2023, el año del cruento regreso de la guerra a Oriente Próximo

Este 2023, la guerra ha regresado con extrema violencia a Oriente Próximo. El pasado 7 de octubre, Israel vivió el peor ataque de los 75 años de su historia. En pleno sabbat, día santo del judaísmo y en el que se paraliza la actividad prácticamente en todo el país, militantes de Hamás y otros grupos armados palestinos lanzaron una ofensiva sin precedentes por tierra, mar y aire contra el Estado hebreo en la que mataron a 1.139 personas y secuestraron a unas 240. El brutal zarpazo terrorista pilló desprevenidos a unos ciudadanos que se creían a salvo en uno de los países más obsesionados por la seguridad y con uno de los Ejércitos más sofisticados del planeta.

El trauma, por ahora, se está canalizando con un apoyo férreo de la población a la guerra iniciada ese mismo día por el Gobierno de Binyamín Netanyahu en la Franja de Gaza, donde Hamás gobierna de facto desde 2007. No ha llegado el momento de pedir cuentas al Ejecutivo por las omisiones de inteligencia que han arrojado algunos informes desvelados por medios como 'The New York Times', que apuntan a que las autoridades hebreas conocían los planes de Hamás desde hace un año. Y la única presión interna que está viviendo Netanyahu es por parte de las familias de los rehenes que siguen en Gaza, unos 129, aunque 21 de ellos se estima que están muertos, según 'Haaretz'.

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La represalia israelí tampoco tiene precedentes en la región y ya se ha convertido en la más letal de los últimos 40 años, según los datos recopilados por la oenegé B'Tselem. En menos de tres meses, los bombardeos del Ejército hebreo sobre la Franja han acabado con la vida de más de 20.000 palestinos, arroja el balance del Ministerio de Sanidad del enclave. Pero además de los proyectiles que caen del cielo, los gazatíes sufren un severo bloqueo por parte de Israel, que desde el primer momento impidió la entrada de agua, alimentos y combustible, y solo aceptó, tras arduas negociaciones diplomáticas, el ingreso con cuentagotas de camiones con ayuda humanitaria, con lo que el riesgo de hambruna es ya un hecho, en palabras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) .

El actual conflicto ha tenido reflejo en la Cisjordania ocupada, donde desde el 7 de octubre han muerto más de 300 palestinos, y cuenta con una peligrosa derivada en la región, con los combates entre las milicias de Hizbulá y el Ejército israelí en la frontera con el Líbano, y los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a buques mercantes en el mar Rojo que han obligado a modificar rutas marítimas, un hecho que puede acabar repercutiendo en los bolsillos de Occidente. Hamás, Hizbulá y las milicias hutíes integran el llamado Eje de la Resistencia, una suerte de alianza informal liderada por Irán, némesis de Israel y Estados Unidos.

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Incomodidad de los aliados

Con el paso de los días, aumenta la incomodidad de los aliados tradicionales de Israel y se elevan nuevos llamamientos a un alto el fuego humanitario a pesar de que en los primeros compases de la guerra apoyaron sin matices el derecho de Israel a defenderse de la agresión de Hamás.

El teatro de Naciones Unidas ha sido testigo de estas contradicciones a pesar de los esfuerzos de su secretario general, António Guterres, por intentar poner fin al conflicto y llamar a las cosas por su nombre que le han valido una réplica furibunda por parte del Gobierno israelí. EEUU ha ejercido en dos ocasiones su derecho al veto en el Consejo de Seguridad para impedir que salieran adelante resoluciones para exigir un alto el fuego o "pausas humanitarias". Y en la memoria todavía resuenan las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldando al Estado hebreo y olvidando a las víctimas civiles de Gaza. Unas palabras que se vio obligada a matizar días más tarde.

