Crisis hídrica

¿Cuánta vida les queda a los pantanos de Catalunya?

¿Por qué Catalunya pretende eliminar azudes y (pequeñas) presas?

¿Cómo están los embalses en Catalunya? Así están las reservas de agua catalanas

El 40% de los acuíferos costeros ya están en mal estado por la salinización

Afectación de la sequía en el pantano de Rialb

Afectación de la sequía en el pantano de Rialb / EFE / Ramon Gabriel

Guillem Costa

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¿Hasta cuándo puede ser útil un pantano? ¿Cuánta capacidad han perdido estos almacenes de agua en los últimos años? ¿Alguno de los embalses de Catalunya estará en desuso en los próximos años? La respuesta de la Administración a todas estas preguntas lleva a una conclusión inequívoca: los pantanos de Catalunya tienen cuerda para rato.

En primer lugar, hay que aclarar que la vida útil de los embalses se puede ir alargando. "Puede ser que el proyecto se plantee a 50 años vista. Pero una vez han pasado, se pueden ir renovando las presas para alargar su funcionamiento", explica Annelies Broekman, investigadora del CREAF (Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals). "Los pantanos españoles ya son viejos, por lo que hay que estar atentos a la seguridad. Algunos tienen problemas de filtraciones y requieren inversiones", considera.

Sin embargo, plantea una duda: "¿Tiene sentido invertir en pantanos sobredimensionados que ya no se llenarán jamás?". Por mucho que algunos de los embalses ya no se vuelvan a llenar del todo, son imprescindibles en el actual modelo de abastecimiento: "Yo estoy a favor de eliminar todo tipo de barreras en los ríos, pero ahora mismo, los pantanos son imprescindibles para el abastecimiento y no hay una fuente alternativa, con los acuíferos sobreexplotados y en mal estado".

Fondos de lodo

Con el paso de los años, a causa de la acumulación de sedimentos en el fondo de los pantanos o del deslizamiento de piedras y rocas de las laderas, la capacidad de los embalses se reduce. A lo largo de las últimas décadas, los cálculos de los que dispone la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) muestran que la capacidad de almacenaje apenas ha cambiado.

Los sedimentos ocupan solamente el "volumen muerto" de los pantanos, que es el porcentaje mínimo en el que el agua no se puede aprovechar. El hecho de que el impacto sea mínimo se explica principalmente porque la mayoría de los pantanos catalanes están cerca de las cabeceras de los ríos. Es decir, los sedimentos acumulados todavía son pocos.

El problema principal en cuanto a sedimentos, según la ACA, lo producen las pequeñas barreras y azudes que hay a lo largo de los ríos. La ACA trabaja para permeabilizar estas barreras o directamente eliminarlas.

Por otro lado, está la vida útil de las presas. En las cuencas internas, no hay ninguna presa que se acerque al final de su vida útil. En este punto, los factores más importantes son la seguridad y la pérdida de funcionalidad. Constantemente se practican inspecciones y , cuando es necesario, se ponen en marcha acciones de adecuación para renovar materiales y asegurar su correcto funcionamiento.

Por el momento, nadie avista en Catalunya el fin de ningún pantano, pese al estado precario de algunos de ellos, con las reservas bajo mínimos. "Para que se plantee acabar con uno de los grandes pantanos, tendrían que pasar ocho años seguidos, por decir algo, sin que se llenara. Entonces, sí se podría poner sobre la mesa su desmantelamiento", zanja Broekman.

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