Sequía en Catalunya

Cabrera d'Anoia, 16 horas al día sin agua: "La gente no se imagina lo que es eso"

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El pozo principal del pueblo se ha secado y las tuberías sufren pérdidas que se empezarán a reparar en breve

02.06.2023 Castell de cabrera d«anoia

02.06.2023 Castell de cabrera d«anoia / MARC VILA

Guillem Costa

Guillem Costa

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Si la sequía empeora y llegan a las casas los temidos cortes de agua, habrá que ir a Cabrera d'Anoia y preguntar a los vecinos cómo gestionarlo. Los 1.600 habitantes de este pueblo llevan ya casi dos semanas de severas interrupciones en el suministro: 16 horas sin agua cada día. El mensaje que les llega del ayuntamiento es muy claro: "Siguen las restricciones de abastecimiento de agua de las 19.00 horas a 11.00 de la mañana. Los vecinos que lo necesiten pueden acudir a la cisterna instalada en Can Ros".

¿Y esto que implica? Pues serias dificultades en el día a día de los vecinos. Elisabet Carbonell vive en Cabrera d'Anoia desde hace seis años: "Realmente es insostenible, tienes que organizarte toda la semana pensando en cuándo tendrás agua y cuándo no tendrás". Esta mañana se han encontrado en casa de Jennifer Sánchez para comentar la situación.

Jennifer Sánchez, vecina de El Castell, lava platos con una garrafa.

Jennifer Sánchez, vecina de El Castell, lava platos con una garrafa. / MARC VILA

Sánchez justo acaba de lavar los platos. Con el agua que tiene almacenada en garrafas, claro. "Este no es el principal problema, la verdad. Lo difícil es cuadrar los horarios para ducharte. La gente no se imagina realmente lo que es estar 16 horas al día sin agua".

"Es insostenible, tienes que organizarte toda la semana pensando en cuándo tendrás agua"

¿Y por qué han tenido que tomar esta medida drástica, en Cabrera? Principalmente porque el acuífero Carme-Capelladas, su principal fuente de abastecimiento, está al límite. Es cierto que otros pueblos que tiran de este recurso no sufren las restricciones de Cabrera d'Anoia. Pero también es una realidad que el pozo concreto que utilizan en el municipio se ha secado más rápidamente. Además, la red de distribución del Cabrera arrastra problemas de pérdidas desde hace años.

Elisabet Hidalgo, la alcaldesa, asegura que llevan meses trabajando en una solución. "Lo que ha ocurrido es que el estado del acuífero ha empeorado en muy poco tiempo. Es algo que no esperaban ni los técnicos", explica la dirigente de ERC. Aigües de Barcelona, la empresa encargada del suministro, les advirtió de que la situación era límite y que se tendrían que aplicar estos cortes.

"Hemos trabajado muy duro, es uno de los momentos más duros, puede que el peor, de la historia del pueblo"

— Elisabet Hidalgo, alcaldesa

Quien tenía que encargarse del mantenimiento de la red, según el contrato, es el ayuntamiento. "Un municipio como el nuestro, sin tejido industrial, tiene muy pocos recursos. Por este motivo, hemos llegado a un acuerdo con la concesionaria", explica Hidalgo.

"Ellos empezarán las obras para arreglar la tubería y construir un nuevo pozo y cuando recibamos la ayuda que hemos solicitado a la Agència Catalana de l'Aigua y a la Diputació, les pagaremos el dinero", afirma Hidalgo. "Hemos trabajado mucho. Estamos hablando de uno de los momentos más duros, puede que el peor, de la historia del pueblo", sentencia la alcaldesa, que una semana atrás declaró la emergencia en Cabrera d'Anoia.

Ella misma, como el resto de vecinos, está sufriendo los problemas de los cortes: "Algún día he llegado a casa del trabajo, porque compagino la alcaldía con un trabajo que me da de comer, y no me he podido duchar. Irte al trabajo así te deja mala sensación en el cuerpo, y entiendo perfectamente el enfado de las vecinas porque soy una de ellas". Carbonell se ha ido a duchar más de un día a casa su madre, en otro pueblo.

Otra vecina, Núria Beltran, usa agua almacenada en garrafas para fregar.

Otra vecina, Núria Beltran, usa agua almacenada en garrafas para fregar. / MARC VILA

Núria Beltrán, esta semana, tampoco se ha podido duchar cada día: "A veces no tenemos agua hasta las dos de la tarde". Cabrera d'Anoia tiene principalmente tres núcleos de población: Can Ros, Canaletes y el Castell. Esto significa que cuando el agua empieza a correr, no llega a todos los vecinos al mismo tiempo. "Y cuando lo hace, huele especialmente a cloro", opina Beltrán. Por la tarde, cuando la cortan, van perdiendo presión hasta que al abrir el grifo ya no sale ni una gota.

Muchos vecinos no se pueden duchar cada día, lo que les genera gran incomodidad

Beltrán tiene una hija de dos años a quien los cortes le han alterado su vida cotidiana: "Está acostumbrada a ducharse e irse a dormir. Ahora tenemos que volver antes por la tarde para que se duche antes de que se acabe el agua. Ayer, no quiso cenar y se fue a dormir directamente a las siete y media porque está acostumbrada a esta rutina". No le queda otra que lavar a su hija con toallitas y ducharla durante el fin de semana.

Los vecinos relatan la situación "peor" que vive otro residente del pueblo, que debe cuidar a su padre: "Tiene que pedir horas libres en el trabajo para venir al mediodía y ducharle. Su padre es totalmente dependiente".

Salustià Monteagudo, exalcalde del pueblo, delante del camión cisterna.

Salustià Monteagudo, exalcalde del pueblo, delante del camión cisterna. / MARC VILA

Ya hace días que los operarios se pasean por Cabrera d'Anoia para tratar de hacer pequeñas reparaciones. Las fugas de agua siguen siendo habituales y los técnicos acuden al pueblo para encontrar soluciones. La resolución general del problema, sin embargo, no llegará hasta que se construya el nuevo pozo y se arreglen las tuberías.

Mientras, una gran cisterna sigue instalada en Can Ros, uno de los núcleos de Cabrera d'Anoia. Salustià Monteagudo, exalcalde del pueblo, ya jubilado, pasea por delante de la gran cuba. "Aquí, el problema del agua lo arrastramos desde hace muchos años. Somos un municipio pequeño y necesitamos ayudas para hacer grandes inversiones y asegurar una buena red de distribución", comenta. "Si no, con cada sequía que llegue, tendremos que sufrir estos cortes tan desagradables", augura.

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