El 'Granca' certifica ante el Joventut su billete para playoffs

El Dremland Gran Canaria certificó de manera contundente su billete para los playoffs de la Liga Endesa tras imponerse al Joventut Badalona (97-79) en un choque en el que el norteamericano John Shurna exhibió toda su clase desde el perímetro, firmando 27 puntos -5 de 5 en triples-, 5 rebotes y 34 de valoración.

De poco sirvieron los esfuerzos del balcánico Ante Tomic (21 puntos, 14 rebotes y 35 de valoración) para un conjunto catalán que ve truncadas gran parte de sus opciones de alcanzar la segunda fase con esta derrota, a falta de tres jornadas en fase regular.

El choque comenzó con intensidad máxima en las dos trincheras, con Brussino recibiendo los rigores de la férrea defensa individual de Kraag al mismo tiempo que Shurna la sufría especialmente en las ayudas, mientras el Granca trataba de neutralizar los centímetros y la polivalencia de Tomic en la pintura.

Mala suerte

A pesar de ello, las diferencias se antojaban aún escasas en el electrónico (17-13), con el propio Shurna firmando 14 puntos en las filas isleñas en pleno ecuador del primer cuarto. La mala suerte se cebó del conjunto de Badalona cuando el pívot Tyler Cook se tuvo que retirar al banquillo a los pocos segundos de saltar al parqué por una caída fortuita en una ayuda defensiva sobre Albicy.

Aun así, dos triples de Ruzic y un gancho de Brodziansky pusieron por primera vez en vanguardia al Joventut (20-21), un repunte que se esfumó poco después con un 2+1 de Salvó y un tiro libre de Albicy, certificando el periodo inicial para el Dreamland (24-21).

En el segundo asalto siguieron los vaivenes en el marcador, con el conjunto isleño enganchando un parcial de 7-0 (27-21) para después comenzar a carburar Tomic y Ribas, dándole la vuelta al electrónico (33-34) a 4:13 para el descanso. A partir de ahí, las alternativas en el marcador fueron constantes. Shurna y Kljajic ponían de nuevo por delante al Granca, si bien Ruzic y Vives dieron carpetazo a la primera parte a favor de los verdinegros en los últimos segundos (43-44).

Edulcorar la derrota

En la reanudación, los pupilos de Daniel Miret tomaron la iniciativa. RIbas asumía la batuta ofensiva para alcanzar una renta de hasta seis puntos (48-54). Hasta que volvieron a desentumecer la muñeca el tándem Shurna-Brussino para poner de nuevo por delante al Gran Canaria (59-55).

El Joventut trató de minimizar la hemorragia con Vives y Brodziansky, pero sus porcentajes de lanzamiento se fueron resintiendo, incluso en el tiro libre. Un factor que aprovechó el Dreamland para cerrar el tercer cuarto con una ventaja balsámica de 10 puntos (73-63).

Ya en el último parcial, se recrudeció el despliegue físico y se multiplicaban los tiros desde el 4,60. Con Brussino fuera del partido por un choque en la zona, el Joventut trató de sacar rédito precisamente en la pintura, incrementando aún más si cabe la presencia de Tomic en su entramado ofensivo. Pero no era suficiente, ya que el acierto general del Gran Canaria desde el exterior salió a relucir, estirando el chicle hasta los 17 puntos (86-69) a 5:27 para la conclusión.

Ante tal derrama, el Dreamland apuró sus rotaciones para contemporizar la renta mientras el Joventut intentaba edulcorar una derrota que le deja con poco margen para lograr billete para la segunda fase de la ACB, mientras que el Gran Canaria la certifica una vez más ante su público, mirando ahora sus posibles opciones de ser cabeza de serie.