Elecciones municipales 2023

El PSC se lanza a la reconquista de Barcelona como "primer paso" para asaltar la Generalitat

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El alcaldable de Barcelona, Jaume Collboni, con la ministra María Jesús Montero, el líder del PSC, Salvador Illa, y la concejal Rosa Alarcón

El alcaldable de Barcelona, Jaume Collboni, con la ministra María Jesús Montero, el líder del PSC, Salvador Illa, y la concejal Rosa Alarcón / PSC

Sara González

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No solo hay, en palabras de Jaume Collboni, "hambre de victoria" en el PSC, sino que esta se junta con las ganas y las posibilidades de comerse las elecciones del 28 de mayo. En su equipo rebosan optimismo y el partido habla de momento "histórico". Quizá porque este es el tercer intento y nunca antes en los últimos 12 años habían visto la reconquista de la alcaldía tan a su alcance. Aún con el sondeo del CIS humeante en la 'war room' creen, de hecho, estarla acariciando con la punta de los dedos. Este sondeo hace añicos justo en el arranque de la campaña el escenario dicotómico entre Ada Colau y Xavier Trias y augura un cuerpo a cuerpo entre la alcaldesa y el candidato socialista. Es por eso que el PSC se ha erigido en la "alternativa real" en el Ayuntamiento de Barcelona como "paso previo" también para alcanzar con Salvador Illa la Generalitat.

Lo ha dicho Collboni y lo ha dicho el jefe de la oposición, inmerso en una carrera de fondo para que las siglas del partido luzcan en los dos balcones de la plaza de Sant Jaume. Ambos han entrelazado sus destinos en un mitin desde el barrio de El Carmel -plaza fiel al PSC- que ha contado con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como telonera de excepción y que ha tenido el 'Hola' de los Juegos Olímpicos de 1992 como nexo para apelar al "orgullo" del pasado, cuando la capital estaba gobernada por alcaldes socialistas. El mítico estribillo de la canción September de Earth, Wind & Fire, ese animado "'do you remember'" que les va como anillo al dedo, ha dado el pistoletazo de salida.

Montero ejercido de embajadora del Gobierno de Pedro Sánchez, cuya agenda pone al servicio de los objetivos electorales del PSC en contraposición con la "frustración" del independentismo y el "cuanto peor, mejor" de la derecha. Ha lucido todo el repertorio: desde los recién aprobados 1.000 millones para combatir la sequía, a la reforma laboral, la subida del salario mínimo, la revalorización de las pensiones y la ley de vivienda. El sello de Pedro Sánchez se exprimirá especialmente durante la campaña.

"Ganaremos las elecciones en Catalunya y en Barcelona. Pondremos en marcha la mayoría de municipios como paso previo para poner en marcha la Generalitat"

Salvador Illa

— Líder del PSC

Para el PSC no solo nada está escrito en una Barcelona donde el 25% del voto se decide en la última semana, sino que ha diseñado concienzudamente una campaña "para ganar". No habrá otra oportunidad para Collboni, es ahora o nunca. "Ganaremos las elecciones en Catalunya y en Barcelona. Pondremos en marcha la mayoría de municipios como paso previo para poner en marcha la Generalitat", ha augurado Illa. Y Collboni, recogiendo el guante, ha sentenciado que es hora de "pasar página" al 'procés', pantalla en la que ubican a Xavier Trias pese a que "esconda" las siglas de Junts, y a la "decepción" de una izquierda "que no ha gobernado bien". Todo un dardo a Colau. Con el CIS en la mano, los socialistas presumen de que ellos son "la alternativa real" a los Comuns mientras Trias "se deshincha".

Apelación al "progresista" y al "moderado"

Pero para dar el 'sorpasso' hace falta la movilización de los propios y más allá. El tridente Collboni, Illa y Montero han llamado al unísono a una "movilización general", han apelado al voto progresista, pero también al de la "moderación" y la "sensatez", valores que han advertido que no puede representar Trias, candidato del mismo partido que una Laura Borràs que se "empeña en subordinar" el Parlament a sus intereses pese a estar condenada "por corrupción". El alcaldable ha tenido también un ojo puesto en la tensión de las dos casas ocupadas en la Bonanova: "Pido calma, a la derecha independentista y a la no independentista, conmigo se cumplirá la ley".

El aspirante socialista cuenta en su carrera por la alcaldía -que ha definido como "el mejor oficio del mundo"- con el arropo de hasta una decena de ministros que pisarán los distritos de Barcelona en las próximas dos semanas, con el tándem Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero para convertir Barcelona en el epicentro estatal de las elecciones el último día a escasas horas de la cita con las urnas y con un escudero, Salvador Illa, que luce su liderazgo consolidado allá donde va.

De Nou Barris a Sarrià

Con toda esta artillería, la estrategia del PSC para por movilizar a sus grandes fortines, los que les votan contra viento y marea. Desde Nou Barris a Sant Martí, pasando por Sant Andreu y Horta-Guinardó. Pero también en barrios donde ha logrado calar en el último ciclo electoral, como La Marina de Port o Badal, o incluso exprimir las simpatías que han conseguido despertar en Sarrià, pese a que es territorio más afín a Xavier Trias.

En su equipo destacan que no solo "tiene un voto muy transversal" porque es el aspirante que "menos rechazo provoca", sino que esta vez, a diferencia de hace cuatro años, es quien tiene más vías posibles de pacto abiertas. Ni Junts ni ERC reniegan esta vez de él -en 2019 firmaban por escrito que no pactarían "con los del 155"- ni lo hace Colau, que reivindica un tripartito de izquierdas, ni tampoco lo rehúye el PP de Daniel Sirera. Collboni juega a la ambigüedad cuando se le pregunta con quien está dispuesto a entenderse y deja caer que se aliará con quien reme a favor del crecimiento económico -ampliación del aeropuerto del Prat incluida-, sea "leal al Gobierno" y garantice políticas "de protección" a los ciudadanos. Su aviso a navegantes -entiéndase, a los Comuns- es que el socialismo en Barcelona "ha vuelto" y que "se avecina cambio".