Crisis hídrica en Catalunya

Pozos secos y desconexión de la red Ter-Llobregat: emergencia por sequía en Vallirana

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Un vecino ofrece agua de la cuba a su perro.

Un vecino ofrece agua de la cuba a su perro. / MARC VILA

Guillem Costa

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Vallirana (23.000 habitantes) es el primer municipio de Catalunya que entra en fase de emergencia por sequía por propia voluntad. El Govern ha aprobado este martes finalmente lo que el ayuntamiento de esta localidad del Baix Llobregat llevaba meses reclamando. La situación es límite, ya que el acuífero del pueblo agoniza y en verano tiraron de camiones cisternas. Eva María Martínez, la alcaldesa, detalla que los pozos que abastecen el pueblo se han secado como no había ocurrido nunca.

Vallirana ha pedido conectarse a la red Ter-Llobregat para no depender de los pozos, lo que será una realidad en 2026

En Vallirana hay restricciones en el uso del agua desde 2021. "Desde entonces no podemos llenar piscinas ni regar jardines. El problema es que este verano, todo se complicó", detalla Martínez. Con la escasez hídrica acumulada, las columnas de agua del acuífero, que solían tener una profundidad de 70 metros, bajaron hasta los tres metros.

"Llevamos meses pidiendo la emergencia para ahorrar más y evitar que se sequen los pozos"

— Eva Maria Martínez, alcaldesa de Vallirana

En Vallirana sucedió algo similar a lo que viven Cabrera d'Anoia o L'Espluga de Francolí. "Tuvimos que cortar el agua durante la noche y tirar de camiones cisterna que recargaban los depósitos", recuerda la alcaldesa. Es lo mismo que les ocurrió a otros 70 municipios catalanes. Las lluvias de septiembre aliviaron la situación relativamente. Sin embargo, el consistorio de Vallirana pretende entrar en fase de emergencia para poder ahorrar al máximo y evitar volver a la situación de verano.

Fugas y urbanizaciones

Para resolver el problema de forma definitiva, Vallirana ha empezado los trámites para conectar sus redes a ATL (Ens d'Abastament d'Aigua Ter-Llobregat). De esta forma, podrían recurrir al agua de estos dos ríos y no dependerían exclusivamente del agua subterránea.

El municipio tiene un problema añadido de fugas dado que buena parte de la red de distribución es antigua

El proyecto ya se ha licitado y los siguientes pasos del proceso serán licitar las obras y ejecutarlas: "Calculamos que en septiembre de 2026 podríamos estar ya conectados a la red". "Todo está tardando mucho y le exigimos premura al Govern para que acelere el proceso", reclama Martínez. "Pedimos entrar en emergencia para concienciar a la ciudadanía de que cada gota cuenta y también para resistir tantos meses como podamos sin tener que aplicar medidas más restrictivas", asegura la alcaldesa.

La gente de Vallirana cumple: consumen de media 177 litros por habitante y día. Con la emergencia, el límite estará en 200

El otro problema de Vallirana, además de tener el acuífero casi seco, son las fugas. Como dos terceras partes de los habitantes viven en urbanizaciones, se trata de muchos kilómetros de red de distribución antigua. "Hemos realizado una campaña para reducir y reparar muchas de las fugas que teníamos. También nos hemos presentado a las subvenciones ofrecida por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) para invertir en mejoras", afirma Martínez.

Pueblo responsable

En el pueblo se ha creado un grupo de afectados porque hay preocupación. También una comisión para promover el consumo responsable y otra para seguir al detalle el proceso de interconexión con ATL. La gente, en esta localidad, cumple. Según el último dato, se consumieron de media 177 litros por habitante y día. Con la emergencia, el límite estará en 200.

Vallirana tuvo otro problema, en este caso, con la calidad del agua uno de los pozos. Se detectó un exceso de sulfatos en el mes de abril y se dijo que el agua no era apta para el consumo. Sin embargo, el Departament de Salut matizó esta afirmación y consideró que sí se podía beber, aunque exista este problema.

Para resolverlo, se necesita diluir parte de esta agua con agua de otros pozos en buen estado. Pero esto, en plena sequía, no es fácil, ya que los otros pozos tienen bajas existencias. La solución completa pasará por conectar el pueblo con la red Ter-Llobregat y alternar el agua de este ente de abastecimiento con los acuíferos del pueblo. Esta será la gran asignatura de la legislatura en Vallirana, un pueblo donde el agua se ha convertido en la gran prioridad política.

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