TENSIONES EN EL EJECUTIVO

Iglesias aviva el "conflicto" con Sánchez y llama a presionar

El líder de Podemos pide a sindicatos y activistas que se movilicen frente a iniciativas del Gobierno, mientras el malestar crece en las filas socialistas

El vicepresidente segundo carga contra la Monarquía y asegura que "el PSOE y Podemos a veces defienden intereses muy distintos"

Iglesias: "Sí, somos muy cabezones para que se cumplan los acuerdos firmados"

Pablo Iglesias: "Sí, somos muy cabezones para que se cumplan los acuerdos firmados". /

Juan Ruiz Sierra
Miguel Ángel Rodríguez
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La batalla de Podemos con el PSOE va para largo y puede que se convierta en uno de los ejes principales de la legislatura. Tras varios días en los que los morados han aireado sin pausa sus diferencias con los socialistas (sobre el salario mínimo, las pensiones, la reforma laboral, el Rey, los desahucios y los cortes de suministros), este sábado fue el propio Pablo Iglesias, que hasta ahora había permanecido en un plano discreto, quien se colocó al frente de esta estrategia de tensión.  Ante el Consejo Ciudadano de su partido, el vicepresidente segundo resaltó su "conflicto" con Pedro Sánchez y llamó a sindicatos y activistas a presionar al PSOE, una formación que, concluyó, "a veces tiene intereses muy distintos" a los de Podemos.

La paciencia se empieza a agotar en las filas socialistas. El malestar es mayor dentro del partido que en el entorno de Sánchez, que tiende a rebajar la actitud de Podemos para aparecer en el último momento como pacificador. Pero esta vez la Moncloa también se mueve incómoda ante el envite de los morados. Sobre todo, por el desgaste de algunas de las piezas principales del Ejecutivo, como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a quien el propio Sánchez reivindicó el pasado miércoles ante las constantes críticas de su socio. 

Para Podemos, el PSOE es un partido antiguo y timorato, una organización que se resiste a los cambios y es permeable a las presiones de los "poderosos". Prohibir los desahucios, limitar los precios del alquiler y aprobar el ingreso mínimo vital son medidas logradas, continúan en el partido de Iglesias, gracias a su presión. Los socialistas se revuelven contra esta tesis. Consideran que con los Presupuestos aprobados, Podemos teme quedar desdibujado, en un momento en el que las encuestas les dan malos resultados, y necesita lucir perfil de izquierdas. 

Pero ambas partes niegan que los recientes choques vayan a desembocar en ruptura. Aún menos ahora que las cuentas del año que viene han salido adelante, algo que permitirá agotar la legislatura, y el bloque de izquierdas y nacionalistas se muestra en el Congreso más unido que nunca, apoyando los Presupuestos, el estado de alarma y la ley de eutanasia

Múltiples frentes

La pugna se prevé intensa, en múltiples frentes, con Sánchez teniendo la última palabra. La actualización del salario mínimo, que defiende Podemos y el PSOE, a través de la vicepresidenta segunda, Carmen Calvo, ha dejado claro que rechaza. La reforma laboral y la revisión de las pensiones, quizá el asunto más conflictivo, con los morados en contra de la propuesta del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de incrementar hasta los 35 el número de años para calcular la prestación inicial de los jubilados, disminuyendo así su cuantía. La prohibición de cortes de suministro a los más vulnerables, que Iglesias negocia con la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera. La reforma del Consejo General Poder Judicial (CGPJ), que Podemos pide activar ya, rebajando las mayorías necesarias para su renovación y sacando al PP de la suma, algo a lo que los socialistas se oponen, a la espera de que Pablo Casado selle finalmente un pacto con Sánchez tras las elecciones catalanas. 

Y la Monarquía. Tras el pago por parte de Juan Carlos I de casi 700.000 euros a Hacienda para evitar un proceso judicial por gastos no declarados con tarjetas opacas, los morados reclamaron "explicaciones" a Felipe VI, defendieron un referéndum sobre la república y pidieron en el Congreso una comisión de investigación, que los socialistas tumbaron con los votos de la derecha. Iglesias había cedido aquí el protagonismo a su grupo parlamentario, encargado de plantear estas iniciativas, pero este sábado entró de lleno. Ante el Consejo Ciudadano de su partido, el vicepresidente segundo acusó a la Corona de promover un modelo económico "corrupto" y abanderó una república que haría de España un país "más digno y decente". 

La respuesta a Montero

Tres días atrás, ante los continuos conflictos, Iglesias había mantenido una acalorada discusión en los pasillos del Congreso con la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero. "No seas cabezón", le dijo esta, según varios testigos. 

El líder de Podemos reaccionó en su discurso a los dirigentes del partido. "Puede que nos digan que somos muy cabezones. Tendrán razón. Somos muy cabezones para que se cumplan los acuerdos firmados. Que no le quepa duda a nadie: nos votaron para eso", dijo durante su intervención telemática. Ese trabajo destinado al cumplimiento de los compromisos de la coalición "va a ser muy duro y muy difícil", continuó, en una nueva alusión a las resistencias del PSOE. Y aquí, según Iglesias, el papel de los sindicatos y los activistas puede ser fundamental. "Es imprescindible que hagan su trabajo para que nosotros podamos hacer el nuestro", señaló. 

Durante los últimos días, los morados se han apoyado en las centrales y los movimientos sociales para mover a los socialistas hacia la actualización del salario mínimo y la prohibición de cortes. "El PSOE y Podemos a veces tienen intereses muy distintos", dijo Iglesias. Pero el "conflicto político", concluyó, es "el motor histórico de los avances democráticos".