Conflicto en Oriente Próximo

El alto el fuego entre Israel y Hamás empezará el jueves con la liberación de rehenes

DIRECTO | Guerra Israel-Hamás: últimas noticias al minuto

MULTIMEDIA | Resumen del conflicto en Oriente Próximo

MULTIMEDIA | Israel: origen y evolución del país de la paz imposible

Israel y Hamás llegan a un acuerdo de "pausa humanitaria" que incluye liberar rehenes

ABIR SULTAN / POOL / REUTERS / VÍDEO: EUROPA PRESS

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las bombas se detendrán sobre Gaza. Tras 47 días de guerra, el Gobierno de Israel ha aceptado este martes el acuerdo con el grupo islamista Hamás para la liberación de 50 secuestrados en la Franja de Gaza, a cambio de excarcelar a 150 presos palestinos y una tregua de cuatro días. El pacto entrará en vigor a el jueves a las 10.00 horas (local). En ese momento, empezarán a salir las primeras mujeres y niños cautivos en Gaza por el paso de Rafah en la frontera con Egipto. El acuerdo ha costado sudor y esfuerzo al gobierno israelí tras una tensa reunión que se alargó hasta la madrugada. Todos los miembros del ejecutivo del primer ministro Binyamín Netanyahu votaron a favor del intercambio y de la tregua excepto los tres ministros del Partido Poder Judío (Otzma Yehudit), del ultraderechista y ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.

Durante la mañana de este miércoles, Israel ha publicado una lista de 300 presos palestinos y detenidos que podrían ser liberados como parte del acuerdo. Desde que empezó el conflicto, al menos 3.000 palestinos de la Cisjordania ocupada han sido detenidos por Israel. La publicación de esta lista ha dado al público la oportunidad de apelar en contra de la liberación de presos específicos y recurrir al Tribunal Supremo. El Tribunal Superior de Justicia ha rechazado la petición presentada por la organización Almagor, de víctimas del terrorismo, contra el acuerdo y ha dicho que el gobierno tiene autoridad para hacerlos. La gran mayoría, 287 de los 300 prisioneros de seguridad cuya posible liberación está prevista, son hombres de 18 años o menos, la mayoría de ellos detenidos por disturbios y lanzamiento de piedras en Cisjordania o Jerusalén Este. Los otros 13 prisioneros son mujeres adultas, la mayoría de ellas condenadas por intento de apuñalamiento terrorista.

Los términos del acuerdo afirman que el pacto incluye la liberación de un mínimo de 50 rehenes, en su mayoría niños y sus madres, con la posibilidad de que la cifra se amplíe a 80, además de un alto el fuego de mínimo cuatro días, que podría extenderse varios días más. Hamás llevará los rehenes a la Cruz Roja en grupos diarios de unos diez y esta los trasladará a Egipto a través del paso de Rafah y, desde allí, serán trasladados a Israel. A su vez, Israel liberará a a un máximo de 150 presos de seguridad palestinos en los próximos días una vez reciba pruebas de que los rehenes liberados son los ciudadanos israelíes específicamente acordados. Ante la desconfianza contra Hamás, Israel ha decidido no informar a las familias hasta que sus seres queridos hayan salido de Gaza. Además, el Ejército se compromete a no sobrevolar la Franja de Gaza durante seis horas diarias mientras la tregua esté en vigor para permitir a Hamás localizar a rehenes que se encuentran en poder de otros grupos armados, como la Yihad Islámica.

"Todos los rehenes"

En un breve comunicado publicado tras la reunión, el Ejecutivo israelí ha subrayado que "está obligado a devolver a casa a todos los rehenes". "Esta noche, el Gobierno ha aprobado el esbozo de la primera etapa para lograr este objetivo, según el cual al menos 50 rehenes –mujeres y niños– serán liberados a lo largo de cuatro días, durante los cuales se hará una pausa en los combates", dice la nota que explica que por cada diez rehenes adicionales que sean liberados, habrá un día más de pausa. Según algunas estimaciones, Hamás retiene a entre 210 y 240 rehenes, mientras que la Yihad Islámica Palestina mantiene bajo poder a unos 30.

El acuerdo también incluiría, según la prensa hebrea, la entrada a la Franja incluida la parte norte, de 100 a 300 camiones con alimentos y ayuda médica, además de combustible. Asimismo, según la televisión pública israelí, el cese temporal de las hostilidades comenzará el jueves tras las 24 horas en que se pueden presentar eventuales apelaciones a la decisión gubernamental ante la Corte Suprema. No serán liberados soldados ni hombres ni se recuperarán los cadáveres de rehenes fallecidos. Sin embargo, medios precisaron que podrían intercambiar hombres ancianos y rehenes con nacionalidad extranjera.

Otro de los puntos que destaca la prensa israelí es que Hamás deberá entregar los nombres de las personas que serán liberadas con un día de antelación. Netanyahu aseguró antes de la reunión del Gobierno que el acuerdo incluye que la Cruz Roja visitará a los secuestrados y les ofrecerá ayuda médica. Antes de las discusiones de su Gabinete, el primer ministro aseguró que aceptar este acuerdo, que según Hamás se lleva discutiendo un mes, "es una decisión difícil, pero es la decisión correcta". No obstante, Netanyahu advirtió de que esta tregua no significa el fin de la ofensiva, que ha causado más de 14.000 muertos, de los que más de 5.000 son niños.

Durante este miércoles, los ataques no han dejado de caer sobre el enclave. Además, decenas de palestinos han sido enterrados en una fosa común. La Media Luna Roja palestina ha denunciado que el Ejército israelí ha impedido que las ambulancias de Al Shifa evacuen a los pacientes al informar que cinco horas después, el convoy que evacuaba a los heridos y pacientes del hospital todavía está varado en el puesto de control que separa el norte de Gaza del sur, ya que las fuerzas israelíes están obstruyendo su paso, poniendo vidas en riesgo. El panorama en Gaza horas antes de la entrada en vigor de la tregua no es nada distinto al de los días anteriores. Esta pausa se produce después de semanas de presiones cada vez mayores de la comunidad internacional y de los principales organismos internacionales, como Naciones Unidas, para detener los incesantes ataques, que han causado también más de 1,7 millones de desplazados.