Ataque a la democracia

Trump aprovecha su imputación para impulsar su carrera presidencial

Trump, imputado por intentar revertir los resultados de las elecciones en 2020

Rudy Giuliani y los otros cinco posibles compinches de Trump

Trump afirma tras la lectura de cargos que lo que le pasa es una persecución política

EFE VIDEO\Al Drago/Bloomberg

Carles Planas Bou

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Donald Trump niega su responsabilidad sobre el asalto al Capitolio. Por tercera vez en lo que va de año, el expresidente de Estados Unidos ha comparecido este jueves ante los tribunales para responder a la imputación que le sitúa en el centro de una conspiración para intentar subvertir la democracia y "revertir los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020" tras ser derrotado en las urnas por Joe Biden, según los cargos de la acusación.

Sobre las 16:30 horas del jueves (22:30 horas en España), Trump ha asegurado ante la jueza federal Moxila A. Upadhyaya que se declara "no culpable" (la versión en inglés de inocente) de los cuatro cargos que se le imputan: conspiración para defraudar a EEUU, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción a la justicia y conspiración contra los derechos. "Este es un día triste para América", ha dicho antes de subir a su avión privado.

Las acciones y métodos "ilegales" del magnate republicano desembocaron el 6 de enero de 2021 en la insurrección violenta de sus partidarios contra el Capitolio, un asalto a las instituciones democráticas que se saldó con cinco víctimas mortales y que ha ensanchado la brecha de un país ya agrietado.

El juicio sigue adelante

Al igual que en las dos otras causas penales que afronta, no ha sido detenido ni fotografiado. Al llegar se le han tomado las huellas dactilares y después ha tenido que responder su posición ante a los cargos presentados por el fiscal especial Jack Smith en el caso criminal 23-257, 'los Estados Unidos de América contra Donald J. Trump'. La acusación no ha solicitado prisión preventiva, lo que permite al expresidente quedar en libertad trar jurar que no se comunicará con ningún testigo. La jueza ha fijado la primera audiencia para el 28 de agosto.

En los alrededores del tribunal, en el que ya fueron juzgados aliados trumpistas como Paul Manafort o Steve Bannon, apenas una docena de acólitos del líder conservador se han concentrado en una Washington blindada, gris y lluviosa para protestar contra un juicio que sitúa a la nación ante un momento único en su historia.

"Necesito una imputación más para asegurar mi elección"

Donald Trump

— Expresidente de los Estados Unidos

Unas horas antes, Trump arengaba a los suyos desde su plataforma Truth Social: "Si estas persecuciones ilegales tienen éxito, si se les permite prender fuego a la ley, entonces no se detendrá conmigo. Su cerco se cerrará aún más alrededor de TI".

Problemas con la justicia

La tercera imputación de Trump aboca a EEUU a un escenario tan vertiginoso como incierto. El expresidente es el favorito para hacerse con la nominación republicana para las elecciones que se celebrarán en noviembre del año próximo. Ganar esos comicios sería la forma de sellar su ansiada venganza contra Biden y los demócratas.

Sin embargo, esa senda puede verse truncada por la multitud de investigaciones judiciales que señalan al expresidente. La más grave es la reciente imputación por tratar de manipular los resultados electorales en 2020 "utilizando a conciencia consignas falsas de un fraude" en las urnas que nunca existió. Los expertos señalan que el juicio puede alargarse meses y que el equipo legal de Trump tratará de retrasarlo hasta después de las elecciones de 2024.

En junio, el expresidente fue imputado con 37 cargos federales por retener indebidamente documentos gubernamentales tras abandonar la Casa Blanca y por tratar de bloquear la investigación. En marzo, se convirtió en el primer expresidente imputado por lo penal por pagar 130.000 dólares para silenciar antes de las presidenciales de 2016 a la actriz porno Stormy Daniels, quien asegura que mantuvo relaciones sexuales con él. Entonces también negó su culpabilidad.

Trump encara otros problemas legales. Presumiblemente, la fiscal del Fulton, en Georgia, Fani Willis, anunciará el próximo 1 de septiembre nuevos cargos relacionados con los esfuerzos del expresidente para socavar las elecciones de 2020. El sheriff de la zona ya ha asegurado que el candidato a la nominación republicana no recibirá trato especial alguno.

¿Qué pasará ahora?

De nuevo, Trump ha puesto a EEUU en una situación única. A pesar de la falta de precedentes, la legislación estadounidense contempla que alguien imputado e incluso condenado pueda presentarse a las elecciones presidenciales. Ese es el objetivo del magnate, claro favorito para hacerse con la nominación de un partido, el republicano, que sigue controlando con mano de hierro. Declaraciones como las del exvicepresidente Mike Pence, que ha acusado al que fue su superior de ponerse "por encima de la Constitución" y ha tildado a sus abogados de "chiflados", siguen siendo una anomalía.

La sucesión de escándalos e imputaciones podrían valer bien poco para una gran bolsa de votantes convencidos de que todo se trata de una "persecución política", como repite su líder. En enero del 2016, el entonces candidato aseguró que "podría disparar a alguien y aun así no perder ni un voto". Ahora, espera que la multitud de procesos judiciales a los que se enfrenta le conviertan en un mártir. Una encuesta de la CNN publicada este jueves muestra a que un 69% de los republicanos sigue creyendo que la victoria de Biden en 2020 fue ilegítima. El último veredicto lo tendrán los votantes y Trump lo sabe: "Necesito una imputación más para asegurar mi elección".