Salud mental

Los intentos de suicidio en las menores de edad se triplican y alcanzan un máximo histórico

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Barcelona 10/9/2022 Exposicion de Jordi Otix y Manu Mitru " Silencis trencats" a la plaça Universitat Foto de Julio Carbó

Barcelona 10/9/2022 Exposicion de Jordi Otix y Manu Mitru " Silencis trencats" a la plaça Universitat Foto de Julio Carbó / JULIO CARBÓ

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

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Los intentos de suicidios en chicas menores de 19 años aumentaron en 2021 un 181%; es decir, se triplicaron, con respecto al año previo. En chicos, las cifras también se incrementaron, pero en menor medida: un 19%. Son valores del programa de atención a la conducta suicida del menor del Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat), que alerta de que el empeoramiento general de la salud mental está afectando muy significativamente a las adolescentes. Ese aumento del 181% en ellas es el máximo histórico desde 2003, cuando se puso en marcha esta unidad. Los intentos de suicidio son el motivo de atención hospitalaria de mayor gravedad. Los datos de Sant Joan de Déu muestran que la pandemia de salud mental, al menos en la adolescencia, está afectando de manera diferente a ambos sexos. Y los psicólogos y psiquiatras ponen el foco en las pantallas y redes sociales, cuyo uso aumentó fruto de la pandemia.

En el fenómeno del suicido existe la llamada paradoja del género: siempre han cometido más intentos las mujeres que los hombres, pero, a la vez, los suicidios consumados (esto es, las muertes) se producen más en hombres que en mujeres. Sin embargo, tanto los sanitarios como las entidades están preocupados por el pico de tentativas de suicidio, más marcado que nunca, que está habiendo en niñas y chicas. Según Sant Joan de Déu, en 2020 las urgencias psiquiátricas del centro trataron a 26 chicos y a 128 chicas respectivamente que se intentaron suicidar. En 2021, la distancia fue aún más abultada, pues los intentos fueron cometidos por 31 varones y 360 chicas menores. La diferencia entre ellas y ellos es cada vez mayor. Son cifras que coinciden con el global de Catalunya: ayer el 'conseller' Argimon informó de que, en todo el territorio y de 2020 a 2021, las tentativas en las chicas menores de 18 años pasaron de 483 casos a los 1.265.

El Hospital Sant Joan de Déu ya había alertado hace meses en este diario de que los intentos de suicidio en los menores de 19 años, de ambos sexos, habían aumentado un 300% en 2021. Sin embargo, ahora el psicólogo Francisco Villar, que coordina el programa de atención a la conducta suicida del menor del centro, advierte de que "todas las personas que están entrando por la puerta de nuestras urgencias psiquiátricas son chicas". Y lo hacen esencialmente por dos causas: por tentativas suicidas y por trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

El mismo diagnóstico hacen desde las entidades. Desde 2020, la Associació Catalana de Prevenció del Suïcidi atiende a un 15% más de familias cuyos hijos jóvenes o adolescentes o bien han estado ingresados por tentativas de suicidio, o bien están preocupadas por ellos. Esta entidad no tiene cifras que diferencien por sexo, pero la mayoría de estas familias, asegura, llegan preocupadas por sus hijas. "Atendemos, sobre todo, a madres de chicas", certifica Clara Rubio, presidenta de la asociación.

La Associació Catalana de Prevenció del Suïcidi atiende a un 15% más de familias con hijas con problemas

La Conselleria de Salut de Catalunya ha dado pasos, en los últimos dos años, para fortalecer la salud mental. Por ejemplo, ha aprobado un plan de prevención de los suicidios con el objetivo de reducir para el año 2030 la tasa de tentativas y de muerte autoinfligida en más de un 15% (con una asignación presupuestaria de 15 millones en cuatro años). También ha habilitado una línea contra el suicidio dentro del 061 y ha contratado a unos 400 referentes de bienestar emocional en la atención primaria, entre otras medidas. Entidades como la Associació Catalana de Prevenció del Suïcidi valoran que Catalunya "va por el buen camino", aunque es "insuficiente". "Más urgente que el rol comunitario es necesario ampliar el número de psicólogos y educadores sociales. Y asegurar la continuidad asistencial después de un ingreso por tentativa de suicidio", dice Rubio.

