Laporta: Ganas de volver a veros...ganar, en el tiempo añadido

Yo se lo cuento y si ustedes se lo creen, estupendo. De lo contrario, mala suerte. Yo sé que todos los culés me creerán. Con eso, tengo bastante.

Este fin de semana hay gran premio de MotoGP en Le Mans (Francia), uno de los circuitos más míticos del ‘motorsport’ mundial, así que ayer, a media tarde, me subí a un avión de Vueling rumbo a París y, desde el aeropuerto Charles De Gaulle, coche de alquiler hasta ese curioso pueblecito francés, que dista 208 kilómetros de la capital.

Antes de subirme al avión, me llamó mi amigo Jordi Tomás, les he hablado de él más de una vez, un culé enfermo. Debía coger un avión hacia Bilbao. “Creo que me iré mañana y esta noche me quedaré a ver como el Bayern elimina al Real Madrid”, me dijo. “Hazme un favor, bueno, otro: vete esta noche a Bilbao, anda. Olvídate del Bayern. Gana el Real Madrid, como siempre, en el descuento”. No les comentaré, por respeto a los niños, el comentario de mi amigo al llegar a Loiu. No, no, mejor no se lo cuento.

El caso es que Jesús Robledo, mi amigo fotógrafo de Repsol y de la agencia italiana FARO, me recogió en el coche de alquiler e iniciamos el recorrido hacia Le Mans, justo cuando arrancaba el partido del Bernabéu, que yo fui visionando en el asiento del copiloto. Una cosa he de decirles: hasta hace un año, Jesús, ‘Porrita’ para todos nosotros, no sabía quién era Leo Messi, con eso se lo digo todo.

¡Patapam!, lo de siempre

El caso es que el Real Madrid, en efecto, estaba perdiendo en el minuto 80 de juego y Jesús giró dos segundos la cabeza hacia mí y me dijo, con ese acento de San Fernando que tiene: “Ea, pues ya han eliminado al Real Madrid”. Y, en esas que a Carlo Ancelotti se le ocurre sacar a Joselu al campo. “Ahora, viene cuando remonta el Madrid”, le digo a mi piloto. “Pero si no queda na”. “Jesús, para el Real Madrid, diez minutos es un mundo, un día entero, una vida”. Y ¡patapam! Pobre Robledo, pese a no saber ni papa de fútbol, se quedó atónito.

Pero esperen, esperen. Llegamos a la casita que tenemos alquilada en Le Mans y nos reciben nuestros otros dos amigos del Mundial, otros dos grandiosos fotógrafos, Alejandro Ceresuela, que trabaja para los hermanos Marc y Alex Márquez, y Alex Farinelli, socio de Jesús en FARO.

“No te creerás lo que nos ha pasado, Emilio, imposible de creer”, me dice ‘Cere’. “En el minuto 80, cuando el Real Madrid perdía 0-1, le digo a Farinelli, ‘mira como están las apuestas’. Y, por un euro, te daban 8,50. Le he dicho, pon 100 euros a favor del Real Madrid, Alex, pon 100 euros. ‘¡Pero si quedan 10 minutos, estás loco o qué!’, me ha dicho Alex. Total, que solo ha puesto 10 euros. ¡Será bobo!”

Otra gran derrota

El Real Madrid siempre gana. No es como el Barça de Joan Laporta, que hasta es eliminado, en casa, por el Olympiacos y se queda sin Final Four de baloncesto, donde sí estará, de nuevo, Sarunas Jasikevicius, recién despedido del Palau Blaugrana, con el Fenerbahçe. Por cierto, el Palau mudo, con Laporta en el palco y ni un pito. La anestesia funciona de maravilla.

Pues a lo que íbamos, el Real Madrid, que va camino de convertir a Florentino Pérez en el nuevo Santiago Bernabéu (si no lo es ¡ya!), protagonizó anoche, por si no lo sabían, ni ustedes, ni Jordi, ni Jesús, ni Alejandro, ni Alex, su remontada nº 12 de la presente temporada ¡12!: 1-3 Almería, 2-1 Getafe, 2-1 Real Sociedad, 2-3 Nápoles, 1-2 Barça, 4-2 Nápoles, 2-3 Unión Berlín, 5-3 Atlético, 3-2 Almería, 1-2 Las Palmas, 3-2 Barça y 2-1 Bayern de Munich. ¿Se lo repito?, no, mejor que no.

Cuando tú haces eso, que lo sepas Jordi, que lo sepas Jesús, que lo sepas Alejandro (no, no, Alejandro sí lo sabía, por eso quería apostar una pasta), que lo sepas incrédulo Alex, no es por casualidad. No hay suerte, ni chiripas, en las remontadas del conjunto blanco, capaz de convertir a un futbolista (lo siento, o no) como Joselu en el escudero de Dios, en el San Pedro del fútbol.

Por eso, cuando a mediados de diciembre del 2020, Laporta colgó una inmensa lona, en el Paseo de la Castellana, de Madrid, frente al estadio Santiago Bernabéu, de 50 metros de larga por 20 de ancha, con la frase “ganas de volver a veros”, Jordi Tomas me envió un WhatsApp, que aún tengo guardado, con la reproducción de esa pancarta y dos frases: “Gana las elecciones, pero esta pancarta nos la vamos a comer con patatas, ya verás”.

Y sí, con patatas y mucho kétchup. Mientras el Real Madrid sigue ganando, el Barça continúa perdiendo partidos, títulos, dinero, credibilidad, imagen, reputación, presente, futuro….Tanto que a Laporta o a su ideólogo (no, no, fue Laporta) se le hubiese podido ocurrir algo más retorcido, original y real: Ganas de volver a veros...ganar, en el tiempo añadido.

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