El parque de la desaparecida Colònia Castells cuesta a Barcelona un millón de euros más de lo previsto

Las obras están cerca de concluir en los 9.600 metros cuadrados donde se alzaba un reducto extinguido de antiguas casitas bajas en Les Corts, arrasadas en su mayoría para ser sustituidas por un parque que el Ayuntamiento de Barcelona espera que esté listo en las próximas semanas. El desalojo de la Colònia Castells y el derribo de gran parte de uno de los últimos enclaves para afincar a empleados de una fábrica de la ciudad ha difuminado un vestigio de la memoria obrera, construido hace un siglo. 

A medida que la futura zona verde ha ido tomando cuerpo, se ha desvanecido la huella de la barriada de trabajadores, ya desdibujada con las primeras demoliciones, hace más de una década. Con los retoques añadidos sobre la marcha, la reforma costará un millón de euros más de lo que figuraba en el contrato.

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El Ayuntamiento confió la remodelación a mediados de 2022 a la empresa Excavaciones y Construcciones Benjumea, que se ofreció a llevarla a cabo a cambio de que el consistorio pagase 2,68 millones de euros, IVA incluido. El precio era inferior a los tres millones en que la reforma se tasó al salir a concurso. Hace un mes, el gobierno municipal aprobó incorporar unas modificaciones al proyecto, que elevan el coste final a 3,64 millones de euros, contando también el IVA. 

Si bien los cambios se han formalizado bajo el actual gobierno en minoría del PSC, al menos parte de ellos se desprenden de decisiones tomadas bajo el bipartito de Barcelona en Comú y los socialistas. El equipo del alcalde Jaume Collboni defiende que los ajustes que encarecen el parque son “técnicamente viables” y suponen “mejoras”. 

En cambio, la presidenta de la Coordinadora Vecinal de Les Corts, Adela Agelet, cree que el aumento del desembolso es “incomprensible”. “Sube mucho, cuando el proyecto que los vecinos planteaban era baratísimo. Este gasto está fuera de lugar”, opina.  

Vuelcos imprevistos

El ejecutivo municipal comenta que la factura se ha inflado por “una serie de cambios” incluidos “una vez que las obras estaban adjudicadas”. Uno de ellos es el replanteamiento casi completo del área de juegos infantiles. El consistorio alega que se “ofrecen diferentes posibilidades de juego y de exploración” con la variación, que ejercen de “polo de atracción para las familias”.  

Un informe del Instituto Municipal de Urbanismo señala que, “aunque el proyecto ya preveía construir” una zona de recreo, la gerencia del exarquitecto jefe Xavier Matilla solicitó el “encargo de una área de juegos singulares en el parque de la Colònia Castells”. La petición se presentó en septiembre de 2022, tres meses después de sellarse la adjudicación.

Según el documento, la propuesta “poco tenía que ver con la existente en el proyecto”. “Ha generado importantes modificaciones en el diseño del área”, agrega. “Se sustituyó el elemento central proyectado por un juego más singular, tipo ‘Nautilus’”, dice el dictamen. Se refiere a un tipo de mobiliario de gran envergadura, como los que se han extendido por otros puntos de la ciudad. “Este hecho ha provocado el rediseño global de todo el área con la incorporación de nuevos elementos, además de otros adaptados e inclusivos”, explica el informe.

Además, se optó por actualizar el área de actividades saludables, “sustituyendo los elementos previstos ya que se encontraban parcialmente descatalogados”, afirma el documento. Se iba a dejar el gimnasio al aire libre ya existente en el paraje, pero los aparatos para ejercitarse “no se podían aprovechar y se tuvo que instalar unos nuevos”, puntualiza el informe.

En la plaza se han extendido unas pérgolas que evocan el trazado de los pasajes desaparecidos en el vecindario. El dictamen municipal señala que la armadura metálica se tuvo que adaptar para “asegurar la accesibilidad, el mantenimiento de alguna especie vegetal y la integridad estructural para colgar los columpios”. Apostilla que “un tramo de pérgola se eliminó a petición de los vecinos”. 

El tejido asociativo de Les Corts prepara un recurso para pedir explicaciones sobre los cambios y el sobrecoste en la construcción. “Nos da a pensar que el proyecto estaba mal hecho. En el informe no hay detalle suficiente para los gastos millonarios que han aparecido”, evalúa Agelet. 

Más árboles y más bancos

El documento del Instituto Municipal de Urbanismo justifica también el encarecimiento de las obras por que “se han aumentado las superficies verdes en 1.960 metros cuadrados” sobre los restos de la Colònia Castells y “en detrimento de zonas pavimentadas”. Se han plantado 151 árboles, “30 más de los previstos”, puntualiza el Ayuntamiento. 

Según el informe, se han tenido que “rediseñar las especies a plantar, su distribución y la red de riego”. El consistorio apunta que el cambio ha sido “a petición vecinal”, igual que la incorporación de cinco bancos para sumar un total de 37 y una fuente “para favorecer la estancia” en el parque, en vez de ser solo un lugar de paso. 

El dictamen de Urbanismo agrega que, “una vez iniciadas las obras”, se asumió la inversión no programada de una “restauración completa” para asegurar la estabilidad de las fachadas y los muros indultados del antiguo pasaje Piera, los únicos testimonios que permanecen de la vida barrial en la parcela. “El estado era muy deficiente”, sostiene el dictamen. A su vez, se han destinado fondos no planificados en el proyecto inicial a sustituir parte del pavimento, mejorar el drenaje para reaprovechar agua de lluvia y reforzar el alumbrado.

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