BARCELONA-OLYMPIACOS (59-63)

El Barça se desfonda al final y no llega a la Final Four

Àlex Abrines captura un rebote defensivo.

Àlex Abrines captura un rebote defensivo. / Enric Fontcuberta / Efe

Joan Domènech

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La tradición de la casi garantizada victoria local en un quinto partido de eliminatoria en la Euroliga (se había cumplido 19 veces) se quebró doblemente. Primero en Mónaco, donde el equipo del Principado había sucumbido ante el Fenerbahce de Saras Jasikevicius (79-80). Luego se rompió en el Palau Blaugrana (59-63).

El Barça también perdió frente a los suyos en un partido en el que lo dio todo; se derrengó en una noche de refriega y acabó cayendo, desfondado, ante el esfuerzo que le exigió el Olympiacos. Los griegos evitaron un nuevo clásico en la Final Four de Berlín y se enfrentarán al Madrid. La otra semifinal estará entre el Panathinaikos y el Fenerbahce, que venció al Mónaco en el Principado (79-80) con un triple decisivo del exazulgrana Calathes en la prórroga.

Àlex Abrines roba un balón.

Àlex Abrines roba un balón. / Josep Lago / AFP

Hasta el minuto 35

Tanto se dedicaron a defender los azulgranas, que al final se olvidaron de atacar. El desgaste en el propio campo redujo el acierto imprescindible que sí recuperó el Olympiacos en el tramo final, más fresco y lúcido. El quinteto griego iba perdiendo hasta el minuto 35, cuando McKissic volteó el marcador (47-49) obligando a Roger Grimau a pedir un tiempo muerto. Abrines empató, pero nadie le acompañó y el luminoso se disparó hasta el 49-57 a falta de dos minutos, apenas reducido a un 54-57. La cadena de errores ofensivo se perpetuó sin que a nadie le sobreviniera un rapto de inspiración y acompañara a Laprovittola, el líder en todas las facetas. 

El Barça camaleónico e irregular, acusado de blando e inconsistente, enseñó el disfraz que guardaba para las grandes ocasiones. O las necesarias ocasiones, porque ante otro tipo de adversario, tendrá que mudarse con otro ropaje. Se pusieron todos el mono de operario que los utileros tenían guardado en el almacén, dispuestos a mancharse. Olympiacos tardó en comprender que era el mismo Barça al que vapuleó en El Pireo hasta que Bartzokas chillaba que Ricky Rubio había robado cinco balones.

Fall encesta un fácil ataque en el segundo cuarto.

Fall encesta un fácil ataque en el segundo cuarto. / Enric Fontcuberta / Efe

Laprovittola, 8-Olympiacos, 2

La previsión de que fuera un partido de baja puntuación y mucha tralla defensiva se corroboró inmediatamente. El marcador tardó dos minutos y medio en encenderse con los dos primeros puntos en el casillero del Barça y dos y medio más en iluminarse la caja de Olympiacos. Laprovittola apuntó de corrido los 8 primeros puntos azulgranas. Más dos de Rubio y dos de Hernángomez facilitaron el recuento de la pírrica suma anotadora del primer cuarto (12-9).

Jugaron a no dejarse jugar, a soltar brazos, a cuerpear para negar la anotación ajena. La puntuación del descanso (27-25) era propia de un cuarto jugado con alegría y jolgorio. No era la noche. Asumido por todos que no se sumarían puntos -menos Laprovittola, que llevaba la mitad (13) del grupo-, habría que luchar por los robos y los rebotes para obtener nuevas oportunidades.

Vesely inrtenta una penetración pese a la oposición de Wright.

Vesely inrtenta una penetración pese a la oposición de Wright. / Valentí Enrich

Porcentajes de sonrojo

Los porcentajes eran de sonrojo, como el cero de siete de Kalinic o el uno de ocho de Parker hasta que metió un mate cuando estaba de àlomero. Pero no importaba. Importaba gobernar el partido, a poder ser con el marcador a favor, y ese propósito lo obtuvo el Barça con ventajas jamás rebasaron los ocho puntos. Olympiacos llegó a empatar en el tercer cuarto (40-40) y desaprovechó dos ataques consecutivos para situarse por delante.

Sucedió en una pasaje especialmente negro de ataques desaprovechados que permitieron el lento acercamiento griego, tan nefastos o más cuando abordaban el campo azulgrana. El vuelco acabó consumándose a cinco minutos del final con el 46-49. Ese golpe conmocionó al Barça, como si de golpe hubiera perdido la fe.

Barcelona, 59 - Olympiacos, 63

FC Barcelona: Satoransky (2), Laprovittola (17), Kalinic (0), Parker (4), Vesely (6) –cinco inicial– Hernangómez (9), Jokubaitis (2), Rubio (6), Abrines (13), Da Silva (0).

4 de 26 triples (Laprovittola, Abrines, 2), 37 rebotes, 12 ofensivos (Laprovittola), 17 asistencias (Laprovittola, 4). 

Olympiacos: Walkup (3), Canaan (6), Papanikolau (11), Peters (6), Fall (0) –cinco inicial–, Williams-Goss (8), Petrusev (5), Wright (2), Larentzakis (0), Milutinov (10), McKissic (12).

6 de 23 triples (Papanikolau, 3), 43 rebotes, 12 ofensivos (Milutinov, 3), 15 asistencias (Williams-Goss, 4).

Parciales: 12-9; 15-16; 13-15; 19-23.

Árbitros: Sreten Radovic, Damir Javor, Uros Nikolic. 

Pabellón: Palau Blaugrana.

Espectadores: 7.742.