Educación en Catalunya

Barcelona implantará la ESO en las cuatro escuelas públicas de la Zona Nord de Nou Barris el próximo curso

"Sin medidas más contundentes, la segregación escolar no terminará ni en 2026 ni en 2036"

Marcos, el éxito de la orientación: "Sin acompañamiento me habría desmoronado y hoy no estaría estudiando"

Salida de niños y padres del colegio Ferrer i Guàrdia de Barcelona.

Salida de niños y padres del colegio Ferrer i Guàrdia de Barcelona. / ZOWY VOETEN

Helena López

Helena López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El próximo curso 24-25 las cuatro escuelas públicas de primaria de la Zona Nord de Nou Barris [es decir, los barrios barceloneses de Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona] pasarán a ofrecer también primero de ESO y se convertirán en institutos-escuela, en el marco de un plan de choque para mejorar los resultados académicos y evitar el abandono escolar temprano y la segregación, en uno de los territorios de Barcelona que sufre unos índices más altos de pobreza y desigualdad, reivindicación histórica del tenaz tejido asociativo de la zona para evitar que ningún niño se pierda por el camino en el vertiginoso salto de la escuela al instituto.

El Consorcio impulsa un plan de choque para mejorar los resultados y evitar el abandono escolar en una zona con altos índices de vulnerabilidad

Las de la zona -Mestre Morera, Ciutat Comtal, Ferrer i Guàrdia y Elisenda de Montcada- son escuelas pequeñas, en las que el alumnado, pese a su gran movilidad, está arraigado, tanto al colegio como a las entidades que trabajan duro en el barrio haciendo acompañamiento; entidades que hace tiempo que veían cómo la adolescencia desvinculaba a muchos de los chicos del barrio con el paso al instituto [algo que sucede en todas partes, pero que en entornos vulnerables es especialmente peligroso] y pedían alargar la escolarización en la escuela hasta los 16 para poder seguir con ese trabajo, más necesario que nunca en una edad tan delicada.

El instituto Picasso dejará de ofrecer ESO y además de Bachillerato pasará a ofrecer Formación Profesional

Progresivamente, según ha comunicado el Consorcio de Educación de Barcelona a las escuelas implicadas y ha podido saber EL PERIÓDICO, las escuelas pasarán a ser instituto-escuela y acabarán ofreciendo la ESO en su totalidad -de primero a cuarto- y el instituto Picasso dejará de ofrecer educación secundaria obligatoria para convertirse en un centro de Bachillerato [estudios que ya ofrece actualmente] y, la otra novedad, las aulas que quedarán libres con el desmantelamiento de la ESO pasarán a ofrecer Formación Profesional (FP).

Esta era otra de las demandas de estos barrios, que hace años que piden una suerte de "escuela de oficios" para ofrecer un futuro mejor a sus jóvenes, recuerda Filiberto Bravo, combativo presidente de la asociación de vecinos de Ciutat Meridiana, que este jueves respiraba algo más tranquilo tras aplazarse casi en el último momento el desahucio previsto para esta mañana, el pan de cada día en el enclave, algo que, obviamente, impacta (también) en los resultados académicos de las criaturas que pasan por esas situaciones de estrés.

Pese a que hacía tiempo que estaba sobre la mesa, el anuncio oficial, hace pocos días, cogió al barrio algo fuera de juego por la inmediatez de su aplicación, este mismo año, el próximo septiembre, y por las dudas que siempre despiertan los cambios. La obvia es si este irá acompañado de los recursos necesarios para implementarla, como plantean desde la asociación Ubuntu, espacio seguro para más de 150 familias del barrio, contentas por la noticia, pero con ese comprensible temor, sustentado en años de experiencia.

Búsqueda de la equidad

Desde la resiliente asociación de vecinos de Ciutat Meridiana recuerdan que era una petición de las familias, y que en la práctica no es más que hacer lo que ya hacen todas las concertadas (la continuidad entre primaria y secundaria en un mismo centro).

La decisión del Consorcio se enmarca también en el paquete de medidas anunciado por el Departament d'Educació tras los malos resultados del último informe PISA, que ponían en evidencia algo de lo que las pruebas de competencias básicas llevaban tiempo alertando: la necesidad de invertir más en los centros en los que el alumnado tiene peores condiciones materiales de vida y oportunidades. El descenso en las notas en matemáticas y comprensión lectora no es igual para todos, y los resultados son completamente distintos en función de la escuela, lo que demuestra la inequidad del sistema.

Para intentar romper con esa tendencia, el Consorcio ha decidido finalmente dar el paso de convertir estas cuatro escuelas en instituto-escuela en una decisión prácticamente sin precedentes, ya que aunque es habitual esta transformación para luchar contra la segregación escolar, no lo es hacerlo en escuelas de una sola línea (por la dificultad añadida que comporta la gestión de los profesores especialistas). Los referentes de institutos-escuela de una línea son solo los centros concertados absorbidos por la red pública, como es el caso del Sant Felip Nerí, en el Gòtic.

Suscríbete para seguir leyendo