Entender más

Contra el mito histórico de la España unitaria

El historiador Eduardo Manzano propone en su último ensayo una lectura "plural" de nuestro pasado, basado en la historiografía moderna y alejado de los relatos unificadores de la historia de España que últimamente han cogido vuelo

Gonzalo Pontón, historiador y editor: "España es un país de derechas y profundamente analfabeto"

Historia de la Diada: ¿Qué pasó el 11 de septiembre de 1714 en Catalunya?

Cuadro de 'La rendición de Granada' de Pradilla

Cuadro de 'La rendición de Granada' de Pradilla

Juan Fernández

Juan Fernández

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Alimentado por recientes ensayos de inspiración nacionalista y propagado como la pólvora por las redes sociales, en los últimos años ha ganado adeptos y vigor el relato de la historia de España que propone una visión monolítica y unitaria de nuestro pasado, incluso en tiempos en los que la nación española aún no existía, y que tiende a silenciar a no pocas culturas, comunidades y figuras que, sin haber llegado a ocupar el centro del escenario histórico, también forman parte de nuestro legado.

Según ese discurso, todo lo que ocurrió durante ocho siglos en la España musulmana, felizmente depurada por la Reconquista, carece de relevancia (salvo unos cuantos monumentos de gran predicamento turístico), y debemos sentirnos orgullosos de vivir en "la nación más antigua de Europa" gracias a los Reyes Católicos, a pesar de que la península siguió compuesta por una quincena de reinos hasta bien entrado el siglo XVIII.

Alertado por el eco que ha logrado alcanzar ese relato unificador últimamente, el historiador Eduardo Manzano ha escrito un ensayo donde desmonta los mitos que lo enriquecen y rebate el sesgo que, en su opinión, lo contamina, y que bebe del ideal romantizado de nuestro pasado que alicataron en el siglo XIX historiadores como Modesto Lafuente, según el cual la historia de España, la auténtica, la buena, es la que pivota sobre figuras como los reyes Visigodos, don Pelayo, el Cid Campeador o Hernán Cortés, dejando fuera todo lo demás.

Historiografía moderna

«Desde la llegada de la democracia, en este país se han publicado muchas investigaciones de historiadores de gran prestigio que llaman la atención sobre acontecimientos y personajes obviados en ese relato tradicional, y que ofrecen una visión mucho más plural de nuestro pasado, aparte de más fiel a los hechos», apunta el autor de España diversa (Crítica).

Que la historiografía moderna permita conocer mejor lo que ocurrió aquí hace siglos debería hacernos titulares de una visión más rica de nuestra realidad. Sin embargo, para sorpresa de este experto en Edad Media del Instituto de Historia del CSIC y profesor en la Universidad de St. Andrews (Reino Unido), está ocurriendo lo contrario.

«Hace veinte años, no me habría imaginado haciendo esta reivindicación de la historia plural de España, pero hoy hay una guerra cultural en marcha y la historia se ha convertido en un campo de batalla. Algunos pretenden secuestrárnosla e imponernos una visión simplista de nuestro pasado con argumentos y referencias de barra de bar», advierte el historiador.

Mapa de España en el siglo XVIII

Mapa de España en el siglo XVIII / El Periódico

Manzano es consciente de las resonancias políticas que tiene su tesis, pero se resiste a bajar a esa arena. "Esto no tiene que ver con la ideología de cada uno. Se trata de no usar la historia como arma política manipulándola con sesgos y datos que no se corresponden con la realidad", defiende. En el caso de España, el pecado original de ese relato desfasado, que perduró en las academias y los centros escolares hasta el final del franquismo, es "haber confundido la historia de España con la de Castilla". Esa narrativa, no solo ha opacado las miradas de las periferias, sino que incorpora un maniqueísmo de "buenos y malos españoles" y deja "un reguero de derrotados, expulsados, masacrados o ignorados", según el historiador.

Esto no tiene que ver con la ideología de cada uno. Se trata de no usar la historia como arma política manipulándola con sesgos y datos que no se corresponden con la realidad

Visión monocorde

"La sombra que la ‘verdadera historia de España’ proyecta sobre musulmanes, judíos, gitanos, poblaciones precolombinas, herejes, disidentes políticos y nacionalistas rivales es muy alargada", señala Manzano en su libro. Aparte de infundada, la visión monocorde del pasado de España le amputa una de sus características más particulares.

Eduardo Manzano, historiador

Eduardo Manzano, historiador / El Periódico

"Por su orografía, especialmente complicada para las comunicaciones, en la península Ibérica han arraigado las comunidades autónomas, ya desde antes del Imperio Romano, y además con pocos conflictos interregionales. Aquí nunca tuvimos los problemas de los Balcanes", observa el historiador. De igual forma, también advierte: "Todos los intentos que hubo por unificarnos, desde los Borbones al franquismo, fracasaron, porque la diversidad está muy enraizada en nuestra cultura, aunque algunos no quieran reconocerlo".

En su opinión, la lectura plural de nuestro pasado otorga, además, una ventaja ante el mundo particularmente diverso en el que vivimos. "Lo que algunos ven como un defecto, en realidad es una oportunidad. Explicar la historia de España poniendo el foco en su diversidad, ayudaría a integrar a las comunidades que han llegado en los últimos años y a evitar los problemas de integración que tienen otros países como Francia", compara.

Aunque el título de su ensayo reclama "la España diversa", Manzano recuerda que el "afán unificador" que él aspira a combatir también se da a menudo en las periferias. "No es difícil encontrar historiadores catalanes o vascos que venden una versión esencialista de sus pasados. Caen en el mismo error. La historia de Catalunya y el País Vasco también es muy diversa, y tan absurdo es creer que España es una unidad de destino en lo universal, como creer que lo es Catalunya o el País Vasco", concluye.

Suscríbete para seguir leyendo