Catalunya activa por primera vez la alerta máxima por sequía y pone en emergencia a 22 municipios del Empordà

Parecía solo una amenaza lejana, pero el peor escenario posible por sequía ya es una realidad en Catalunya. El Govern ha encendido la luz roja del semáforo y declara la emergencia en 24 municipios que suman 26.000 habitantes. La medida, que se activa por primera vez en la historia, restringe al máximo el riego (urbano, agrícola e industrial) y limita el consumo de agua permitido. Las zonas geográficas que entran en esta nueva fase son dos: una parte del Alt Empordà y dos pueblos que dependen del pantano de Riudecanyes (Riudecanyes y Duesaigües).

En el norte de Catalunya, los afectados son los pueblos que beben del acuífero Fluvià-Muga: Agullana, L’Armentera, Capmany, Espolla, Garriguella, la Jonquera, Masarac, Mollet de Peralada, Palausaverdera, Pau, Pedret i Marzà, Peralada, Sant Climent Sescebes, Sant Miquel de Fluvià, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Torroella de Fluvià, Ventalló, Vilabertran, Viladamat, Vilajuïga i Vilamacolum.

Los responsables de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) toman esta decisión porque las reservas del acuífero Fluvià-Muga se encuentran en su mínimo histórico. Lo mismo sucede con el embalse de Riudecanyes, que se halla al 5,25%. Los dos municipios ligados a las reservas de este último pantano están cumpliendo con las restricciones establecidas. "Como ya cumplen, los vecinos no notarán la entrada en fase de emergencia, se les tiene que felicitar por ello", ha reconocido el director de la ACA, Samuel Reyes.

La mitad de municipios afectados por la medida en el Empordà consumen más de lo permitido

En cambio, 11 de los 22 municipios del Alt Empordà gastan más agua de la permitida. Los casos más flagrantes son Peralada, Pedret i Marza, Palau-Saverdera, Vilabertran, Viladamat y la Jonquera. Y lo más preocupante: muchas de estas poblaciones han aumentado su consumo durante el mes de junio.

La entrada en emergencia, que se oficializará la semana que viene, restringirá la dotación hasta los 200 litros por habitante y día. Los ayuntamientos serán los responsables de que se cumpla, ya en esta partida de litros se incluye el gasto de particulares pero también los usos municipales (empresas, bibliotecas, hospitales y otros edificios públicos). El riego agrícola se reducirá al 80%, mientras que el riego urbano directamente se prohibirá en jardines públicos y privados. Los usos industriales, por su parte, se limitarán al 25%. Además, también se prohíbe llenar piscinas de cualquier tipo si no es con agua salada.

Incumplimientos

Y llegamos a la pregunta clave. ¿Este nuevo escenario puede implicar cortes de agua? No necesariamente. Reyes explica que es más recomendable limitar la presión, medida que ya se está ensayando en Manresa: "A menudo, los cortes pueden ser contraproducentes, porque pueden provocar escapes o fugas en las tuberías". El Govern deja todo el trabajo en manos de los ayuntamientos, que son quienes deberán hacer cumplir con esta dotación máxima de 200 litros al día. "Hasta este momento no hemos visto una reducción significativa, a partir de ahora tendrán que lograr menos gasto", afirma Reyes. De hecho, una tercera parte de los municipios de las cuencas internas (los que no forman parte de la cuenca del Ebro y dependen de la ACA) sigue sin cumplir con el consumo establecido.

Las bajadas de presión son más útiles que los cortes de agua, asegura la ACA

La ACA ha abierto una convocatoria de ayudas para los ayuntamientos que pretendan realizar mejoras en sus redes de distribución con el fin de evitar fugas y pérdidas de agua. De momento, se han tramitado ya más de 200 solicitudes. A partir del 6 de agosto, podrán recibir multas aquellos municipios que sigan incumpliendo y no se hayan presentado a esta convocatoria o no demuestren que están trabajando para hacer frente al problema. "Que quede claro que nuestra intención no es multar a nadie, sino colaborar con los ayuntamientos, que nos expliquen qué problemas tienen y ayudarles a que los resuelvan. Pero las sanciones deben estar ahí", advierte el director de la agencia.

Maratón

Las autoridades llaman a la responsabilidad e insisten con el mantra de los últimos meses: no se puede bajar la guardia porque el panorama de escasez hídrica se mantiene. De hecho, los datos confirman que esta larga sequía se ha recrudecido en las últimas semanas. Después de unos meses de mayo y junio lluviosos, las reservas de los embalses mejoraron, pero en estos momentos han vuelto a caer y se sitúan de media al 27% de su capacidad.

Por lo tanto, el estado de excepcionalidad (el previo a la emergencia decretada este martes en 24 municipios) seguirá vigente para la mayoría de catalanes. "Esto es una carrera de fondo, una maratón. No nos podemos relajar y tenemos la obligación de tomar decisiones a un año vista, porque la sequía, aunque lloviese durante dos meses, está siendo muy larga", avisa Reyes.

Se prohíbe llenar piscinas de cualquier tipo si no es con agua salada

Según los datos que maneja la ACA, el área metropolitana no entraría en emergencia hasta finales de noviembre. Esto coincidiría con el periodio del año habitualmente lluvioso, lo que podría evitar que la luz roja del semáforo se encendiera para la mayor parte de la ciudadanía. De momento, lo ocurrido en el Baix Camp y el Alt Empordà es un primer paso que demuestra la gravedad de la situación.

El material del que dispone el Govern para recorrer este maratón es variado: ayudas a los municipios, agua regenerada, tratamientos de saneamiento extra si empeora la calidad del agua y, sobre todo, concienciación. Sin embargo, la mayoria de ayuntamientos no ven claro que todo el peso de hacer cumplir las restricciones recaiga sobre ellos.