HABLAN LOS PROTAGONISTAS DE UN CONVULSO PROCESO

Estatut: 10 años de la sentencia que nadie evitó

Manifestación en Barcelona contra la sentencia del Estatut, el 10 de julio del 2010

Manifestación en Barcelona contra la sentencia del Estatut, el 10 de julio del 2010 / RICARD FADRIQUE

Fidel Masreal

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Escribió la añorada compañera de EL PERIÓDICO Margarita Batallas, junto a Carles Cols: "El Tribunal Constitucional (TC) ha terminado por enmendar la plana al Parlament, al Congreso de los Diputados y a los catalanes que votaron 'sí' al Estatut en el referéndum celebrado el 18 de junio del 2006". Batallas ya anticipaba que el fallo generaría "polémica". Diez años después y de la mano de los protagonistas de ese Estatut, la palabra 'polémica' se queda corta. Hubo una posible sentencia más desfavorable, todos admiten que el proceso no satisfizo a nadie y emerge la autocrítica. Como la que formula, entre otros, el 'expresident' Artur Mas: no haber logrado blindar la rebaja del Estatut que pactó con el expresidente José Luis Rodriguez Zapatero. Fue, admite, una cierta ingenuidad. Zapatero afirma hoy que esa sentencia, por la que se felicitó en su día, debió ser totalmente favorable al texto.

Pudo haber sido un recorte mayor

Hoy, en privado y también en público, se reconoce que tras cuatro años de deliberaciones del Constitucional, recusaciones cruzadas de sus integrantes, mandatos prorrogados e, incluso, la muerte de un magistrado, la sentencia pudo haber sido más dura y haber tumbado no solo 14 articulos (referidos al uso preferente del catalán y al sistema judicial propio, entre otros), sino 30. "Había versiones más duras que la que salió", admite un 'exconseller' nacionalista. Es probable que fuera así, asume hoy Zapatero. También lo apunta Mas: "No me consta, pero no me sorprendería que fuera así". Joan Ridao, ponente del Estatut por ERC y actual letrado mayor del Parlament, recuerda que "se han atribuido a un determinado sector presiones para una sentencia 'light', pero también en el sentido contrario, es decir, que este sector impulsaba un recorte más amplio". Ridao subraya que se reinterpretaron 27 artículos con la "doctrina más restrictiva" del TC.

"El recurso del PP tiraba por elevación. La sentencia es bastante favorable al nuevo Estatut"

Josep Piqué

¿Se trató de evitar una sentencia contraria?

La mayoría de actores políticos pro-Estatut responden sin dudarlo que no. Joan Herrera, exlíder de ICV, reprocha al Gobierno del PSOE y al 'expresident' José Montilla una "falta de gobernanza para evitar una sentencia no apropiada". "Montilla avisó de la desafección, pero no hubo una gobernanza posterior por parte catalana ni del Estado", añade Herrera. El propio Zapatero reprocha hoy a Manuel Aragón -magistrado nombrado por su Gobierno, y que defendió la sentencia como la "menos mala posible"- su manera de entender el Estatut y de entender España.

Francesc Homs, 'exconseller' de CDC, recuerda que el Defensor del Pueblo a la sazón, el socialista Enrique Múgica, también presentó recurso contra el Estatut. "Y la sentencia le da la razón en todo; el recurso lo redactaron abogados del Estado, y abogados del Estado colaboran en la redacción de las preponencias en el Constitucional... ¿Cómo van a negar lo que sus compañeros están haciendo?".

"[Sobre el acuerdo Mas-Zapatero] Los pactos que se hacen de forma no unitaria y sin transparencia suficiente son usados por la otra parte para engañarte"

Jordi Sànchez

"El PSOE no pareció que resistiera las maniobras que llevaron a que la mayoría del Constitucional fuera la que acabó siendo en julio del 2010. ¿Por qué no pudimos blindar al menos aquel acuerdo? Me parece una pregunta del todo pertinente", se lamenta Ernest Maragall, 'exconseller' del PSC ahora en ERC. "Le dije a Zapatero: 'has de modificar el TC antes de la sentencia'. Y [Alfredo Pérez] Rubalcaba me miraba como si fuera un alienígena", revela Joan Puigcercós, exlíder de ERC. "Si alguien hizo algo para pedir al PSOE que moviera ficha en el Constitucional debió ser Montilla. No le hicieron ni caso", añade. Montilla, Mariano RajoySoraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas, han declinado hacer declaraciones.

"La reacción de julio del 2010 contradice frontalmente la lógica de los años anteriores de acuerdos entre élites: 'Majestic', el acuerdo del Estatut del 2006..."

