El discurso de Nochebuena

Felipe VI, ante un discurso clave para reconectarse con los ciudadanos

El Rey tomará la palabra esta Nochebuena en un contexto marcado por la pandemia, la presunta corrupción de Juan Carlos I y la apropiación de su figura que hacen PP y Vox

El Monarca no ha hecho referencia a su padre desde que renunció a la herencia en marzo y pese a las numerosas novedades sobre su fortuna

Imagen del tradicional mensaje de Navidad del rey Felipe VI

Imagen del tradicional mensaje de Navidad del rey Felipe VI / POOL

Pilar Santos

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En los 28 años en los que desarrolló su papel de Heredero, el Príncipe Felipe habló en contadas ocasiones con la prensa de manera oficial. La primera vez fue el 14 de diciembre de 2001, para anunciar su ruptura con Eva Sannum; la segunda, el 24 de enero del 2011, con la excusa de que hacía 25 años que había firmado la Constitución. En esa última ocasión, un reducido número de periodistas acreditados ante la jefatura del Estado fueron convocados a una de las periódicas reuniones que en aquella época, al contrario que ahora, el equipo de comunicación realizaba con los medios de comunicación. Cuando todos estaban sentados en una sala del Palacio de la Zarzuela, las puertas se abrieron y el Príncipe se sumó por sorpresa.

Había mucho que preguntarle. En aquellos meses se habían disparado los rumores sobre la abdicación por los achaques de salud del rey Juan Carlos. Felipe dijo que no tenía “ninguna prisa” y que ese momento llegaría cuando tuviera que llegar (finalmente, tres años después). Entre los numerosos asuntos que salieron en aquella conversación, se le planteó el valor que tuvo el golpe del 23-F de 1981 para asentar el reinado de su padre. Él comentó que no quería “necesitar ese tipo de reválidas”.

Lo cierto es que, pese a no desearlas, en seis años y medio en el trono, ya ha tenido una intervención clave el 3 de octubre de 2017, llamando al orden constitucional dos días después del referéndum de independencia en Catalunya, y ahora, esta Nochebuena, marcada por la pandemia del covid-19, debe pronunciar un discurso trascendental para la institución monárquica tras meses de silencios sobre las cuentas opacas de su padre, que se fue a Emiratos Árabes Unidos en agosto.

Varias investigaciones

Felipe VI rompió públicamente con Juan Carlos el 15 de marzo, cuando le retiró la asignación que recibía a cuenta de los Presupuestos y renunció a la herencia, pero no ha comentado nada sobre la fortuna en Jersey o la regulación de 678.393 euros con la Agencia Tributaria. Esa puesta al día con Hacienda la ha efectuado después de que las autoridades detectasen que varios familiares de Felipe VI (entre otros, su padre, su madre y sus sobrinos Victoria Federica y Froilán) habían hecho numerosos pagos con tarjetas que iban contra una cuenta en la que el millonario Allen Sanginés-Krause ingresaba dinero, supuestamente por su admiración por el emérito.

La intervención, que el presidente del Gobierno conocía previamente como es habitual, se grabó el martes en la Zarzuela

El jefe del Estado también ha evitado hasta ahora cualquier alusión a las cartas que ha recibido de exmilitares en las que arremetían contra el Gobierno de coalición con argumentos calcados a los de Vox y PP. Ambos partidos han calificado a Pedro Sánchez de “presidente ilegítimo” y le han acusado de romper España por sus alianzas con los independentistas y los “herederos de ETA”. Tanto Santiago Abascal como Pablo Casado iniciaron el año con vivas al Rey en el debate de investidura del líder socialista y apropiándose de la defensa de la institución monárquica.

Ante una audiencia millonaria (cuando habló al inicio de la pandemia convocó a 14,5 millones de espectadores), el Rey puede abordar esta Nochebuena la presunta corrupción del padre y sacudirse esa vinculación con su figura que la derecha y la ultraderecha intentan forjar. Afirmó el hispanista Paul Preston hace un mes en este diario que el principal objetivo de un Rey es asegurarse la transmisión del trono. En eso y en la necesidad de reconectar con los españoles, sin reválidas como la del 1981 mediante, habrá pensado Felipe VI en la elaboración de esta intervención, que siempre es la más personal e importante del año.

La interlocución con Alfonsín

Como es habitual, el presidente del Gobierno conoce con antelación el discurso, que se grabó el martes en la Zarzuela. Al margen de este asunto siguen los miembros de Podemos que forman parte del Ejecutivo y que, con Pablo Iglesias a la cabeza, auguran que la república llegará más pronto que tarde. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, en permanente contacto con el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, también tiene información de su intervención y ha asegurado que Felipe VI "sabe muy bien lo que piensa en términos generales la opinión pública de este país y lo que demandan los ciudadanos en relación a la mejora y al avance constante de los valores democráticos". En su opinión, el Monarca ya ha tomado "decisiones muy importantes en la renovación de la institución".

El jefe de Estado solo aprobó algunas medidas de regeneración durante su primer año en el trono

No obstante, pese a que es cierto que Felipe VI aprobó medidas de regeneración en cuanto subió al trono (publicó un código de conducta para los empleados de la Zarzuela, prohibió recibir regalos caros o dinero y revocó el título de duquesa a su hermana Cristina), los hechos muestran que ese ímpetu solo le duró un año, hasta verano de 2015. Desde entonces no ha tomado ninguna iniciativa más de transparencia ni ha mostrado su parecer, por ejemplo, sobre la inviolabilidad que la Constitución otorga al cargo del jefe del Estado y, gracias a la cual, la investigación sobre la presunta comisión de 65 millones de euros del AVE a la Meca se espera que acabe archivada. Felipe VI tiene la oportunidad de romper su silencio.