Educación en Catalunya

Las familias piden ya un plan de choque contra el calor en las aulas

No quieren que se repitan situaciones como las del curso pasado, cuando padres y madres tuvieron que comprar ventiladores para los colegios por su cuenta

El Ayuntamiento de Barcelona afea a Educació su respuesta "tibia" y "lenta" para adaptar las escuelas a la emergencia climática

Helena López

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En la comunidad educativa hay consenso en algo: si el curso escolar en Catalunya va a empezar antes, y a jornada completa, debe ser "en condiciones" tanto para los alumnos como para los docentes. Tras volver al horario completo desde el primer día -todos los estudios señalaban el fracaso que supusieron las tardes de "ocio educativo"-, las familias reclaman que los edificios escolares estén adaptados a las temperaturas extremas que alcanzan los termómetros durante el mes de septiembre (sobre todo por las tardes, cuando el calor se va acumulando en las aulas). Y no solo eso, el tema es más urgente ante las previsiones que apuntan a una primavera seca y calurosa en Catalunya. Las familias temen que los meses de mayo y junio sean insoportables en las aulas.

Las familias reclaman al Departament d'Educació que el adelanto del curso escolar -previsto para la semana del 4 de septiembre, aunque falta por concretar el día exacto, vaya acompañado de las mejoras necesarias en las instalaciones escolares para evitar situaciones como las vividas el curso pasado, que empezó con ventiladores en las aulas comprados por las propias familias; y llegándose a producir desmayos en las aulas por las altas temperaturas alcanzadas.

Desde la Affac, principal asociación de familias de la escuela pública catalana, insisten en que se ha de actuar ya. Ya vamos tarde, de hecho, insisten. "Necesitamos un plan estructurado y no medidas improvisadas; la instalación de ventiladores no es una solución y dispara el consumo energético", apuntan desde la federación de asociaciones de familias de alumnos.

Concentración de protesta

Esa reclamación la han llevado esta tarde las afas de Barcelona a las puertas del Consorcio de Educación de Barcelona, "después de meses de silencio administrativo ante una carta que las afas y las direcciones de los centros de Barcelona les hicieron llegar en octubre". "Dentro del grupo de la Revolta Escolar salió la idea de hacer algo para protestar por el calor en las aulas. Tras el repunte de temperaturas en las aulas en mayo y junio pasado, conscientes de que los episodios de calor son cada vez más frecuentes y de las temperaturas altas duran cada vez más", recuerda Eduardo Muñoz, del afa de la escuela Miralletes, en el distrito de Sant Martí, colegio al que no llegaron los famosos ventiladores enviados por el Departament pese a que los solicitaron.  Y la movilización va mucho más allá de Barcelona.

El concejal de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, parte integrante del Consorcio junto al Departament d'Educació, Pau Gonzàlez, ha mostrado su comprensión con las familias. y ha asegurado que para el consistorio es una "actuación prioritaria" garantizar el confort térmico en las aulas. Ha recordado que el consistorio destinó una partida de 2,5 millones a los presupuestos del Consorcio para ello que este curso se ha ampliado con un millón más. "Hemos trabajado mucho el tema de la calefacción en invierno, pero el reto es ahora el verano, que es cada vez más largo y cálido. Las escuelas no están preparadas para asumir estas calores", ha admitido.

El ayuntamiento presiona al Govern

Gonzàlez ha reprochado al Consorcio y al Departament la respuesta "tibia" y "lenta" que ha recibido el ayuntamiento -alcaldesa Ada Colau incluida- cuando han planteado esta urgencia. "Las escuelas son los únicos equipamientos públicos que no están climatizadas", ha apuntado el concejal. "Este es el punto de partida", ha subrayado. El consistorio ha ido comprando ventiladores, "parches", como ha reconocido Gonzàlez. "Esa no es la solución".

Por ello, el concejal ha urgido al Departament y al Govern a "elaborar un plan para dar un salto de escala". "Es un reto de país. No tenemos a las escuelas preparadas para la emergencia climática", ha insistido. "Al Departament le está costando reaccionar", ha remachado.

Cumplir la ley

Tal como establece el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los puestos de trabajo, "la exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no debe suponer un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores". Asimismo, y en la medida de lo posible, según prosigue el decreto, "las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores. A tal efecto, deberán evitarse las temperaturas extremas, los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas, los olores desagradables y la irradiación excesiva, en particular, la radiación solar a través de ventanas, luces o tabiques acristalados". Y dice más: "la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27ºC; y la temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25ºC".

Así lo recuerda, por ejemplo, la instancia firmada por el conjunto de escuelas, institutos y asociaciones de familias de alumnos de Les Franqueses (Vallès Oriental) entregada los Servicios Territoriales de la zona, en la que piden que se defina un plan para instalar sistemas de renovación de aire en todos los centros educativos de la ciudad que garantice el confort térmico que filtre el aire y elimine parte las partículas nocivas prominente del exterior, garantizando la máxima eficiencia energética.

"Exigimos cumplir la normativa", resume la instancia de la localidad del Vallès Oriental, en la que también solicitan el establecimiento de sistemas de ventilación adecuados para mantener la temperatura dentro de los límites legales y medidas de urgencia en los patios: introducción de espacios de sombra (con árboles siempre que sea posible o toldos).

Además de la petición genérica desde la Affac, las asociaciones de familias catalanas se han ido organizando también por municipios. En el caso de Les Franqueses, vía instancia coordinada, con el apoyo del consistorio. En otros municipios lo han hecho vía petición a los presupuestos participativos, como en Vilanova del Vallès o en Móra la Nova (Ribera d'Ebre), donde ya en febrero de 2022, la climatización sostenible del instituto escuela de la localidad fue la propuesta más votada de los presupuestos participativos del municipio.

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