ir más lejos), lo que suma aún más dificultad al desarrollo de cualquier clase.

Los primeros días de mayo del año pasado, ya en manga corta desde hacía días y tras las protestas de las familias organizadas, el Departament de Educació anunció un plan para hacer frente a las olas de calor, que recogía medidas tan económicas como permitir a los centros educativos parar las clases [que no cerrarlos] durante los episodios de calor extremo.

Mientras todas las administraciones públicas disponen de aire acondicionado, los docentes tenemos que convivir con cientos de menores a 30 grados

Las medidas incluían también la instalación de un centenar de aparatos de aire acondicionado en "espacios comunes" –que no aulas– de institutos y guarderías de su titularidad [los edificios de las escuelas de primaria dependen de los ayuntamientos, no del Departament]. La propuesta no convenció entonces a la comunidad educativa: además, no era ni siquiera nueva, ya que el entonces conseller González-Cambray ya la había anunciado en la tele semanas atrás. Tanto familias como docentes consideraron absolutamente insuficiente el conjunto del plan, una tirita para intentar parar una hemorragia.

Un año más tarde, la temperatura vuelve a subir, y docentes y alumnos coinciden en definir como "insoportable" la situación en ciertas aulas los días de más calor a partir de las doce del mediodía. "Seguimos igual que cada año. Llega el calor más asfixiante y nos ahogamos en las aulas. No se ha hecho prácticamente nada. El año pasado se enviaron ventiladores y se anunció la climatización de una sala común de 100 centros, que era totalmente insuficiente, y este año no han puesto nada nuevo sobre la mesa ni esperamos que lo hagan en el contexto actual, tras las elecciones", afirma Iolanda Segura, portavoz del sindicato USTEC, quien añade que las actuaciones tendrían que ser "estructurales, no parches". "Seguimos exigiendo actuaciones que realmente aportaran un confort climático en los centros de forma progresiva, empezando por las zonas de más calor", zanja.

El año pasado el Departament presentó un plan insuficiente, y este año no ha puesto nada nuevo sobre la mesa ni esperamos que lo haga en el contexto actual

Iolanda Segura

— USTEC

Teresa Esperabé, secretaria general de CCOO Educació, recuerda que en muchas escuelas e institutos se está incumpliendo reiteradamente y desde hace muchos años el real decreto que indica que la temperatura en el espacio de trabajo tiene que estar entre 17 y 27ºC. "Hace falta un plan nacional para adaptar urgentemente los centros educativos a esta nueva realidad climática de acuerdo con su ubicación geográfica, los materiales de construcción y la calidad del aislamiento", añade Esperabé, coincidiendo con Segura.

En el mismo punto

En la misma línea se pronuncia Lidon Gasull, directora de Affac, federación de afa's de Catalunya. "Un poco forzado por el plan de climatización elaborado por el Consorci d'Educació de Barcelona, el curso pasado la conselleria se vio obligada a presentar un plan propio, aunque fue una propuesta mucho menos ambiciosa y, un año después, nos hemos quedado en el mismo punto".

Quien no se ha quedado en el mismo punto y ha seguido luchando es, por ejemplo, la coordinadora de afas de Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental), quienes el año pasado dijeron basta tras sufrir varios niños quemaduras y golpes de calor en el patio. El 15 de marzo, organizaron una manifestación desde las distintas escuelas del municipio hasta el ayuntamiento para reclamar sombras en los patios escolares, en la que participaron más de 1.000 personas, recuerda Alba Calvet, vocal de la junta de la coordinadora de afas Sant Cugat. Calvet señala que hace un año hicieron un informe sobre la situación de los patios de las distintas escuelas que pusieron en manos del consistorio: "No han acabado de arreglar nada".

Las recomendaciones

En ese contexto, el documento de recomendaciones (de sentido común) del citado plan del Departament d'Educació para hacer frente a las olas de calor enerva aún más a las familias cuando señala cosas como que, en los espacios exteriores, se utilicen en lo posible "las zonas de sombra disponibles".

Otras de las recomendaciones que irritan a familias y docentes son las que señalan, por un lado, que durante las horas de sol, "siempre que sea posible", se bajen las persianas de las ventanas en las que el sol da directamente, mientras, en la misma página, se apunta que, "cuando sea posible, se reduzca al mínimo el uso de la iluminación eléctrica".

El Departament d'Educació ha declinado atender a este diario para hacer balance de la situación.

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