Grupo familiar

Pioneros del 'fast food'

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Guillem Tapia

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Los hermanos Manuel y Miguel Berja arrancaron su negocio familiar en el número 12 de la avenida de la República Argentina en Barcelona, y decidieron bautizarlo con el nombre de El Pibe.  Hoy la oferta gastronómica del local pasaría totalmente desapercibida en la ciudad: una bocadillería en la que se preparaban hamburguesas y frankfurts. Sin embargo, cuando se inauguró el establecimiento en 1974, los restaurantes que ofrecían este tipo de comida eran muy escasos. De hecho, las grandes franquicias estadounidenses de “fast food” como Burger King y McDonald’s no desembarcaron en España hasta 1975 y 1981 respectivamente.

“Cuando arrancó el primer Pibe creo que el único que hacía algo parecido en Barcelona era Casa Vallés con su Frankfurt Pedralbes”, explica Daniel Berja, hijo de uno de los fundadores y miembro de la segunda generación que dirige el negocio junto a su hermano y dos de sus primos. Ahora la competencia es mucho mayor pero El Pibe, según apuntan sus responsables, se diferencia por ofrecer un producto de calidad a precios más asequibles que el de las hamburgueserías 'gourmet' que han proliferado en los últimos años.

Crecimiento pausado

Desde 1974 la empresa familiar ha crecido a un ritmo constante pero pausado si lo comparamos con la expansión acelerada de otras firmas de comida rápida. Actualmente, tras el cierre de un local en el centro comercial de Glòries, hay cinco Pibes en la capital catalana. La última inauguración se produjo en el 2013, en la Rambla del Poblenou, y el traspaso del local y la adecuación del mismo supusieron una inversión de 500.000 euros. Los objetivos de la compañía pasan ahora por encontrar una ubicación adecuada para abrir un nuevo establecimiento y en reformar los dos locales que todavía no han incorporado la nueva estética corporativa. A pesar de haber recibido numerosas ofertas en los últimos años, Berja asegura que franquiciar el negocio “no es una opción que esté encima de la mesa en estos momentos”.

En el 2005, El Pibe abrió una central de compras para surtir a su red de locales. La familia Berja constituyó la compañía Dialpi para gestionar la actividad de esta instalación y, aunque la intención inicial era distribuir únicamente a sus propios establecimientos, actualmente también ejercen de proveedores de alimentos, salsas, utensilios de limpieza y vajillas para otros restaurantes. El grupo familiar tiene una cifra de facturación anual superior a los dos millones de euros.