El 'cinturón rojo' se torna del color naranja de Ciutadans

JOSEP M. BERENGUERAS / BARCELONA

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El líder de Ciutadans, Albert Rivera, acudió nada más comenzada la campaña electoral a La Farga de L'Hospitalet y, ante unos 1.000 asistentes, llamó a convertir el cinturón rojo de Barcelona (nombre otorgado al antaño bastión del PSC, el área metropolitana) en naranja (el color de Ciutadans) «para cambiar España». Para lo segundo tendrán que esperar, pero los resultados de las elecciones autonómicas del pasado domingo dejan claro que al menos en parte han logrado su objetivo: no solo conquistaron ciudades como L'Hospitalet de Llobregat, sino que más que duplicaron los resultados en ese cinturón metropolitano (sea ahora del color que sea) y evitaron así una victoria mayor de las fuerzas independentistas.

De los 36 municipios que componen el área metropolitana de Barcelona, Ciutadans logró imponerse en 11 enclaves electorales -todo un logro para un partido que en las elecciones del 2012 no logró controlar ninguno de los municipios-, mientras que el PSC ganó en tres y en los 22 restantes la opción de Junts pel Sí fue la favorita de los electores. De los 11 municipios en los que ganó Ciutadans, en seis de ellos la suma de los votos de CiU más Esquerra fue la mayoritaria en el 2012, mientras que otros cinco eran enclaves en que el PSC había logrado una mayoría de los votos tres años antes.

La victoria más celebrada por Ciutadans fue la de L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad de Catalunya y tradicional bastión de voto socialista que, en esta ocasión, se decantó por el partido naranja. Inés Arrimadas consiguió 29.777 votos en esta ciudad, por encima de los 28.970 que obtuvo el PSC. En cambio, en el 2012 el partido naranja había logrado 11.687 votos y los socialistas, 27.610. De este modo, aunque el número uno del PSC, Miquel Iceta logró incrementar sus apoyos en más de 1.350 papeletas el domingo, Arrimadas consiguió más que duplicar los votos a su partido.

Esta tendencia se dio en la mayoría de las 11 poblaciones del cinturón donde ganó Ciutadans: mientras que el PSC no sufrió en exceso una pérdida de votos -en algunas incluso ganó electores respecto de los anteriores comicios-, Junts pel Sí obtuvo menos confianza de los electores que en el 2012 (en el caso de L'Hospitalet, unos 800 votos menos).

DE PRIMERA A SEGUNDA / Ciutadans también se impuso en otras cuatro localidades donde en el 2012 ganó el PSC: Viladecans (28,19% de los votos), El Prat de Llobregat (23,54%), Sant Adrià del Besòs (24,08%) y Sant Andreu de la Barca (26,99%). En todas ellas, el PSC pasó a ser la segunda fuerza más votada. Mientras, el partido de Rivera también ganó en seis municipios donde la suma de CiU y Esquerra fue la predilecta de los electores en el 2012: Sant Boi (24,20% de los votos para Ciutadans), Castelldefels (27,42%), Gavà (26,25%), Esplugues (23,95%), Ripollet (27,30%) y Barberà del Vallès (27,25%).

En el conjunto de los 11 municipios donde Ciutadans fue la fuerza más votada, el partido logró un total de 100.974 votos, es decir, el 153% más que los conseguidos tres años antes (39.921 papeletas), con una media del 25,7% de los votos del total (11,9% tres años antes). Además,  el partido de Rivera se convirtió en segunda fuerza más votada en Barcelona, Cerdanyola, Cornellà, Sant Feliu de Llobregat, Sant Just Desvern y Molins de Rei, entre otras.

La gran subida gde votos  de Ciutadans fue consecuencia precisamente del incremento de los obtenidos en el  área metropolitana, donde solo entre los 11 municipios que ganó, más Barcelona y Badalona, sumó 275.000 votos, un tercio del total.

El PSC logró mantener tres tradicionales feudos, aunque seguido muy de cerca por Ciutadans. En Cornellà, los socialistas consiguieron 11.564 votos (casi 500 más que en el 2012), por 11.158 de Ciutadans (6.400 más); en Santa Coloma, 14.505 votos (50 menos), por 13.472 de Ciutadans (7.825 votos más); y en Badia del Vallès, 2.075 votos (275 más), por 1.912 de Ciutadans (1.168 más). El partido naranja se quedó cerca, pues, de conseguir sumar aún nuevas localidades a sus conquistas electorales, poniendo contra las cuerdas en la zona al PSC y empequeñeciendo al PP, que solo incrementó su fuerza en Badalona, localidad donde el candidato Xavier García Albiol fue alcalde.

Junts pel Sí fue la opción preferida en la mayoría de los municipios, pero con porcentajes de voto inferiores a los obtenidos sumando los logrados por CiU y ERC en el 2012.