Perfil del ultraderechista

Ben Gvir, el incendiario ministro que maneja el Gobierno de Israel

El abogado al mando de la cartera de Seguridad Nacional ha formado parte de círculos de extrema derecha desde su adolescencia y ahora defiende esta ideología desde el Ejecutivo más conservador de la historia del Estado hebreo

Itamar Ben Gvir, el nuevo ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha de Israel

Itamar Ben Gvir, el nuevo ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha de Israel / EFE

Andrea López-Tomàs

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La primera imagen que tienen la mayoría de los israelís de Itamar Ben Gvir es con un brazo en cabestrillo y un emblema de Cadillac entre sus manos. Con 19 años, ya obtuvo sus primeros 15 minutos de fama en televisión. Era el 11 de octubre de 1995, año oscuro en la historia de Israel. El primer ministro Yitzhak Rabin acababa de firmar un histórico acuerdo de paz con el líder palestino Yaser Arafat. La violencia se apoderó de las protestas. "Así como llegamos a este emblema, podemos llegar a Rabin", presumía un jovencísimo Ben Gvir con la enseña que había arrancado del coche del primer ministro. Tres semanas después, un extremista de derecha asesinó a Rabin con dos tiros en una manifestación por la paz en Tel Aviv. 

Poco ha cambiado ese chaval con camiseta azul y la mano vendada. Solo que ahora cuenta con una plataforma mayor. Itamar Ben Gvir es el líder del partido Poder Judío y es ministro de Seguridad Nacional. Su llegada a los niveles más altos del poder es indicativa de la ola derechista que permea la sociedad y la política israelí. Solo un año antes de su aparición televisiva, cuando cumplió unos tiernos 18 años, fue eximido del servicio militar obligatorio israelí por sus antecedentes políticos de extrema derecha. Desde su adolescencia, Ben Gvir ha estado vinculado al movimiento kahanista. El partido Kach, creado por el rabino Meir Kahane, es considerado una organización terrorista por Israel y Estados Unidos.

Líder de los colonos

De ideología racista, los kahanistas apuestan por crear un estado teocrático judío y ven a los palestinos como los enemigos de los judíos y del propio Israel. Con apenas 11 años de recorrido, el Poder Judío de Ben Gvir ya es considerado el sucesor político de Kahane. Aunque el actual ministro mostró cierta moderación durante la campaña electoral antes de los comicios del pasado 1 de noviembre, el colono no ha abandonado todas sus costumbres por formar parte de las instituciones. Sí tuvo que retirar el retrato en su sala de estar del terrorista israelí-estadounidense Baruch Goldstein, que masacró a 29 fieles musulmanes palestinos e hirió a 125 en la Tumba de los Patriarcas en Hebrón en 1993.

Tras la jornada de movilizaciones sin precedentes del pasado lunes, el líder de Poder Judío consiguió que Netanyahu se comprometiera a financiar una guardia nacional dependiente de su ministerio

Aún así, Ben Gvir sigue apareciendo en las manifestaciones de los palestinos en el Jerusalén Este ocupado para dar apoyo a los colonos. La última vez que lo hizo, el pasado octubre, sacó una pistola. No disparó pero sí pidió a la policía que usara munición real contra los palestinos. Actuaciones de este tipo, y sus repetidos cargos por incitación al odio contra palestinos, no le han alejado del poder. Más bien al contrario. Desde finales de 2022, forma parte del gobierno más derechista de la historia de Israel, liderado por el veterano Binyamín Netanyahu. Y los acontecimientos más recientes demuestran que Ben Gvir maneja sin demasiado rival los mandos del Gabinete.

"Aplastarlos uno por uno"

Este letrado, al que, de primeras, se le impidió realizar el examen de abogacía por sus antecedentes penales, es capaz de mantener a todo Israel en vilo con un par de amenazas. La jornada de movilizaciones sin precedentes del pasado lunes se alargó porque Ben Gvir se negó a que Netanyahu pospusiera la reforma judicial. Incluso amenazó con su dimisión. Finalmente, con el sol ya puesto, el ministro de Seguridad Nacional aceptó el retraso bajo una condición: la promesa de una "guardia nacional" bajo su control. Al borde de la "guerra civil", Netanyahu accedió.

"La reforma pasará. Se establecerá la guardia nacional. El presupuesto que exigí para el Ministerio de Seguridad Nacional se aprobará en su totalidad", tuiteó Ben Gvir el lunes por la noche. "Nadie nos asustará. Nadie logrará cambiar la decisión del pueblo", concluía. De esta forma, el político de extrema derecha consigue un primer compromiso en su demanda de crear un cuerpo militar, independiente de la fuerza policial y del Ejército, que dependa de su ministerio. Así se acerca a cumplir una de sus promesas electorales y contar con algo parecido a su propia milicia privada.

Ante su incapacidad de controlar por completo a la policía, el mismo diputado que quiere otorgar inmunidad legal a los soldados israelís que disparan contra los palestinos y deportar a sus rivales en la Kneset a los que acusa de terrorismo, podría tener aún más fuerzas armadas a su disposición. Según él, estarían formadas por colonos de los asentamientos israelís ilegales en la Cisjordania ocupada. Tal vez sean los mismos hombres que atacaron e incendiaron el pueblo palestino de Huwara tras el asesinato de dos colonos. Los mismos a los que Ben Gvir proclamó: "Nuestros enemigos necesitan escuchar un mensaje de asentamiento, pero también de aplastarlos uno por uno".

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