El póker del 'pichichi' Sorloth alerta al Real Madrid para la Champions

Lo normal en un Villarreal-Real Madrid, a estas alturas de la temporada y sin nada en juego, es que ambos equipos optasen por la política de no agresión. Pero el fútbol, aunque sea un deporte colectivo, es la suma de individualidades. Algunas tan potentes como las de Alexander Sorloth, decidido a ser el 'pichichi' de LaLiga después de su póquer ante los de Ancelotti (4-4). Consiguió superar el rendimiento de Arda Güler, un joven dotado de una inusual letalidad, y de paso mostró el camino al Borussia Dortmund.

El Villarreal y el finalista alemán de Champions comparten el amarillo como color fundamental, pero también que en su sistema tiene gran importancia un delantero de referencia. En el equipo de Terzic esta función es ejercida por Niclas Fullkrug, un 'tanque' de toda la vida que ha sido clave en la clasificación para la final de Champions.

El internacional germano se verá el encuentro de La Cerámica un par de veces, con el objetivo de mimetizar los movimientos de Sorloth. Lo suyo fue mucho más que derroche goleador. Cada bajada, una ocasión. Cada lance ganado, un intento a favor del Villarreal, que orbitó alrededor de su cabeza.

Lunin, bajo palos

El trabajo del noruego fue ejemplar, al nivel de su temporada, aunque sus números no sean del tamaño de los que presenta su compatriota, el extraterrestre Haaland. Pero su influencia ha sido mayor que la del delantero del Manchester City. Sorloth sacó la cabeza en una primera parte letal del Real Madrid. El suyo parecía un simple ejercicio para los números que ya resolvería en la última jornada.

Era el primero de los cuatro que añadiría a una cuenta que suma 23 anotaciones, dos más que Dovbyk, en una lucha por ser el máximo goleador que vuelve a estar lejos de los combates surrealistas de antaño entre Messi y Cristiano. Después del 1-4 con el que el Real Madrid se fue al descanso, con doblete de Guler, además de tantos de Lucas Vázquez y Joselu; los de Ancelotti no se imaginaban la salida en tromba del Villarreal.

Sorloth estaba rodando su propia película contra un Lunin que mostraba símbolos de agotamiento, ahora que sabe que está cumpliendo sus últimos servicios tras una temporada memorable. Courtois será titular en Wembley ante el Dortmund. No lo serán algunos de los que se lucieron ante el Villarreal y menos aquellos que como Militao dejaron en evidencia que todavía están lejos de su nivel. El brasileño se vio ampliamente superado por Sorloth y Rüdiger directamente evitó correr más riesgos de la cuenta.

La eficacia de Güler'

A pesar del descontrol y de los inusuales cuatro goles en contra, el Real Madrid se fue de La Cerámica con buenas noticias. Porque este curso no hay 'Marianos' o 'Hazards', dos jugadores que sirven para identificar la categoría de futbolista que ha engordado su palmarés y bolsillo a costa del club blanco. La mejor muestra es Arda Güler. Sus seis goles en seis disparos son un registro inigualable.

Lo que al principio de temporada eran comentarios sobre una mala planificación en el mercado de verano se han convertido en piropos hacia el Real Madrid híbrido. Un equipo donde todos suman y que ha basado su brillante curso más que nunca en lo colectivo. En ese territorio de fertilidad están creciendo jugadores como Güler.

Un curso que ha sido difícil para el turco por las lesiones, hasta el punto de que se planteó su cesión como único remedio para que su compra (20 millones de base) fuese efectiva. No ha hecho falta. Cualquiera de los cuatro tantos anotados por los de Ancelotti en la primera parte forman parte del mismo estilo pictórico.

Exhibición noruega

El Real Madrid pinta sus goles como si fuera Pollock, con salpicaduras de jugadores fuera de sus posiciones habituales. Brahim, Lucas Vázquez o Joselu. Da igual el nombre, como viene sucediendo durante la temporada, los futbolistas del Real Madrid partían de una base que abandonaban en cuanto Modric tomaba el mando. 

Ahora que Modric está más cerca de renovar que de firmar un final extraño a su carrera, se valora más el patrimonio que ha generado y dejará en un Real Madrid que vive del fútbol. Esa es clave y no siempre la mística con la que intentan envolverse las victorias. La lección de Sorloth llega en el momento adecuado para un equipo que, aunque a veces parezca inmortal, puede dejar de serlo si alguien es capaz de armar una exhibición como la del noruego.