Nuevo revés judicial

La imputación de Trump por su intento de revertir el resultado electoral plantea un firme desafío a la democracia de EEUU

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Multimedia | Donald Trump, contra las cuerdas de la justicia

El expresidente de EEUU Donald Trump, durante un acto en Las Vegas el pasado 8 de julio.

El expresidente de EEUU Donald Trump, durante un acto en Las Vegas el pasado 8 de julio. / PATRICK T. FALLON / AFP

Laura Puig

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El expresidente de Estados Unidos Donad Trump ha vuelto a hacer historia. Un gran jurado de Washington le imputó este martes cuatro cargos federales por su intento de revertir el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 y arrebatar el triunfo al demócrata Joe Biden, que culminó con el asalto al Capitolio. Se trata de la tercera imputación que suma Trump desde el pasado mes de marzo, pero en esta ocasión supone una prueba de estrés para la democracia y el Estado de derecho de EEUU mucho más dura y de consecuencias impredecibles.

Los dos procesamientos anteriores están relacionados con los pagos a la actriz porno Stormy Daniels y el manejo irregular de documentos clasificados hallados en su mansión de Mar-a-Lago (Florida), acusaciones muy graves para un presidente. Sin embargo, la de esta semana va varios pasos más allá, pues atañe a los fundamentos del sistema político del país. "Esto va directamente a la cuestión de cómo funcionan las elecciones, cómo el poder se transfiere pacíficamente. Es realmente una cuestión sobre el funcionamiento de la democracia estadounidense", ha manifestado a 'The Washington Post' Jon Grinspan, conservador del Museo Nacional de Historia Americana.

El caso analiza los esfuerzos realizados por el republicano y su entorno para modificar el dictado de las urnas desde el mismo día de los comicios, el 3 de noviembre de 2020, hasta después del 6 de enero de 2021, cuando una turba de seguidores irrumpieron en el Capitolio durante la sesión para certificar la victoria de Biden. En el auto elaborado por el fiscal especial Jack Smith y avalado por el gran jurado, se acusa formalmente a Trump de cuatro cargos federales: conspiración para defraudar a EEUU, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra el derecho al voto. Cuatro cargos por los que se enfrenta a una pena máxima de 55 años de prisión en total.

Seis colaboradores

"El objetivo de la conspiración fue revertir los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020 utilizando a conciencia consignas falsas de un fraude para obstruir la función del Gobierno federal de recolectar, contar y certificar los resultados", señala el texto, de 45 páginas, que también subraya las "mentiras" que propagó el entonces presidente asegurando que él era el vencedor de las elecciones y dando "falsas esperanzas" de que Pence podría modificar el resultado electoral. "Estas afirmaciones fueron falsas, el acusado sabía que eran falsas", añade Smith, al tiempo que destaca su papel en la insurreción del 6 de enero: "Dirigió a una multitud enfrente de él para que se dirigiera al Capitolio". La acusación menciona también a seis personas que presuntamente participaron en la conspiración, pero no se ha revelado su identidad al estar sus actos todavía bajo investigación.

El fiscal especial, quien también dirigió la investigación de los papeles de Mar-a-Lago y está a punto de concluir la de la supuesta interferencia electoral en Georgia -la imputación podría anunciarse antes de que acabe el verano-,anunció durante la presentación de los cargos que intentará que se celebre un "juicio rápido". Por el momento, el expresidente debe comparecer este jueves ante la jueza de Washington Mozilla Upadhyaya. Lo más probable es que se declare no culpable y que lo atribuya a una "caza de brujas", como ya hizo en sus dos anteriores imputaciones. La jueza, por su parte, podría establecer condiciones para que Trump quede en libertad.

Impacto en la campaña

Está por ver cómo afecta este nuevo golpe judicial a la campaña de Trump en las primarias para encabezar la candidatura republicana en los comicios de noviembre de 2024. Pero a tenor de lo ocurrido anteriormente, no parece que vaya a afectarle lo más mínimo. Al contrario, coge impulso con cada nueva imputación. Es claramente el favorito en las encuestas y en las últimas semanas ha ampliado su distancia respecto de su inmediato rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis. En el sondeo más reciente, publicado por 'The New York Times', le saca 37 puntos de ventaja.

Este miércoles, Trump ha utilizado su red social, Truth, para agradecer a sus seguidores el apoyo que le han mostrado tras la nueva imputación. "¡¡¡Gracias a todos!!! Nunca he tenido tanto apoyo en algo antes", ha escrito en mayúsculas, uno de sus recursos habituales para poner énfasis en sus mensajes. A su juicio, esta acusación "ha revelado al mundo la corrupción, el escándalo y el fracaso que han tenido lugar en EEUU en los tres últimos años". Un comunicado de su campaña fue más allá y comparó su enjuiciamiento con la "Alemania nazi de la década de 1930".

Tras conocer los nuevos cargos, el Partido Republicano volvió a arropar al expresidente, con las excepciones de siempre. El que fuera su vicepresidente, Mike Pence, insinuó que las acusaciones deberían descalificar a Trump de las primarias: "Cualquiera que se ponga a sí mismo por delante de la Constitución no debería ser nunca presidente". Otro de sus críticos habituales entre los republicanos, el exgobernador de Arkansas y también candidato Asa Hutchinson, pidió al exmandatario renunciar a su campaña por su "responsabilidad moral" en el asalto al Capitolio. Muy diferente fue el tono del líder del partido en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, quien censuró el, a su juicio, uso partidista del Departamento de Justicia por parte de la Casa Blanca. "Ayer mismo una nueva encuesta mostraba que el presidente Trump es sin duda alguna el principal oponente político de Biden. Todos en EEUU podrían ver lo que iba a pasar a continuación", escribió McCarthy en la red social X, anteriormente conocida como Twitter. DeSantis rechazó realizar comentarios escudándose en que no había leído la acusación.

Campaña y juicios

Algo que parece claro en este momento es que la precampaña y, casi con total seguridad, la campaña de las presidenciales, estarán salpicadas de juicios contra Trump. A la espera de que se ponga fecha a este último caso y se cierre la investigación de Georgia, se espera que el de los supuestos pagos a Stormy Daniels comience el próximo mes de marzo, y el de los papeles de Mar-a-Lago, en mayo. No obstante, una imputación, o incluso una condena, no parece que vayan a impedirle concurrir a las elecciones. "No hay nada en la Constitución que diga que no puede", ha asegurado a Efe el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Quinnipiac, Scott McLean.

En cualquier caso, la respuesta de la justicia, y de la sociedad, a las graves acusaciones contra Trump será trascendental para el futuro de la democracia estadounidense. "Es importante evidenciar la fortaleza de nuestro sistema demostrando que nadie, ni siquiera un expresidente, está por encima de la ley", ha señalado en el 'Post', Rachel Kleinfeld, experta en Estado de derecho en el Carnegie Endowment for International Peace.