Tras 47 días de guerra

Rehenes por presos: 4 claves del pacto entre Israel y Hamás y su influencia en la guerra

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Bombardeo israelí en Rafah, en la Franja de Gaza

Bombardeo israelí en Rafah, en la Franja de Gaza / Abed Rahim Khatib / DPA / EUROPA PRESS

Andrea López-Tomàs

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Los 47 días de bombardeos incesantes sobre la Franja de Gaza tienen una pausa prevista. Pero Israel no se detiene por la presión internacional, ni por un arrebato de humanidad con la población asediada, ni tampoco porque se le hayan acabado las balas. El Ejército de Israel dejará de bombardear el enclave, porque ha llegado un acuerdo con la milicia palestina Hamás para liberar a algunos de los rehenes que tiene en su poder el grupo desde su ataque el pasado 7 de octubre. A continuación, cuatro claves para entender la relevancia de este acuerdo y sus condiciones, que en principio entrarían en vigor este jueves.

Primera tregua en la guerra

Primera tregua en la guerra

Este acuerdo supone el primer pacto entre Israel y Hamás desde el inicio del conflicto. El pasado 7 de octubre, la milicia palestina lanzó una ofensiva sin precedentes por tierra, mar y aire que acabó con la vida de 1.200 israelís. Como respuesta, el Ejército israelí lleva 47 días bombardeando la Franja de Gaza en una de sus peores ofensivas en años. Ya son más de 14.100 los palestinos asesinados por parte de Israel, con miles de niños muertos bajo los escombros. Además, el 45% de los hogares del enclave ya no existen y hay unos 1,7 millones de desplazados. Algunos se han refugiado en hospitales y escuelas de Naciones Unidas que Israel también ve como objetivos de ataque, provocando masacres impensables en pleno siglo XXI. Aquel 7 de octubre los milicianos de Hamás también se llevaron a unos 240 rehenes que han sufrido las bombas junto a la población de la Franja. Durante el mes y medio de conflicto, la milicia ha anunciado que algunos de los cautivos han muerto a causa de los bombardeos o del estrés.

Condiciones del acuerdo

Condiciones del acuerdo

El pacto alcanzado entre Israel y Hamás, gracias a la mediación de Estados Unidos y Qatar, incluye la liberación de, al menos, 50 personas secuestradas en la Franja de Gaza, que podrían llegar a ser hasta 80. A cambio, Israel excarcelará a 150 presos palestinos que no han sido condenados por delitos de sangre y permitirá una tregua de cuatro días sobre el enclave. La mayoría de los liberados serán niños y sus madres, con la posibilidad de soltar a hombres ancianos. Hamás llevará los rehenes a Egipto a través del paso de Rafah en grupos diarios de unos diez y, desde allí, serán trasladados a Israel. Además, el Ejército se compromete a no sobrevolar la Franja de Gaza durante seis horas diarias mientras la tregua esté en vigor para permitir a Hamás localizar a rehenes que se encuentran en poder de otros grupos armados, como la Yihad Islámica.

Oposición israelí

Oposición israelí

Como ya es costumbre en Israel, al gobierno le ha costado mucho llegar a su propio acuerdo sobre el acuerdo. Después de horas de deliberación, en la madrugada del miércoles, los ministros del primer ministro, Binyamín Netanyahu, han podido anunciar la aprobación de las condiciones no sin antes ser protagonistas de escenas de elevada tensión y confrontación. Tras votar en contra, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha seguido criticando duramente el acuerdo de tregua, argumentando que la pausa en los combates sienta un “precedente peligroso”. Si bien dice que hay una “ventaja” en el acuerdo con el regreso de los cautivos, “no tenemos ningún derecho ni autoridad para aceptar la idea de separarlos y devolver sólo una parte”, ha dicho después de afirmar durante la reunión del gobierno que "esta decisión nos causará un gran daño durante generaciones".

Un después bélico

Un después bélico

Aunque, en un primer momento, esta supone una buena noticia, un pequeño alivio para los ciudadanos de Gaza, no significa, para nada, el final de las hostilidades. Se suceden las dudas sobre el tiempo en que se mantendrá si este acuerdo se ejecuta con éxito y qué sucederá después en la campaña militar de Israel. Netanyahu ya aclaró antes de su reunión de gobierno que "estamos en guerra y continuaremos la guerra hasta que logremos todos nuestros objetivos de guerra: eliminar a Hamás, devolver a todos nuestros rehenes y desaparecidos y garantizar que no haya ningún elemento en Gaza que amenace a Israel". Durante las negociaciones, no se han detenido ni un momento los bombardeos sobre la Franja de Gaza, que ya han matado a 14.100 personas y han desplazado a unos 1,7 millones de palestinos de sus casas.

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