Catalunya, atascada en medio ambiente: 10 asignaturas pendientes del actual Govern

Ley catalana de residuos

El Departament de Acció Climàtica asegura que lleva años preparando esta ley, a través de la Agència de Residus de Catalunya (ARC). Según han detallado fuentes de la agencia en varias ocasiones, debería ser un texto ambicioso y de consenso, que sirva para mejorar los nefastos datos de reciclaje. Entre otras propuestas, se trabaja con la posibilidad de que el puerta a puerta o los contenedores inteligentes acaben siendo medidas obligatorias. La implementación de este sistema de recogida es ahora una opción voluntaria que tienen los ayuntamientos, pero la nueva ley plantea que una de estas dos opciones (puerta a puerta o contenedores inteligentes) sea obligatoria. Sin embargo, la realidad es que todavía no se ha presentado la ley y a día de hoy está lejos de aprobarse en el Parlament. El director de la ARC, Isaac Peraire, afirmó que estaría lista durante el primer semestre de 2023, pero ahora mismo, no está claro que salga adelante en los próximos meses, aunque fuentes de la agencia consultadas por este diario evitan descartarlo.

Agència de la Natura

El ámbito de la biodiversidad acumula varios déficits e incumplimientos. Desde hace años, Catalunya tiene pendiente aprobar una ley propia de patrimonio natural y biodiversidad y crear definitivamente la Agència de la Natura. Muchas de las acciones prioritarias de la estrategia de conservación aprobada en 2018 (también con retraso) aún no se han ejecutado. Marc Vilahur, director de Polítiques Ambientals, afirma que a principios de 2025, la Agència de la Natura debe estar en marcha, lo que podría facilitar avanzar en algunos temas, como por ejemplo el equilibrio entre las actividades como la agricultura o la ganadería y la preservación de la fauna y la flora, uno de los grandes retos de la conselleria, que aúna estos dos sectores (el conservacionista y el productivo en zonas rurales). Sobre la ley de biodiversidad autonómica, ahora mismo no hay un calendario claro pero sí existe una legislación estatal a partir de la cual, según apuntan varias entidades ambientales consultadas, se podría haber actuado en muchos más ámbitos.

Estado de ríos y zonas húmedas

Buena parte de los acuíferos, ríos y zonas húmedas de Catalunya continúan en mal estado. Este es otro ejemplo de las tareas pendientes a la hora de mejorar los hábitats y revertir el declive de la biodiversidad, que en los ambientes fluviales, según muestran los datos de la ACA, está en grave peligro. Uno de los retos de los próximos meses es compaginar la gestión de la sequía con el cumplimiento de la normativa marco del agua y la mejora del estado ecológico de las masas de agua. Uno de los compromisos adquiridos es restaurar el río Siurana y redactar un plan para el río Tordera.

Gestión de espacios protegidos

En muchos de los espacios naturales de Catalunya, faltan planes de gestión (con fondos económicos) que dejen claro cómo actuar en estos terrenos para favorecer el buen estado de los hábitats. Uno de los casos más flagrantes se encuentra en el delta del Llobregat, puesto que la Comisión Europea obliga a proteger nuevas zonas protegidas para aves, cosa que la Generalitat todavía no ha hecho. Mascort prometió que se haría en septiembre pero está pendiente y nadie asegura que la nueva protección se delimite este año. Además, el Govern deberá abordar la petición de crear un nuevo parque natural en el Albera y hacer realidad el nuevo parque natural (esto ya está decidido) de las montañas de Prades.

Deberes forestales

El Departament d'Acció Climàtica tiene en el armario un catálogo de bosques maduros que debería lanzarse de forma oficial y al completo en los próximos meses. De hecho, este catálogo forma parte de un plan de política forestal que en su momento se impugnó y que ahora está pendiente de aprobar. La directora general de Ecosistemes Forestals, Anna Sanitjas, también tiene entre manos la nueva ley de caza, cuyo avanproyecto está en fase de participación y que, hoy por hoy, es difícil que llegue al Parlament antes de que acabe la legislatura.

Plan de calidad del aire

Después de una sentencia a favor de Ecologistas en Acción, por la contaminación por ozono, el Govern está obligado a lanzar un plan de calidad del aire que incluya medidas más ambiciosas para luchar contra la presencia de esta sustancia. También está por ver cómo se armonizarán finalmente las zonas de bajas emisiones, una cuestión que puede abrir una brecha entre ayuntamientos y conselleria. Los detalles de este plan, explican fuentes del Departament, serán públicos en las próximas semanas. Es decir, estos deberes dejarán de estar pendientes.

Presupuestos de carbono 

En las últimas semanas, entidades ambientalistas han denunciado el incumplimiento de la ley del cambio climático aprobada en Catalunya. Critican que la ley no se haya desarrollado como estaba previsto (se aprobó en 2017) y que todavía no esté aprobado el presupuesto de carbono, un documento que servirá para fijar la cantidad de gases contaminantes que aún puede emitir Catalunya hasta 2050, cuando se ha de llegar a las cero emisiones. Este presupuesto no se ha presentado dentro de los límites establecidos y sigue en un cajón, con todos los plazos agotados. El conseller, David Mascort, aseguró semanas atrás que se está trabajando para sacarlo adelante en los próximos meses.

Transición energética

Con los actuales datos, es complicado que en 2030 Catalunya haya cumplido con el objetivo de incorporar 12.000 megavatios nuevos de energías renovables a la red. Es cierto que se están resolviendo las peticiones de promotores para instalar parques más rápido que inicialmente, pero todavía existe un embudo de solicitudes. Varias entidades como la Xarxa Catalana per a la Transició Energètica Justa critican que no se estén priorizando los espacios antropizados o degradados, para evitar instalar renovables en zonas naturales. L'Energètica, la eléctrica pública, se ha propuesto cumplir con esto a través de un acuerdo con el Incasòl, pero los objetivos anunciados por el Govern a día de hoy están lejos.

Delta del Ebro

La gestión de la mayor parte de la costa catalana depende del Ministerio para la Transición Ecológica. Sin embargo, la Generalitat decidió tomar las riendas y esbozó un plan para el delta del Ebro. Hay negociaciones pendientes para que se empiecen a mover sedimentos desde los embalses hasta el río y que acaben llegando al Ebro, y también para determinar cómo proteger la costa y evitar que el Delta siga retrocediendo.

Sequía 

La última de la lista, pero la más presente. Más que una asignatura pendiente, la sequía es y será el punto central de lo que queda de legislatura para Acció Climàtica. Se debe acelerar en la tramitación y construcción de las nuevas desalinizadoras y la regeneración en el Besòs y también en las obras para reparar fugas en municipios. También está pendiente conocer los resultados de un estudio de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) sobre los usos del agua.