EL ÓRDAGO INDEPENDENTISTA

El referéndum, el 1 de octubre

FIDEL MASREAL / XABI BARRENA / BARCELONA

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de los más convencidos en el Govern de las posibilidades de la independencia, ha abierto la veda para llevar a cabo un referéndum de autodeterminación de forma unilateral. O mejor dicho, con el Ejecutivo central frontalmente en contra. Y lo ha hecho anunciando la fecha y pregunta de la consulta: el 1 de octubre los catalanes estarán llamados a responder a la pregunta: "¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente en forma de república?". Pero no ha habido más concreciones: ni censo, ni junta electoral, ni todavía urnas.

El acto en el Palau de la Generalitat ha generado tanto entusiasmo en el soberanismo como desdén en los principales adversarios: el Gobierno del PP y la fiscalía, que no actuarán porque no se ha firmado decreto alguno ni orden gubernamental. Solo un anuncio político, formulado en discursos, eso sí, con voluntad de portazo a la vía pactada con el Estado. Y con un notable eco en la prensa internacional, que ha hecho lecturas distintas sobre la ilegalidad de la consulta o el choque institucional que se avecina. Uno de los espacios clave de la contienda, el de los 'comuns' y Podemos, siguen exigiendo concreciones y "garantías" para avalar el órdago.

La jornada histórica se ha abierto a primera hora con una reunión extraordinaria (y breve) del Govern en la que, según miembros del Ejecutivo, solo han intervenido el propio Puigdemont y el vicepresidente Oriol Junqueras. Un 'conseller' ha señalado, posteriormente, que se notaba en el ambiente el peso de las jornadas históricas. Otro consideraba en cambio que la sesión ha sido de trámite. De trámite pero no del todo porque internamente se ha reclamado a los 'consellers' que a partir de ahora no se especule públicamente con declaraciones sobre los siguentes pasos que se dará hacia el referéndum. "Que solo inventen unos", es la orden. Quien sí ha reaccionado ha sido el principal sindicato de los funcionarios, que ha reclamado un protocolo de protección ante órdenes de dudosa legalidad.

Respecto a la fecha y la pregunta escogidas, no hay sorpresas. El 1 de octubre está en el límite máximo temporal que se autoimpuso la mayoría independentista y deja margen suficiente al Govern para hacer los numerosos pasos previos necesarios, todos ellos bajo la lupa escrutadora del Gobierno. La pregunta incluye lo de 'estado' que quería el PDECat y la 'república' que pretendían ERC y la CUP.

DURO DISCURSO DE PUIGDEMONT

A falta de decisiones ejecutivas (no ha habido ningún decreto ni acuerdo firmado por el Consell Executiu) cabe destacar la solemnidad de los discursos, en especial del de Puigdemont, que ha sido algo así como una actualización de la estrofa 'Adéu, Espanya' del poeta Joan Maragall, puesto al día. Puigdemont ha repasado cómo el Constitucional, politizado, ahora además dispone de mecanismos para suspender a cargos electos de forma fulminante sin juicio.

Respecto al rechazo del Gobierno del PP a las propuestas de celebrar un referéndum, el 'president' ha llegado a la conclusión --habitual en sus discursos-- de que de propuestas estatales hacia Catalunya “quizá es que no hay ninguna ni se la espera”, y ha subrayado que el marco legal vigente no impedía atender la celebración de la consulta.

“MEJOR NO IR AL ALTAR”

Puigdemont ha atacado directamente a Mariano Rajoy. “Los ciudadanos saben el problema real de labios del presidente español: ‘No quiero’, y con un ‘no quiero’ es mejor no ir al altar”, ha proclamado. “No es una negación individual, es la de todo un sistema político que 40 años después del retorno del 'president' Tarradellas del exilio francés ha sido incapaz de demostrar ninguna voluntad de participar de la solución a un problema real y profundo”, ha añadido.

Ha sido un discurso en el que ha asegurado que el Govern ha persiguido el acuerdo “de forma reiterada” en varias iniciativas y en Londres, Bruselas, París, Boston, Washington, Nueva York y Madrid. Ante la negativa del Estado, Puigdemont ha explicado que el Govern ha tomado la decisión sobre la fecha y pregunta del referéndum “en ejercicio del legítimo derecho a la autodeterminación que tiene una nación milenaria como Catalunya”.

Justo después de anunciar la fecha, el ‘president’ ha ratificado la trascendencia del referéndum asegurando que el Govern “se conjura” a ofrecer “todas las garantías y velar por el proceso de convocatoria, organización y celebración” de la convocatoria. Puigdemont ha finalizado su intervención con un “Visca Catalunya!”, seguido de aplausos de los diuptados de Junts pel Sí y la CUP y del Govern.

EL PRÓLOGO DE JUNQUERAS

El vicepresidente, Oriol Junqueras, ha prologado la intervención del ‘president’. El republicano ha arremetido con dureza contra el Estado español al que ha acusado de “violentar los derechos democráticos fundamentales” y "que ejerce antidemocráticamente sus funciones". Así pues, la cuenta atrás hacia el referéndum está activada pero el choque no se hace efectivo. Habrá que esperar a que las palabras del anuncio de la consulta se transformen en hechos. Se pone en marcha el juego del gato y el ratón.