Sombras de corrupción

Ayuso: "¿Cuántas 'Ritas Barberá' va a dejar este partido en la cuneta?"

La presidenta defiende su "rectitud" y niega que ella o su Gobierno haya beneficiado a ningún familiar y, menos, a su hermano

Pide que se expulse del PP a las personas responsables de la operación de espionaje que denuncia que ha sufrido

Isabel Díaz Ayuso al salir de la Junta Directiva Nacional del PP. FOTO JOSÉ LUIS ROCA

Isabel Díaz Ayuso al salir de la Junta Directiva Nacional del PP. FOTO JOSÉ LUIS ROCA / José Luis Roca

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Isabel Díaz Ayuso se ha lanzado este martes a la yugular de Pablo Casado ante la plana mayor del partido. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha aprovechado la junta directiva nacional del PP, que ha reunido a todos los barones y casi 400 altos cargos de toda España en Madrid, para defender su inocencia y la de su Gobierno ante las acusaciones de corrupción que le lanzaron en las últimas semanas Casado y su exnúmero dos Teodoro García Egea. Ayuso ha afirmado que, tanto ella como su Gobierno, han actuado con "rectitud y gran profesionalidad". "Jamás [mi Ejecutivo] benefició a ningún familiar y menos, mío. Ni familiar ni amigo", ha insistido sobre los contratos a dedo que su hermano firmó con la Comunidad de Madrid durante la pandemia. La dirigente madrileña ha llegado a pedir que se expulse a los responsables de ese campaña contra ella.

"Nunca había visto estas prácticas y no creo en las heridas cerradas en falso. Y por eso lo que sí pido es que todo el que haya formado parte de esta campaña sea puesto de inmediato en la calle", ha continuado, según han explicado fuentes de su equipo. Como mínimo, Ayuso se refiere a García Egea, cuya dimisión ella pidió desde el jueves 17 de febrero, el día que salió publicada en prensa la presunta operación de espionaje que ordenó la dirección nacional de su partido. La presidenta incluso ha llegado a sugerir que este tipo de maniobras oscuras las ha utilizado la cúpula saliente con "afiliados y dirigentes" de toda España, a los que se les ha negado la "voz" y se les ha tratado como "intrusos".

Ayuso ha pronunciado esas duras palabras en el escenario instalado en un auditorio de un hotel de Madrid. Ha subido a hablar después de que lo hiciera Casado, que ha pronunciado su primer discurso de despedida (el último será en el congreso extraordinario, el 2 de abril). Al bajar del estrado la presidenta, el todavía líder de los conservadores, que era el que estaba organizando el turno de comentarios, ha intervenido y le ha contestado: "Isa, ya te dije en esa reunión en la que estuvimos dos horas y media que yo no he hecho eso que tú has dicho. A mí esto me ha llevado por delante y ahora tenemos que buscar un nuevo presidente que encabece el partido, que tendrá, desde la discreción absoluta, todo mi apoyo".

En la fiscalía

El escándalo por los contratos firmados por su hermano, Tomás Díaz Ayuso, está ya en manos de la justicia después de que el PSOE, Más País e Izquierda Unida lo llevaran a la fiscalía. Es un proceso que se dirimirá en los próximos meses y se sabrá si hubo o no tráfico de influencias, aunque ahora, por lo pronto, el grave choque producido por las acusaciones cruzadas con Casado le ha costado el puesto al líder del PP. El partido está en una transición que acabará, el 3 de abril, con un nuevo líder: Alberto Núñez Feijóo.

En su voluntad de aparecer como una víctima de la cúpula saliente (y también para mostrar su "dolor por lo vivido", según fuentes de su equipo), Ayuso ha llegado a soltar una frase que ha arrancado murmullos de sorpresa en la sala por su dureza: "¿Cuántas 'Ritas' Barberá va a dejar este partido en la cuneta?". Según varios altos cargos, la dirigente madrileña se ha referido de esa manera a la exalcaldesa de Valencia, un icono para el PP, que apareció muerta de un infarto en un hotel en Madrid después de años en los que su nombre estuvo manchado por la corrupción. En la convención de Valencia del octubre pasado, el partido ya le rindió un homenaje y empezó a restituir su figura.

Al evocar a Barberá, la dirigente madrileña ha reforzado su imagen de haber sufrido una operación de acoso. "Ojalá se hubiera investigado con tanto detalle a Pedro Sánchez y a otros gobiernos de la izquierda como a miembros del partido, a la Comunidad o a mi familia", ha dicho ante la junta directiva. Ayuso ha subrayado que tras su triunfo arrollador, el 4 de mayo, el PP lo tenía "todo". "Una izquierda contra las cuerdas, desacreditada, despojada de los efectos de su propia propaganda, pero sobre todo un centro-derecha ilusionado, convencido y fuerte. Pero da la sensación de que algunos pensaron más en protegerse por si llegaban momentos como este [de debilidad del líder] que en ser la verdadera alternativa a Sánchez", ha continuado.

Sola, sin ningún barón más

La contundencia de la dirigente madrileña, sin embargo, no ha sido continuada por los otros dirigentes que han tomado la palabra en el turno de comentarios que se ha abierto tras el discurso de Casado. Ninguno de los cuatro barones con mando en plaza (Alberto Núñez Feijóo, Juanma Moreno, Fernando López Miras y Alfonso Fernández Mañueco) han pedido la palabra.

Después de Ayuso han pedido la palabra, Cayetana Álvarez de Toledo, que ha pedido una ponencia política para debatir "ideas" en el congreso extraordinario (y que está descartada); el extremeño José Antonio Monago, para pedir que empiecen a "cicatrizar las heridas"; el castellano-manchego Paco Núñez, que ha solicitado que se activen cuanto antes para las municipales de 2023; Ignacio Cosidó, que ha recordado sus inicios con Casado en su mandato; y Carlos Izquierdo.