'¿Votas aquí? Trae a tu hijo a esta escuela': la campaña de entidades y familias contra la segregación escolar para el 28-M

Mostafà Shaimi es padre de la escuela La Farga de Salt (Gironès); etiquetada por el Departament d'Educació como de máxima complejidad [por su concentración de alumnado pobre] que será colegio electoral el próximo 28 de mayo. Paradójicamente, muchas de las personas que acudirán a él a votar no llevan a sus hijos e hijas a este centro. De hecho, en muchas ocasiones será la primera vez que estos vecinos y vecinas accederán a la escuela. Por otro lado, como tantísimas otras familias de esta escuela y de las otras 426 segregados de toda Catalunya, Shaimi, padre del centro, no podrá votar en estas elecciones, ni este colegio ni en ningún otro.

72 de los 123 municipios de más de 10.000 habitantes tiene algún centro con una concentración muy grande de vulnerabilidad

A estas primeras familias, a las 590.000 personas llamadas a votar en centros segregados -es decir, que tienen una composición de alumnado vulnerable mucho más elevado que la media de su entorno- se dirige la campaña '¿Votas aquí? Matricula a tus hijos e hijas aquí', impulsada por entidades como Escoles contra la segregació, Affac, Save the Children, la Fundación Secretariado Gitano, la Fundació Bofill o Salt Educa, a la que pertenece Shaimi. Una campaña que quiere llegar a las cerca de 150 escuelas segregadas [por abajo] que, como La Farga, serán colegio electoral el próximo 28 de mayo.

El subtítulo de la campaña es claro: "la comunidad empieza en la escuela". Más allá del evidente papel en la lucha contra la segregación tanto del Departament d'Educació como de los ayuntamientos -ahí el motivo de la fecha elegida para iniciar la campaña- las entidades buscan interpelar a la ciudadanía, cuyo papel es clave para erradicar la segregación, más allá de la papeleta que depositen en la urna el próximo día 28. 

Una cuestión (también) de racismo

"La decisión de a qué colegio llevas a tu hijo es una decisión política", ha subrayado Shaimi, quien ha puesto sobre la mesa la necesidad de introducir la variable del racismo como elemento que influye en la decisión de muchas familias de no llevar a sus hijos a según qué escuelas.

Las entidades impulsoras de la acción, en la que también participa la Associació d'Estudiants Musulmans, tienen claro que "las aulas diversas son el primer espacio de reducción de las desigualdades y de construcción de un futuro compartido" y que las escuelas diversas "impactan positivamente en el conjunto de la población". Así lo ha defendido María José Morillas, portavoz de Escoles contra la segregació frente a la escuela Collaso i Gil, en el barrio del Raval, en Barcelona; centro que este miércoles tenía una mesa montada en la recepción para ayudar a gestionar las becas de comedor (algo que la Administración obliga a hacer de forma telemática, barrera infranqueable para muchas de las familias del centro, un 80% de las cuales tienen derecho a beca).

Igual que Shaimi, Morillas ha querido también llamar a las cosas por su nombre. "Nos llaman escuelas de máxima complejidad, pero en realidad somos escuelas de máxima riqueza y diversidad; lo que es un orgullo para nosotros; el problema no es la diversidad, es la pobreza: somos escuelas en las que se concentra la pobreza infantil", ha resumido la activista contra la segregación escolar de Granollers, quien ha apuntado a partes iguales al Departament d'Educació y al ayuntamiento. "Se permite a las concertadas de la ciudad salir con más plazas de la necesidad real del municipio para los alumnos de los municipios de alrededor, como Les Franqueses, Canovelles y La Roca, que no tienen escuela concertada", ha denunciado Morillas, quien ha apuntado que la segregación dinamita la cohesión social y ha recordado que el Pacto contra la segregación no se está implementando a la velocidad deseada.

Políticas lentas y desiguales

Bernat Ferrer, coordinador de las redes locales contra la segregación escolar de la Fundació Bofill, coincide con Morillas en que las medidas anunciadas no se están llevando a cabo con la intensidad que deberían -y están dejando en evidencia una Catalunya a dos velocidades, en función de la voluntad de actuar de cada municipio- e insiste en la idea de que tanto las causas como las consecuencias de la segregación afectan al conjunto de la ciudadanía, por lo que interpelan a toda las sociedad para ponerle remedio.

Según cifras de la Fundació Bofill, 72 de los 123 municipios de más de 10.000 habitantes de Catalunya tiene algún centro educativo de primaria o secundaria con con una concentración muy elevada de vulnerabilidad.