Sequía en Catalunya

La huerta de Barcelona salva la cosecha gracias a pozos y al agua regenerada

La cosecha inédita en plena sequía da pistas a los agricultores sobre cómo cultivar en el futuro

Los 5 desafíos de la agricultura: cómo alimentar a más gente de forma más sostenible

Agricultores baixllo 1

Agricultores baixllo 1 / Jordi Otix

Guillem Costa

Guillem Costa

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Esta campaña de riego ha sido inédita en muchos puntos de España. En Catalunya, donde la crisis hídrica ha tenido graves consecuencias, los agricultores se han visto obligados a lograr difíciles equilibros para sacar adelante las cosechas con menos agua de lo que era habitual. Ha ocurrido en el canal de Urgell y en el canal Segarra-Garrigues (la superficie de regadíos más extensa de la comunidad autónoma), en el Baix Ter, en el delta del Ebro y también en los alrededores de Barcelona.

En algunos puntos del Vallès, los payeses han tirado de pozos que no se han llegado a vaciar del todo, gracias a la sorprendente resiliencia mostrada durante esta sequía por los acuíferos, que son la principal fuente de abastecimiento para muchos pueblos. En este caso, una de las excepciones es la masa de agua subterránea Fluvià-Muga, que casi no se ha recargado, lo que ha obligado a declarar la emergencia también en 22 municipios del Empordà.

"¡Qué suerte haber tenido esta agua, teniendo en cuenta la situación!"

— Xavi Oliva, agricultor

Pero más allá de los pozos, para los regantes del Baix Llobregat, la huerta de Barcelona, la salvación ha sido el agua regenerada. "¡Qué suerte haber tenido esta agua, teniendo en cuenta la situación!", reconoce satisfecho Xavi Oliva, uno de los representantes de la comunidad de regantes. "Con el estado precario de los embalses, ha sido un éxito poder sembrar todo lo que plantamos habitualmente en verano", cuenta. Cuando se decretó la fase de excepcionalidad en el sistema Ter-Llobregat, los agricultores abrieron la puerta a replantearse qué cultivar.

Sin embargo, les aseguraron que dispondrían de agua regenerada, por lo tanto, mantuvieron las previsiones. A día de hoy, cinco meses después de que empezaran las restricciones per sequía, les ha llegado el agua prometida y podrán cosechar lo de cada año: "Nuestra producción, en verano, no es muy elevada, pero estas son fechas importantes porque es el momento de sembrar las semillas las verduras que recogeremos durante el invierno, por ejemplo la alcachofa". El programa de cada verano se ha podido seguir al pie de la letra.

Margen de mejora

El agua regenerada que usan en el Parc Agrari del Baix Llobregat procede de la depuradora de El Prat de Llobregat. Ahí, el agua residual se sanea y se somete a tratamientos extra para convertirla en agua regenerada, que se bombea hasta Sant Joan Despí para repartirla entre los agricultores. Esta agua, que también se añade al caudal del río Llobregat, en realidad también acaba siendo para el consumo humano, ya que la potabilizadora la capta y la trata para que se pueda beber.

Los agricultores consideran que la calidad del agua regenerada podría ser aún mejor

Los regantes celebran el éxito de este antídoto antisequía, pero no quieren ser conformistas y advierten de que el estado de esta agua todavía tiene margen de mejora. "Lo ideal sería usar el agua del río que se desembalsa en los pantanos en lugar del agua regenerada, porque tiene un pH aún más idóneo", admite Oliva. De todas formas, es realista: "Sabemos que con la escasez futura es muy probable que este recurso se convierta en algo cotidiano y puede que permanente. Por este motivo reclamamos que se intenten conseguir datos mejores en la calidad de esta agua".

El agua regenerada como recurso imprescindible en un futuro de sequías crónicas es una solución que ya está sobre la mesa de la Agència Catalana de l'Aigua. De hecho, Aigües de Barcelona y varios partidos políticos han planteado la necesidad de aplicar un proceso semejante al que está en marcha en el Llobregat para el río Besòs, que serviría para aprovechar todavía más agua del caudal del río y potabilizarla. Así, ni las cosechas ni el abastecimiento urbano dependerían tanto de las lluvias.

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