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El frente diplomático ha conseguido algunas victorias. Además de la ya mencionada sobre el paso –del todo insuficiente, según las organizaciones humanitarias– de camiones con ayuda, la mediación de Qatar, Egipto y EEUU logró que el 23 de noviembre se iniciara una tregua de siete días entre los dos bandos durante la que se realizaron intercambios de rehenes por presos palestinos: en total, 105 civiles fueron entregados por Hamás e Israel excarceló a 240 reclusos.

Pero mientras se discute en cancillerías, despachos y residencias oficiales un eventual nuevo cese de las hostilidades, la guerra sigue su cruento curso sin que se vislumbre la paz en el horizonte y con la incógnita de cómo se gestionará la Gaza de la posguerra. Netanyahu ha proclamado en numerosas ocasiones su intención de "aniquilar" a Hamás y rechaza que sea la Autoridad Palestina la que tome las riendas del enclave, como sugiere EEUU. Los colonos, por su lado, empujan para volver a ocupar la Franja. Una ficha más de un endemoniado rompecabezas con más de 75 años de historia.

Estas son otras noticias que han marcado la agenda internacional en 2023:

Ucrania: La contraofensiva que nunca fue

La guerra de Ucrania debería haber estado marcada este 2023 por una contraofensiva de las tropas de Kiev que finalmente no ha dado los frutos anunciados. Además, el presidente Volodímir Zelenski ha visto flaquear el apoyo económico de sus aliados. El Partido Republicado de EEUU ha bloqueado un nuevo paquete de ayuda y la UE, debido al veto de Hungría, tampoco ha consensuado un paquete de asistencia financiera de 50.000 millones de euros para el país eslavo. El episodio que ha marcado este año el conflicto sucedió fuera de las fronteras de Ucrania, con el pulso del grupo de mercenarios Wagner a Vladímir Putin del 24 de junio. La insurrección fue abortada en menos de 24 horas y el líder del grupo, Yevgueni Prigozhin, y sus lugartenientes fallecieron 2 meses después en un accidente de avioneta.

La tierra tiembla en Turquía y Marruecos

Los desastres naturales también han tenido su espacio en el año que acaba. Un fuerte seísmo en Turquía y Siria provocó la muerte de 56.000 personas en febrero. Siete meses más tarde, la tierra tembló en Marruecos, en las montañas del Alto Atlas, y fallecieron más de 5.000 personas. En ambos lugares, las causas de la elevada mortalidad fueron la debilidad de los materiales de construcción y el momento del día en que tuvieron lugar los terremotos: de noche o madrugada, cuando la mayoría de la población está durmiendo en sus casas.

Seísmo político en Argentina

Otro terremoto, pero en esta ocasión político, ha tenido lugar a finales de año en Argentina con la victoria del anarcocapitalista Javier Milei, un economista que cosechó popularidad gracias a sus intervenciones histriónicas como tertuliano televisivo. Tomó posesión el pasado 10 de diciembre y ya ha decretado un rosario de 300 medidas que plantean desregulaciones de la economía, despidos de trabajadores públicos y reformas del régimen laboral. Está por ver qué impacto tendrán estos ajustes de carácter ultraliberal en un país con un 40% de pobres y una inflación interanual del 140%.

Trump, ¿contra las cuerdas de la justicia?

Por último, 2023 ha sido el año en el que se ha estrechado el cerco judicial sobre el expresidente de EEUU Donald Trump. Ha sido condenado a pagar 5 millones de dólares a la escritora Jean E. Carroll por abuso sexual y difamación, se enfrenta a un juicio por fraude fiscal en su imperio económico en Nueva York, y ha sumado cuatro imputaciones penales que irán a juicio el año próximo por delitos tan graves como intentar alterar el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 e incitar a sus seguidores a asaltar el Capitolio. A pesar de todo, Trump se mantiene como favorito para ser el candidato del Partido Republicano en los comicios de noviembre de 2024, en los que presumiblemente se volverá a medir con el demócrata Joe Biden.