Elecciones municipales 2023

Orden, orgullo y oportunidades: las 'tres O' sobre las que orbita el discurso de Jaume Collboni

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Carteles del alcaldable del PSC, Jaume Collboni, en Barcelona

Carteles del alcaldable del PSC, Jaume Collboni, en Barcelona / SÍLVIA JARDÍ / ACN

Sara González

Sara González

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Los discursos de campaña de cada candidato tienen una columna vertebral inamovible sobre la que se tejen propuestas, argumentos y ataques a los rivales. Una suerte de ítems o eslóganes con las que pretenden resumir su proyecto con el objetivo de que sea tan pegadizo que cale en el potencial votante. Tendrán más o menos éxito, pero es un recurso del que siempre echa mano la orfebrería electoral. En el caso del alcaldable del PSC, Jaume Collboni, son 'las tres O': orgullo, orden y oportunidades. Tres palabras que ejercen de hilo conductor de cada mitin, que son declinables en función del 'target' al que se dirige en cada barrio, pero que son omnipresentes en cada intervención pública.

Orgullo: nostalgia del pasado socialista

Collboni ha apostado por la recuperación del 'Hola' que se lanzó al mundo durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1992 como símbolo de la nostalgia que reivindica que Barcelona tiene de los años de gobiernos socialistas. Ahora, una docena de años después de la pérdida de su alcaldía más preciada y dejando atrás el socavón electoral que el 'procés' supuso para el partido, proclama que el socialismo "ha vuelto" y arenga a sus bases para que contribuyan a una recuperación "histórica" de la batuta de la ciudad.

En 2015, Collboni se estrenó como candidato con una caída histórica de los 11 concejales a tan solo 4, un suelo nunca antes conocido que compensó entrando en el gobierno de Ada Colau durante unos meses en aquel primer mandato. En su tercer intento de ser alcalde y partiendo ahora de 8 concejales, las encuestas pronostican que tiene opciones de ganar, motivo por el que apela a tener "orgullo" por lo que el PSC ha representado para una ciudad que desde 1979 solo había conocido alcaldes socialistas hasta que en el año 2011 se impuso Xavier Trias. Jordi Hereu, el dirigente del partido que perdió el cargo entonces, está asistiendo de forma entusiasta entre el público de todos los mítines. Tampoco faltan desde el escenario las referencias constantes a Pasqual Maragall, de quien el PSC reivindica su legado -pese a que abandonó la militancia en la formación- calificándolo como "el Maragall bueno" frente a su hermano y candidato de ERC, Ernest Maragall.

Orden: la apelación al votante moderado

"Tener barrios limpios y seguros es de izquierdas", insiste el alcaldable socialista, que ha levantado especialmente la bandera del "orden" en esta campaña. Reclama al Govern que faltan 600 agentes de Mossos en Barcelona, defiende que hay que aumentar las multas por conductas incívicas y aplicar con diligencia la ley que permite a los ayuntamientos impulsar desocupaciones en 30 días. Detrás de esa reivindicación hay una estrategia por atraer tanto el voto de izquierdas descontento con una gestión de Colau que considera caótica en materias como la limpieza o la movilidad como al que está en estos momentos a la deriva por el naufragio de Ciutadans. De hecho, morados y naranjas hicieron mella años atrás en su bolsa de votantes y los socialistas detectan que parte de ellos vuelven 'a casa' y se suman al apoyo que se ha mantenido siempre fiel, al que ha estado a viento y marea. Pero no solo, porque Collboni también interpela a aquel ciudadano que se quedó huérfano de Convergència, al que advierte de que Xavier Trias esconde las siglas de Junts para que no se tenga en cuenta que Carles Puigdemont y Laura Borràs siguen estando ahí. La invocación al votante "moderado", venga de donde venga, es una constante en su discurso.

Oportunidades: con la agenda de Sánchez bajo el brazo

"Techo y trabajo", promete Collboni al público de sus mítines, especialmente en aquellos barrios con la renta media más baja y que forman parte de sus feudos de Nou Barris, Sant Martí o Sant Andreu. Es consciente de que cuando se trata de hablar de orden la derecha tiene todas las de ganar, pero también de que buena parte de ese votante son trabajadores de clases populares. Por ello, junto a la bandera de la seguridad o la limpieza, el candidato socialista levanta la de la agenda de Pedro Sánchez, de quien ser erige en embajador.

Subida del salario mínimo, revalorización de las pensiones o los nuevos anuncios sobre vivienda social. Collboni hace de altavoz de todas las medidas sociales que ha aprobado la Moncloa y su campaña es un desfile de ministros. En los tres primeros días de campaña ya han venido cuatro: la de Hacienda, María Jesús Montero; la de Defensa, Margarita Robles; el de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; y el de Cultura, Miquel Iceta. Todos ellos transmiten una misma idea: ganar en Barcelona forma parte de los cimientos para que Sánchez se quede en la Moncloa y para que Salvador Illa alcance la Generalitat.

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