Educación en Catalunya

Informe PISA: Casi dos cursos de diferencia entre la escuela pública y la concertada en mates y ciencias

Catalunya registra resultados "catastróficos" y se sitúa a la cola de España

¿Qué ha pasado con el alumnado migrante y las pruebas PISA?: mentiras, verdades y retos

El Govern admite que hay que volver a lo básico: enseñar a leer

Acción de protesta en la escuela Auditori de Barcelona el primer día de curso.

Acción de protesta en la escuela Auditori de Barcelona el primer día de curso. / Jordi Otix

Helena López

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El último informe PISA basado en las pruebas realizadas en marzo de 2022 por el alumnado de cuarto de ESO presentado este martes confirmaba los peores temores. La educación catalana -a la cola de España- no funciona como debería. Catalunya es el territorio del Estado que más puntos pierde en matemáticas desde 2018 (21), solo superado por Melilla, situación que lleva días llenando horas de tertulias y páginas de periódicos. Pero, ese alarmante descenso -según los parámetros del informe, 20 puntos son el equivalente a un curso escolar- no es ni mucho menos igual para todos, y eso tiene unas causas y unas consecuencias.

El Govern ya se encargó el martes en destacar la diferencia de resultados entre los alumnos de origen migrante y los que no lo son (43 puntos en matemáticas) con un desafortunado análisis que rectificó horas más tarde; pero que puso sobre la mesa la gran brecha que sigue habiendo en nuestras aulas, que el presente informe revela que están muy lejos de ser el ascensor social que debieran. Una inequidad se hace más que evidente poniendo el foco en la diferencia de resultados entre la escuela pública y la privada (incluyendo en esta categoría la escuela concertada, con un gran peso en Catalunya).

En matemáticas, la diferencia de puntuación entre los centros de titularidad pública (458) y los de titularidad privados (495) es de 37 puntos (es decir, de casi dos cursos). Mientras las escuelas privadas catalanas están en la media de las privados de la OCDE (495), las públicas están 10 por debajo. 

En lectura, la diferencia entre los centros públicos y los privados-concertados es de 36 puntos (de 487 a 451) y en ciencias también de 37, de 503 a 466. Es decir, resultados muy por debajo en las tres competencias evaluadas.

Inversión insuficiente

Esta diferencia, como es obvio, tiene varias explicaciones. La más obvia es la falta de recursos de la escuela pública, que gestiona una diversidad mucho mayor, fruto a su vez de una persistente segregación escolar, como admitió la propia consellera Anna Simó en sus redes sociales tras la polémica.

Pese que el actual Govern ha incrementado la inversión en Educación, esta todavía está lejos de ser el 6% del PIB que indica que debe ser la propia ley catalana de Educación.

Llama la atención que estos días la exconsellera de Educació Irene Rigau [ejecutora de los grandes recortes en la escuela pública catalana, entre los que destaca la eliminación de la sexta hora, con la que 'ahorró' 86 millones de euros por curso] haya concedido varias entrevistas hacienco declaraciones señalando a la ecología o el feminismo como factores que 'robaban' tiempo a los escolares para aprender matemáticas o catalán, teniendo en cuenta que ella borró una hora diaria al calendario escolar de los niños catalanes que a día de hoy no se ha recuperado.

Hace apenas unas semanas, el Cercle d'Economia reclamaba, precisamente, al Govern que recuperara la sexta hora en la escuela pública catalana. Una sexta hora que sí tiene la escuela concertada.

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