Crisis hídrica

Las reservas de agua de Catalunya, en su peor momento: "Ya hemos consumido todo lo que llovió en mayo y junio"

La situación es similar a la de mayo, pero, en positivo, la campaña de riego y el turismo han acabado y se acerca el otoño

El 30% del agua que se consume en Catalunya ya es regenerada o desalinizada

La sequía no remite: el pantano Darnius-Boadella (Empordà) llega al umbral de la emergencia

El 40% de los acuíferos costeros ya están en mal estado por la salinización

El pantano de Riudecanyes, tan solo al 9% de capacidad a causa de la sequía.

El pantano de Riudecanyes, tan solo al 9% de capacidad a causa de la sequía. / ARNAU MARTÍNEZ / ACN

Guillem Costa

Guillem Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los pantanos catalanes no tenían tan poca agua desde el año 2008. Esta semana se han registrado los peores datos de esta sequía en cuanto a reservas de agua: los embalses de las cuencas internas de Catalunya (las que abastecen a la mayoría de la población) se encuentran a menos del 25% de su capacidad.

Las peores situaciones se viven en los embalses de Siurana y Riudecanyeseste último bebe del primero—, que almacenan en estos momentos entre el 4% y 5% del agua que podrían llegar a contener. De hecho en los dos pueblos que dependen de Riudecanyes, ya se ha declarado la emergencia por sequía, con severas restricciones en los usos. Darnius-Boadella, a menos del 18% de su capacidad, es otro de los pantanos que sufre gravemente las consecuencias de esta sequía.

"En verano es más difícil gestionar el agua. Si analizamos la evolución, vemos que hemos salvado la situación"

Enrique Velasco, jefe de recursos hídricos ACA

Sin embargo, estos embalses son relativamente pequeños y no son los que más agua pueden acumular. Las reservas que abastecen al sistema Ter-Llobregat (donde se concentra la mayor parte de la población) son Sau, Susqueda, La Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç. Estos embalses están aproximadamente a entre el 20% y el 35% de su volumen máximo.

La sequía más larga

"Es un escenario complicado, ya hemos consumido el agua que llovió durante los meses de mayo y junio. Si miramos solo los datos, estamos un poco peor que en mayo", detalla Enrique Velasco, jefe de recursos hídricos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). Pero hay algunas diferencias: "En abril y mayo estábamos más o menos como ahora, pero teníamos todo el verano por delante. Ahora, si analizamos la evolución de las reservas, vemos que hemos salvado la situación, para decirlo de alguna forma". "El reto es aprovechar las lluvias de otoño, aunque sean pocas, a la espera de recuperar un régimen de precipitaciones óptimo", añade.

Gráfico del volumen de agua en los embalses de las cuencas internas de Catalunya, del 2001 al 2023, comparado con la media

Es decir, se ha trampeado la situación y ha pasado lo peor. "Los meses de verano siempre son complicados, con las altas temperaturas la gestión de los embalses se complica. Coincide con la campaña de riego y el momento cumbre del turismo", señala Velasco.

Los acuíferos, algunos de ellos muy maltrechos, han tenido un comportamiento admirable ante la sequía y han resistido

Si se tienen en cuenta estas variables, aunque las reservas esten peor que nunca a lo largo de este episodio de escasez, la situación es difícil pero relativamente esperanzadora. "Esta es la sequía meteorológica más larga del siglo XXI. Desde el temporal Gloria no ha habido un episodio de lluvias realmente cuantioso. Y aun así, las reservas no han llegado a bajar como lo hicieron en 2008", destaca el responsable de recursos hídricos de la ACA.

Resistencia subterránea

Además de los pantanos, la otra principal fuente de abastecimiento para muchos pueblos son los acuíferos. Aquí destaca la masa de agua subterránea Fluvià-Muga, que casi no se ha recargado, lo que ha obligado a declarar la emergencia también en 22 municipios del Empordà.

Estas fuentes hídricas, en muchos casos maltrechas por la contaminación de los purines y en otros debilitadas por la salinización, están resistiendo de forma admirable. "El acuífero Carme-Capellades, en el Anoia, por ejemplo, se ha recuperado ligeramente aunque casi no ha llovido en la zona. Esto se ha conseguido porque se están utilizando otros recursos para hacer llegar el agua a las casas. Y el acuífero ha podido respirar", precisa Velasco.

El acuífero de la Vall Baixa, en el Baix Llobregat, ha bajado cuatro metros, pero su situación no es preocupante: "Lo tenemos controlado, es un engranaje que funciona junto con los embalses del río y que está bajo vigilancia constante".

"El acuífero Carme-Capellades, en el Anoia, por ejemplo, se ha recuperado ligeramente aunque casi no ha llovido en la zona"

— Enrique Velasco, jefe recursos hídricos ACA

Los acuíferos clave son los de algunos pueblos por los que pasa una riera seca: "Se secan los pozos y entonces es cuando requieren camiones cisterna, como está sucediendo este verano en varios lugares". Sabiendo lo poco que ha llovido, en la ACA hasta se sorprenden del "fantástico comportamiento" de muchos acuíferos. Según Velasco, solo hay una explicación plausible: "La reducción del consumo promovida por los planes de sequía y la diversificación de recursos les han permitido aguantar". Ahora, las autoridades en materia de agua, confían en que lleguen las lluvias de otoño, aunque lo hacen con la tranquilidad de saber que el momento en el que la gestión es más difícil, en pleno verano, ya llega a su fin.