Balance del pacto contra la segregación

Catalunya sigue teniendo 410 escuelas segregadas, la misma cifra que hace ocho años

"Sin medidas más contundentes, la segregación escolar no terminará ni en 2026 ni en 2036"

Informe PISA: Los resultados entre alumnado no migrante y migrante se igualan si se resta el 'factor pobreza'

La síndica insta a las escuelas a combatir la segregación también desde las aulas

Entrada de una escuela pública en Barcelona hace unos días.

Entrada de una escuela pública en Barcelona hace unos días. / ZOWY VOETEN

Helena López

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Que un alumno esté al lado de otro con un nivel un poco superior crea una transferencia; aunque esta se pueda hacer de 'mala manera'. Copiar del que está escribiendo a mi lado me va a ayudar a adquirir ciertos conocimientos. Hablar con esos alumnos, ir a sus casas, acceder al capital cultural de sus familias si se hacen amigos… todo eso influye en el plano académico. Y, en el de la cohesión social, la mezcla en el colegio es básica para que los niños, todos, aprendan a respetar al otro en su día a día; el miedo hacia el 'distinto' que genera tantos problemas también baja con la mezcla en el colegio, generando sociedades mejores.

El 56% de estos centros tienen a 15 minutos a pie otro en el que prácticamente no hay alumnado vulnerable

Estas son algunas de las reflexiones puestas sobre la mesa por la catedrática Agnès van Zanten, directora de investigación en el Centre National de la Recherche Scientifique en París y referente mundial en el estudio de las desigualdades en la educación, durante una vista a Barcelona este verano, en la que habló también del efecto Pigmalión, uno de los riesgos de los centros 'guetificados': "Si los profesores no creen que los alumnos pueden progresar se ha demostrado que no progresan".

"Los centros con mayor complejidad no han recibido todas las medidas necesarias previstas en el pacto"

Estas cuestiones marcan el camino del Pacto Contra la Segregación Escolar en Catalunya, impulsado por el Síndic de Greuges con la firma del Parlament, los ayuntamientos y las entidades educativas, del que se cumplen cinco años, y del que la Fundació Bofill ha hecho balance este jueves.

Un balance que celebra el innegable paso adelante que ha supuesto su puesta en funcionamiento [el 68% de los centros catalanes reflejan la composición de su entorno, 9 puntos más que el curso 19-20]-, pero que dista bastante del triunfalismo mostrado por la consellera de Educació, Anna Simó, quien en su primera comparecencia pública tras los pésimos resultados de PISA (que hicieron evidente la preocupante desigualdad en la escuela catalana) habló de la segregación escolar en pasado y llegó a asegurar que en tres o cuatro años sería historia.

En Catalunya hay 410 centros que siguen segregados -un 17% del total-, el mismo porcentaje que hace ocho años. "Los centros más segregados, con mayor complejidad, no han recibido todas las medidas necesarias para equilibrar la compensación pese a estar previstas en el Pacto", alertan desde la fundación, que juzgan grave la situación de estancamiento y piden medidas concretas para este grupo de centros.

La Fundación Bofill pide medidas concretas para estas escuelas, como eliminar la matrícula viva

Además, se da la circunstancia que el 56% de estos centros de máxima complejidad tienen al lado otro "no corresponsable". Es decir, con menos de la mitad de alumnado vulnerable que la media municipal. Lo que significa que comparten barrio con centros segregados a la inversa, en los que casi la totalidad del alumnado no es vulnerable [por "al lado" el informe considera menos de 15 minutos a pie, en el caso de primaria, y de 20 minutos a pie, en el caso de secundaria].

Para revertir esta situación, los investigadores de la Fundación Bofill proponen una serie de propuestas, entre las que destacan medidas como la protección de la matrícula viva; porque seis de cada 10 centros segregados reciben asignaciones sobrevenidas de alumnado vulnerable a lo largo del curso que incrementan su complejidad.

El 61% de los centros concertados tiene una composición equilibrada respecto a su entorno, 15 puntos más que cuando se firmó el Pacto contra la Segregación

"Pese a que la matrícula viva -los alumnos que llegan durante el curso, la mayoría vulnerables- se distribuye de una forma más equilibrada en el marco del pacto, los centros segregados siguen recibiendo un exceso de matrícula viva respecto al resto de centros de su municipio", señala el informe.

El pacto ha permitido incrementar la detección del alumnado vulnerable que en cuatro cursos ha pasado del 7% al 23%

En el apartado de avances -que los ha habido, y reseñables- el informe destaca que la composición social de "una parte" de los centros concertados se ha diversificado: el 61% de los centros concertados tiene una composición equilibrada respecto a su entorno, 15 puntos más que cuando se firmó el Pacto contra la Segregación. Pese a esa cifra, todavía existen grandes diferencias de composición entre redes de titularidad: los centros públicos matriculan el doble de alumnado vulnerable que los centros concertados.

Otro de los avances positivos destacados en el balance de la Fundació Bofill es el incremento de la detección del alumnado vulnerable, que ha pasado del 7% al 23% entre los cursos 19-20 y 22-23, y se acerca a la tasa de alumnado en riesgo de pobreza.