Jaume Collboni, con los lectores de EL PERIÓDICO: "Estoy más preocupado por los mileuristas que por los cruceristas"

"Estoy convencido de que ganaré las elecciones y de que seré el nuevo alcalde de la ciudad". Con esta declaración de intenciones y una moral de victoria que impregna todo el partido a golpe de demoscopia, arranca la campaña el alcaldable del PSC en Barcelona, Jaume Collboni. Las elecciones en la capital están en un puño y es consciente de ello, pero derrochó optimismo este lunes en el ciclo de conferencias 'Barcelona Entre Todos' organizado por EL PERIÓDICO en el recinto modernista de Sant Pau. Y tan seguro de sus posibilidades está que incluso dejó claro que él no facilitará que sean alcaldes sus principales rivales por mucho que se especule con los posibles pactos.

"No pactaré la investidura ni con Ada Colau ni con Xavier Trias", ha sentenciado. Dicho queda. Como dicho queda también que, si no gana, su papel será el de estar en la oposición porque el único plan de los concejales del PSC será votarlo a él en la sesión de investidura. Reivindica que en Barcelona toca "cambio" y que, dado que tanto la líder de los Comuns como el candidato de Junts ya han tenido la oportunidad de llevar la batuta en el ayuntamiento, ahora le toca a él. "El único alcalde que sería nuevo de verdad sería yo", dijo dejando fuera de la ecuación al republicano Ernest Maragall.

En todo caso, el volantazo que representaría Trias supondrían "regresión", "recortes" y regresar a la vía unilateral del 'procés' de la mano de Carles Puigdemont y Laura Borràs. Collboni no pierde ninguna ocasión para recordar que Junts, aunque se vista de seda, Junts se queda. En 2019, recordó, ya actuó para evitar que Barcelona tuviera un alcalde independentista y no hay, por su parte, "arrepentimiento" por haberlo logrado gracias a los votos de Manuel Valls porque eso ha evitado un gobierno "bloqueado, incompetente y roto" como el que considera que hay ahora en la Generalitat con Pere Aragonès al frente.

"Divergencias" con Colau

Aunque también reconoció las "divergencias" con Colau, con quien el PSC sigue gobernando pese a que el alcaldable decidió dejar el gobierno en enero. De hecho, desde el público fue interpelado por esta cuestión y defendió que era "compatible" seguir garantizando la gobernabilidad con su salida para poder confrontar el proyecto de los Comuns. "Compartimos la lucha contra la desigualdad y el cambio climático, pero no el cómo. Yo creo en la suma, la integración y en el diálogo, no en imponer, el dogmatismo, el simplismo y en hacer las cosas a golpe de decreto", resumió.

Eso es lo que, en su opinión, pasó con la reforma de la Ronda de Sant Antoni. A preguntas de la responsable de la sección de Barcelona de EL PERIÓDICO, Meritxell M. Pauné, aseguró que, si es alcalde, la frenará. Como también frenará el plan de Colau de "repetir 22 veces Consell de Cent" porque en su agenda tiene recuperar 30 interiores de manzana del Eixample. El gran problema en este mandato es que "se haya impuesto la lógica del urbanismo" y eso haya perjudicado a la movilidad.

"Me preocupan más los mileuristas que los cruceristas"

Jaume Collboni

— Alcaldable del PSC en Barcelona

En todo caso, presumió de haber acabado con los bici-taxis o de haber impedido que los patinetes eléctricos de 'sharing' "campen" por la ciudad. También dejó claro que está a favor de la conexión del tranvía, pero "cuando haya recursos" para hacerlo. Es decir, no se compromete a que sea en los próximos cuatro años. Y le tocó reconocer que la falta de inversión y mantenimiento ha provocado que "estalle" Rodalies, aunque reivindicó el "esfuerzo" del actual Gobierno y su compromiso por ser exigente en esta materia esté quien esté en la Moncloa. No faltó la puya al Govern por el fiasco organizativo de las oposiciones de la Generalitat.

"Techo y trabajo"

En la carpeta de turismo, entonó lo que será uno de sus 'leitmotiv' de campaña: "Me preocupan más los mileuristas que los cruceristas". De hecho, vivienda y ocupación -"techo y trabajo"- serán las dos grandes carpetas de su programa bajo cobijo de la agenda del presidente Pedro Sánchez. Aunque sostuvo que Barcelona puede asumir la carga turística que ahora tiene, admitió que está "al límite" y que el modelo pasa por regular flujos a partir de ofertas que promuevan un repartimiento de la densidad de los visitantes. "La línea es la que hemos tenido este año: menos turistas pero que gastan más", dijo advirtiendo de que el decrecimiento no es una opción para su partido.

A Collboni le tocó despachar las cuestiones planteadas por los lectores, por los expertos y también por los asistentes, como la polémica que genera la ubicación de la estructura provisional del Mercat de l'Estrella a los jardines del Baix Guinardó. La política municipal va de eso, del tú a tú con los vecinos.