Efectos del cambio climático

La Generalitat deniega el ERTE a Freixenet por no estar justificada la causa mayor: "Hace más de tres años que el país sufre sequía"

La compañía ha respondido que empezará a negociar con los trabajadores un ERTE pero por circunstancias económicas, técnicas, organizativas o productivas

Freixenet plantea un ERTE sobre más de 600 personas por la sequía

Las cavas Freixenet, en Sant Sadurní d'Anoia.

Las cavas Freixenet, en Sant Sadurní d'Anoia. / Albert Gea / Reuters

Paula Clemente

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Se opusieron frontalmente los sindicatos y acaban de ganar algo más de tiempo y poder de negociación. La Generalitat ha denegado a Freixenet, filial catalana del grupo alemán Henkell Freixenet, el Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) que solicitó la semana pasada para tratar de gestionar la caída de actividad provocada por la sequía. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, la 'conselleria' de Empresa i Treball –el departamento encargado de este tipo de gestiones– no ve probada la causa de fuerza mayor con la que la compañía justificaba la suspensión (o modificación) de más de 600 contratos, el 80% de la plantilla de la cavista catalana.

"Hay dos elementos que justifican los ERTES de fuerza mayor ordinaria que son capitales: la imprevisibilidad y la inevitabilidad", justifica la conselleria. "La fuerza mayor ordinaria actúa ante hechos que la empresa no puede prever ni evitar, tales como incendios o explosiones, entre otros, que anulen totalmente o parcialmente el centro de trabajo y que no permitan la actividad", profundizan fuentes de este departamento. "Sobre la previsibilidad, la situación del secano y la falta de lluvias no es un hecho sobrevenido: hace más de tres años que el país sufre sequía", ahondan.

En cambio, los otros seis ERTE que ha aprobado la Generalitat relacionados con la sequía antes de que Freixenet presentara su caso, sí que se han aceptado como 'causa mayor' por estar vinculados con restricciones que dependen de decretos del Govern. "No es el caso que nos ocupa", insisten estas fuentes.

Ahora, la compañía con operativa en Sant Sadurní d'Anoia tiene varias opciones. Apelar la decisión, aunque lo haría ante el mismo organismo que la ha tomado, o aplicar un ERTE por circunstancias Económicas, Técnicas, Organizativas o Productivas (lo que en los circuitos legales se conoce como ERTE ETOP, por estas siglas). En este segundo caso, la Generalitat ya no tendría nada que decir, pues es una medida que deben negociar con la representación de los trabajadores. De todos modos, si las dos partes no llegaran a un acuerdo, Freixenet tiene libertad legal para tirar hacia adelante el procedimiento unilateralmente.

Reacción de Freixenet

En este sentido, fuentes cercanas a la empresa aseguran que el grupo esperaba la decisión, pero que no por eso se siente menos "decepcionado" por ella. "Si hay algo imprevisible es la sequía y sus efectos", defienden, quienes también dan fe de que la compañía lleva más de tres años trabajando internamente y pidiendo a la Denominación de Origen Cava (D.O. Cava) medidas que les ayuden a surfear mejor esta situación. Públicamente, Freixenet ha asegurado que continuará las "negociaciones constructivas" con el comité de empresa y con los sindicatos. "Si bien el grupo acepta la decisión de la Generalitat, se mantiene firme en la necesidad de un ERTE", apunta en un comunicado, en el que confirma que "las condiciones climáticas" y "la respuesta del Govern" les abocan, efectivamente, a solicitar un ERTE ETOP.

"El motivo de la solicitud original del pasado 22 de abril de 2024 sigue vigente: la grave falta de uvas y vino base para la producción de cava conduce a una reducción masiva del trabajo en los procesos de producción", contextualiza la elaboradora de cava, que cifra la falta de botellas necesarias para atender a la demanda en 80 millones de unidades. "Esto es consecuencia de la sequía extrema en las comarcas del Alt Penedès, Baix Penedès, El Garraf y Camp de Tarragona".

Sin embargo, a diferencia de la última vez que se pronunció al respecto, esta vez la empresa señala directamente a la D.O. Cava, a la que pide actualizar la normativa y adoptar medidas para "contrarrestar la tensa situación de suministro". Se refieren, sobre todo, a la obligación de trabajar con uva eminentemente local.

Lo cierto es que el consejo regulador del cava ha acordado recientemente con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación flexibilizar este tipo de requisitos y permitir a las bodegas utilizar cierta cantidad de uvas procedentes de parcelas no necesariamente inscritas en el registro de explotaciones que gestiona este consejo regulador (aunque sí tienen que estar dentro del territorio de la Denominación de Origen). Con todo –asegura Freixenet–, estas medidas "no son suficientes ni llegan a tiempo para evitar un ERTE", concluyen.