El origen, el covid-19

Las urgencias psiquiátricas de los menores de ambos sexos en Sant Joan de Déu descendieron durante el confinamiento de 2020, igual que en otros muchos países. Una vez finalizó el encierro, se observó una recuperación de las urgencias psiquiátricas en chicos hasta los niveles prepandémicos. Las chicas, sin embargo, experimentaron una subida que acabó duplicando los niveles de antes del covid-19, llegando a incrementos superiores al 100%. Estos aumentos diferenciales por sexo en la adolescencia se observan específicamente en el caso de conducta suicida (que incluye, por ejemplo, las ideaciones suicidas y no solo las tentativas) y, más en concreto, en los intentos de suicidio.

Esta diferencia tan marcada por sexos no se observa, por ejemplo, en la edad adulta. La unidad de prevención del suicidio del Hospital de Sant Pau (Barcelona), que, a diferencia de Sant Joan de Déu, atiende solo a adultos, no percibe que haya cada vez más distancia entre ambos sexos. "Nosotros vemos un aumento generalizado -no solo en mujeres- de los intentos de suicidio en todas las edades. En cinco o seis años se han multiplicado por dos [en hombres y mujeres]. Y los suicidios han aumentado entre un 5% y un 10%", explica Víctor Serrano, psiquiatra de la unidad de Sant Pau.

¿Qué está ocurriendo?

El pico de intentos de suicidio en chicas jóvenes siempre ha existido, pero ahora "algo está ocurriendo" que está tensionando más este dolor emocional. Villar, que asegura que las pacientes llegan a su unidad con los mismos motivos que antes (el sufrimiento, la presión externa, la idealización de otros cuerpos, la obligación de ser feliz todo el tiempo), cree que las redes sociales son un factor clave. "Durante la pandemia hubo un mayor acceso a las pantallas. Mi hipótesis es que esa mayor exposición ha tenido estos efectos en el género femenino. Los estudios muestran que chicos y chicas utilizan las pantallas de forma diferente: ellos para jugar, ellas para entender el mundo", reflexiona este psicólogo. 

Una serie como 'Por trece razones', que cuenta la historia de una joven que se suicida, aumentó el intento de suicidio en chicas hasta un 32% en Sant Joan de Déu. "Hay informes que demostraron que Instagram, por ejemplo, genera anorexia y suicidios en chicas. Somos imitadores de modelos por naturaleza. Igual que 'Gambito de dama' incrementó en dos millones y medio los jugadores de ajedrez", apunta.

"Durante la pandemia hubo un mayor acceso a las pantallas. Chicos y chicas las utilizan de forma diferente: ellos para jugar, ellas para entender el mundo", dice un psicólogo

Las chicas, dicen los expertos, construyen mucho más su identidad a través de las redes sociales. Pero estas lanzan mensajes engañosos: ideales y cuerpos perfectos e inalcanzables. Los mensajes de las redes van, en general, más dirigidos a ellas. Los algoritmos las buscan bajo la falsa premisa del "llegar a ser lo que una quiera". "En la otra cara de este voluntarismo mágico está la depresión, al darte cuenta de que nunca llegas y nunca alcanzas este ideal. No se ven normales porque se comparan; todo se basa mucho en la imagen. La frustración te lleva al desprecio por la vida", dice el psicólogo.

La tesis la respalda también el psiquiatra Víctor Serrano, quien cree que "la presión social por intentar agradar a través de las redes y no conseguirlo afecta". "Y esto tiene mucho que ver con los problemas de salud mental". Otro aspecto que fomentan las redes sociales, por ejemplo, es la sexualización de las niñas y adolescentes, lo cual es también una herramienta de control social porque coloca a la mujer, tenga la edad que tenga, como objeto de deseo pasivo.

Uno de los factores de riesgo del intento de suicidio es el aislamiento, como recuerda la Associació Catalana de Prevenció del Suïcidi. Y las redes sociales, advierte Rubio, contribuyen a ello. También recuerda que el otro factor por el que se ven más intentos de suicidio en mujeres que en hombres es porque ellas piden más ayuda. "Una conducta suicida es una demanda de ayuda. A los hombres les cuesta más", reflexiona la presidenta de la asociación. Las madres que llegan a la entidad preocupadas por sus hijas suelen "no saber cómo conectar" con ellas y "no entienden su sufrimiento". "Saben que sufren porque les ha llegado a través de amigos o de las redes sociales, pero tienen muchas dificultades para establecer un acercamiento eficaz", dice Rubio. La asociación ofrece talleres y grupos educativos.

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