Crisis hídrica

El Govern evalúa nuevas restricciones por sequía con los pantanos bajo mínimos

La Comissió Interdepartamental de la Sequera se reúne este martes

¿Cómo afrontan otoño los pantanos y acuíferos en Catalunya?

El 30% del agua que se consume en Catalunya ya es regenerada o desalinizada

Riego en los jardines del Poble Nou

Riego en los jardines del Poble Nou / GUILLERMO MOLINER

Guillem Costa

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Como cada martes, se reúne el Govern de la Generalitat, pero hoy vuelven también las reuniones de la Comissió Interdepartamental de la Sequera, que analiza la situación de la crisis hídrica en Catalunya un mes después. La última vez que se reunió este órgano, a principios de agosto, se decretó la emergencia en 24 municipios del Alt Empordà y el pantano de Riudecanyes.

Esta mañana, la comisión debe evaluar el éxito de las restricciones impuestas durante los meses de verano y tendrá que decidir si más unidades hídricas de las cuencas internas de Catalunya entran en emergencia, la fase más grave del plan de sequía, que conlleva nuevas restricciones.

Pendientes de la DANA

A día de hoy, los embalses están en la peor situación porcentual de esta sequía: se encuentran al 22,52% de su capacidad media y se acercan al récord de la sequía de 2008, cuando llegaron al 20,69%. La diferencia entre marzo y septiembre, sin embargo, es que la campaña de riego casi ha llegado a su fin y que también ha acabado la temporada turística.

Además, en otoño se abre la principal ventana lluviosa del año pluviométrico. Es decir, solo episodios como el del último viernes, con precipitaciones abundantes y generales, o como la borrasca prevista para mañana miércoles pueden servir para revertir el escenario y evitar batir este récord de 2008. En caso de que no llueva en las próximas semanas, la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ya alertó de que se podía entrar en emergencia aproximadamente en noviembre.

Los responsables de la ACA están pendientes de las lluvias para tomar una u otra decisión. De hecho, aunque los embalses superen en negativo el récord de 2008 y bajen del 20,69%, esto no significa que se deba declarar el estado de emergencia, ya que la llegada de lluvias podría aliviar la situación.

De hecho, en las cuencas del Ebro, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) prevé que la cuenca del Segre, por ejemplo, deje de estar en emergencia a finales de septiembre, después de 15 meses, precisamente por las lluvias de las últimas semanas, que sí han tenido sus efectos sobre esta cuenca. Los embalses de Rialb y Oliana se encuentran en estado aún endeble, pero disponen del doble de agua de la que almacenaban un año atrás. En el Bajo Ebro, de momento, continuará la emergencia decretada por la CHE.

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