LA DUODÉCIMA LEGISLATURA

La yincana de Rajoy

El presidente se ha visto inmerso el último año en una carrera de obstáculos que ha ido salvando hasta asegurarse las cuentas del 2018

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante un paseo matutino en Pontevedra.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante un paseo matutino en Pontevedra. / periodico

Pilar García / Barcelona

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Mariano Rajoy negociaba con Albert Rivera, hace un año por estas fechas, el apoyo a su investidura como presidente del Gobierno. Con Pedro Sánchez aferrado al "no es no", PP y  C's firmaban finalmente el 28 de agosto el pacto que iba a allanarle a Rajoy el camino, no de rosas precisamente. Desde el pasado agosto, se ha visto inmerso en una carrera de obstáculos que ha ido salvando, aun en su papel, en ocasiones, de mero observador. Una suerte de yincana en la que ha tenido como competidores el fin de la mayoría absoluta, escándalos de corrupción por los que la oposición ha exigido su cabeza y una frustrada moción de censura.

El escollo del PSOE que le impedía llegar a la meta de la investidura -tras un primer intento fallido- lo superó solo, el 29 de octubre y contra reloj, con Sánchez fuera de juego. Tras diez meses en funciones, retenía la Moncloa, pese a las sonadas polémicas de aquellos días previos de incertidumbre.

El patinazo con Soria

El exministro de Industria José Manuel Soria, por ejemplo, era propuesto para un alto cargo en el Banco MundialBanco Mundial, tras dimitir por aparecer su nombre en los 'papeles de Panamá'. Aunque Rajoy le defendió, terminó forzando a renunciar al puesto al extitular de Industria.

Además, el Tribunal Supremo abría causa penal por blanqueo contra Rita BarberáRita Barberá. La exalcaldesa de València dejó el PP, pero se negó a renunciar a su escaño en el Senado, pasando al Grupo Mixto, y Rajoy se desentendió públicamente del asunto. Dos días después de declarar por la operación Taula, Barberá fallecía por causas naturales y su entorno reprochaba al PP haberla excluido, mientras el partido disparaba a los medios de comunicación por haber "linchado", denunció, a la senadora.

El 'caso Gürtel'

En octubre se iniciaba el macrojuicio de la 'Gürtel' y el PP intentaba, sin éxito, que el tribunal lo anulara. Algo que el propio Rajoy dijo desconocer en su primera entrevista radiofónica de la nueva legislatura (incluso se declaró "sorprendido" y señaló que su "prioridad" estaba en "otros asuntos que importan a los españoles").

El cabecilla de la trama, Francisco Correa, no se lo ponía fácil al admitir el reparto de comisiones en el PP a cambio de obra pública. "Génova era mi casa", declaraba respecto a la sede nacional del partido. Ese testimonio llevaría al juez a reabrir la investigación de la caja bcaja b, aunque Correa (condenado después por otra de las causas junto a Pablo Crespo y Álvaro Pérez, 'el Bigotes') se negaría después a declarar.

Rajoy, citado a declarar como testigo por la presunta financiación irregular del PP, intenta hacerlo por videoconferencia, pero el juez le obliga a acudir el 26 de julio no pudiendo evitar la imagen del presidente del Gobierno declarando ante el tribunal. Con soltura e incluso altivo, rehúye responsabilidades en la trama y PSOE y Podemos reclaman su comparecencia en el Congreso. La petición se debatirá el próximo día 24 en la Diputación Permanente.

Ministros reprobados

Tres ministros de Rajoy han quedado este curso en entredicho. El Congreso reprobaba a Jorge Fernández Díaz por la 'operación Cataluña', la supuesta guerra sucia contra el independentismo. También a Cristóbal Montoro (Hacienda), tras el revés del Tribunal Constitucional a la amnistía fiscal. Y a Rafael Catalá (Justicia), por "injerencias" para "entorpecer" investigaciones al expresidente madrileño Ignacio González -ahora en prisión por el 'caso Lezo', de desvío de fondos públicos-, y al ya expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez. Esta última crisis, que tensó la cuerda en la alianza con C's, salpicó a la fiscalía, con acusaciones de intimidaciones. Rajoy pasó de defenderle a obligarle a dimitir

Además de al ministro de Justicia, el Congreso reprobó al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y el jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Manuel Moix, quien tuvo que dimitir tras saberse que posee el 25% de una empresa 'offshore' en Panamá. Después, en cambio, el Gobierno se lavará las manos y acabará siendo destituido.

También cambió de actitud Rajoy con Federico Trillo, a quien el Consejo de Estado consideró responsable de la tragedia del Yak-42. Inicialmente, Rajoy da la cara por el extitular de Defensa, hasta que este, ya sin su apoyo, acelera su relevo.

La 'ley mordaza' y la estiba

El hemiciclo ha propinado bofetadas al líder del PP que han evidenciado su soledad. El Congreso aceptó a trámite el primer paso para proponer cambios en la 'ley mordaza'. Sí logró salvar Rajoy, en cambio, el decreto de la estiba, tras el rechazo inicial, gracias a la abstención del PDECat.

Los Presupuestos y la moción de censura

En cuanto a los Presupuestos del 2017, no los ató hasta junio, por la mínima y a fuerza de concesiones a C's, PNVCCForo AsturiasUPN y Nueva Canarias. Pero sacó adelante también el techo de gasto, asegurándose las cuentas del 2018.

Y salió indemne de los ataques por la corrupción en el debate de la moción de censura presentada por Podemosmoción de censuraPodemos, que no recabó apoyos, aunque el PSOE, con Sánchez de nuevo al mando, se ha acercado a los morados para hacer frente común contra el PP.

El desafío independentista

El frente catalán sube de intensidad al anunciar el 'president', Carles Puigdemontla fecha y la pregunta del referéndum unilateralreferéndum unilateral. El Govern asegura que el 1-O habrá urnas y que, si hay mayoría del 'sí', sin establecer una participación mínima, en 48 horas declarará la independencia. Está por ver aún qué equilibrios hará Rajoy -y también Puigdemont- para superar esta peliaguda prueba de habilidad.