Ernest Maragall

Josep Piqué, expresidente del PPC, sostiene que la sentencia fue "bastante favorable al nuevo Estatut". El PP pidió eliminar 114 de los 223 artículos del texto. "El recurso del PP tiraba por elevación", admite el exlíder de los populares catalanes, que también reconoce la "intromisión" de todos para intentar influir en ese fallo.

Y lamenta la oposición "dura" y "tóxica" que hizo el PP al proyecto, que contribuyó a la "descohesión". Frente a esta autocrítica, fuentes del partido insisten hoy: "El PP estuvo siempre a la altura en la defensa del Estado de derecho y de la igualdad de todos los españoles", informa Pilar Santos.

"Uno quería acabar con el tripartito y otro, acabar con el tema del Estatut como fuera. El espíritu de la sentencia es como el del 1-O: a por ellos"

Joan Puigcercós

Pactos, tacticismos, traiciones

Los antecedentes no invitaban al optimismo. Nació el texto en el 2005 tras un año y medio de pugna entre CiU y ERC para elevar el listón soberanista en el Parlament. Piqué recuerda cómo cargos nacionalistas le admitían en privado: "Ya sabemos que no saldrá adelante, pero hemos hecho una manifestación de la soberanía del Parlament". Hoy, Mas afirma sin rubor: "Yo era plenamente consciente de que aquello no se aprobaría en Madrid y creo que no engañé a nadie. La prueba es que me puse a negociar después y la cosa fue a la baja".

"No hubo gobernanza para evitar una sentencia no apropiada. En ningún momento se asumió el Estatut como una oportunidad federalizante del Estado"

Joan Herrera

— Exlíder de ICV

En efecto, el pacto Mas-Zapatero del 2006 rebajó notablemente el nivel de autogobierno del texto. "La estrategia divisiva de los partidos catalanes es imputable a todos ellos, convenientemente fomentada por el Gobierno español, dado que esto debilitaba la posición catalana", reflexiona Ridao en clave autocrítica. Y Jordi Sànchez, exlíder de la ANC encarcelado actualmente por la sentencia del 'procés', es también crítico: "Estos pactos que se hacen de forma no unitaria y no con transparencia son utilizados por la otra parte para engañarte".

Ernest Maragall recuerda esa alianza como "una repetición histórica en el peor sentido, un nuevo episodio en el que una fuerza muy significativa de Catalunya como CDC optaba por un acuerdo de mínimos antes que por plantar cara en el sentido institucional". Un pacto añade, "entre élites", como el del Majestic, y enmarcado en el proceso de sustitución de su hermano, el 'expresident' Pasqual Maragall.

Las advertencias

¿Previeron los políticos las consecuencias de una sentencia desfavorable? "Recuerdo haber hablado con Rubalcaba y con el Rey actual sobre esto -revela Homs- y me decían que era un problema mío, una obsesión de unos cuantos, que habíamos fracasado porque en el paisaje estaba presente que gobernaba Montilla con el apoyo de ERC y que la visión nacionalista estaba muerta. 'Ya sé que tú te lo crees, pero la realidad no te acompaña', me dijo el entonces príncipe Felipe. Otros, como Maragall, asumen que entonces no se veía a venir el aumento del soberanismo, pese a las advertencias de Montilla sobre la desafección. Jordi Sànchez está convencido de que con una sentencia favorable "muy probablemente hoy no estaríamos donde estamos".

"Hablé con el Rey actual sobre las consecuencias de una sentencia desfavorable. ‘Ya sé que tú te lo crees, pero la realidad no te acompaña', me dijo"

Francesc Homs

— 'Exconseller' y exdirigente de CDC

Tras la sentencia, nada

Los actores consultados admiten que los defensores del Estatut no hicieron nada para rescatarlo, pese a las invocaciones posteriores a la unidad. "Había maneras de recuperar el Estatut y nos hallamos a un Gobierno del PSOE con medio pie fuera, la crisis del 2008 y a CiU cabalgando el tigre [el soberanismo] en lugar de gobernarlo", sostiene HerreraHoms afirma que no tenía arreglo. Diez años después, Zapatero es el único que propone una relectura del Estatut e, incluso, una consulta al respecto. Sin margen, eso sí, para preguntar sobre la independencia.

"Hemos montado un gran conflicto sobre una cuestión que no ha afectado en absoluto a la vida cotidiana de los ciudadanos", zanja Piqué. "Valió la pena. Perdimos en términos históricos, pero fue peor desde la perspectiva española que para nosotros", opina Homs. Catalunya vive "en el empate infinito" y el conflicto catalán es "la gran asignatura pendiente de la izquierda española", concluye Herrera.