Crisis hídrica en Catalunya

La sequía se agrava en otoño: "La entrada en emergencia del área de Barcelona es inevitable"

Vallirana entra en emergencia por sequía a petición propia

MAPA | ¿Cuántos municipios han entrado en emergencia y excepcionalidad tras la nueva actualización?

Samuel Reyes, director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA)

Samuel Reyes, director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) / GERARD ARTIGAS / ACN

Guillem Costa

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El Govern no es optimista ante la grave sequía que, en pleno otoño, cuando tenían que llegar las lluvias salvadoras, no remite. Los análisis de los indicadores pluviométricos no son nada alentadores. "La situación no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado", afirma la portavoz del Govern, Patrícia Plaja. Esto, según asegura el director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), Samuel Reyes, sitúa a las zonas más pobladas de Catalunya a las puertas de la fase de emergencia, es decir, el semáforo rojo de la sequía, que incluye restricciones más severas que las actuales: "La entrada en emergencia de Barcelona y alrededores, a día de hoy, es inevitable".

¿Cuándo se dará este paso? Se decidirá en las reuniones del comité interdepartamental de sequía, que evalúa cada dos semanas el estado de las reservas (a día de hoy al 19%), las previsiones de lluvia y la situación de cada municipio. En el Departament d'Acció Climàtica, calculan que podría ser en diciembre, aunque no descartan que la emergencia se declare antes, ya en el mes de noviembre.

Acció Climàtica estima que la entrada en emergencia podría ser en diciembre, pero no descarta que sea en noviembre

Una de las preocupaciones del Govern es que el mensaje de alerta, de "situación crítica", llegue a la población. "No todos percibimos la sequía de la misma forma, ya que la gente abre el grifo, se ducha... En cambio los agricultores sí la sufren en su día a día", remarca Plaja.

Déficit de lluvias

El agua que tenía que caer en octubre ha sido menos de la prevista y solo unas lluvias especialmente abundantes evitarían la entrada en emergencia del grueso de la población catalana, la abastecida por los ríos Ter y Llobregat, área metropolitana de Barcelona incluida.

La falta de lluvia es peor que en 2008, cuando duró 16 meses: ahora ya son 36 meses

Los déficits de precipitaciones son realmente preocupantes, por debajo de los mínimos históricos. En las cabeceras de los ríos Ter, Llobregat y Muga está lloviendo aproximadamente un 30% menos de lo que era habitual. Estas zonas recibían de media entre 800 y 900 litros anuales, pero este año se han quedado en unos 600 litros. Y esto no solo ha sucedido en 2023, sino que también se registraron déficits similares en 2022 y 2021.

Si no se ha declarado la emergencia es porque solo el 50% de agua consumida procede de embalses: la otra mitad es de acuíferos y de agua desalinizada y regenerada

Con estos datos, se puede afirmar que la sequía pluviométrica (es decir, la falta de lluvias) es más elevada de lo que fue en 2008, cuando duró unos 16 meses. Ahora las cuencas internas de Catalunya (las del Ebro no dependen de la ACA) acumulan ya 36 meses de déficit hídrico. Si todavía no se ha declarado la emergencia en la mayor parte de Catalunya es porque solo el 50% del agua que se consume procede de los embalses. El resto se obtiene de los acuíferos y, sobre todo, del agua desalinizada y regenerada, dos fuentes alternativas que están abasteciendo a cientos de municipios.

Nuevas medidas

El Govern ha anunciado la entrada en excepcionalidad de 23 municipios que hasta el momento estaban en fase de alerta. La excepcionalidad es el semáforo en ámbar, el paso previo a la emergencia. Son localidades del norte del Llobregat, en total 15.323 habitantes: Bagà, Borredà, Capolat, Castell de l’Areny, Castellar de n’Hug, Castellar del Riu, Cercs, Fígols, Gisclareny, Gombrèn, Gósol, Guardiola de Berguedà, Guixers, la Coma i la Pedra, la Nou de Berguedà, la Pobla de Lillet, les Llosses, Saldes, Sant Jaume de Frontanyà, Sant Julià de Cerdanyola, Sant Llorenç de Morunys, Vallcebre y Vilada.

A día de hoy, solo quedan 135 municipios de las cuencas internas de Catalunya que no están en fase de emergencia o excepcionalidad, las dos fases con medidas antisequía más restrictivas. Las cuencas del Ebro, es decir, la mitad oeste de Catalunya, dependen de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro). El estado de excepcionalidad, que ya se declaró dos meses atrás en la unidad Ter-Llobregat, implica restricciones en el riego agrícola, industrial y urbano. Además, también se reduce la dotación media por habitante y día. Pasa de 250 litros por persona al día a 230 l/p al día

Además, el Govern ha aprobado la entrada en emergencia para Vallirana (Baix Llobregat), un municipio que depende de sus pozos y que llevaba meses reclamándolo. Las medidas incluidas en esta fase son limitar el consumo de agua industrial al 25%, reducir el riego agrícola en un 80% o directamente en su totalidad e impedir el riego urbano, de jardines o el llenado de piscinas.

40 empresas incumplen

Este tipo de restricciones, mayoritariamente, se están cumpliendo. Sin embargo, todavía hay 250 municipios que exceden los consumos establecidos. En los próximos días, se enviarán expedientes sancionadores a estos pueblos y ciudades. "Se empezará por las irregularidades que más impacto medioambiental tengan", asegura Reyes.

La ACA también ha identificado a 40 empresas que se pasan de la raya y que también recibirán estos expedientes. Son compañías con captaciones de agua propias de pozos, no conectadas a la red, que no aplican las reducciones del plan de sequía (reducción del 15% en excepcionalidad y del 25% en emergencia).

El Govern también ha informado de la aceleración del proyecto para potabilizar más cantidad de agua procedente del río Besòs. Se han redactado dos proyectos y además se han empezado a perforar dos pozos en el tramo final de este río para disponer de nuevas captaciones.

También se ofrece una subvención para los ayuntamientos que quieran recuperar pozos en desuso o crear pozos nuevos. De esta forma, el consumo de agua se diversifica y no depende tanto de los ríos, y por consiguiente, de los embalses, aseguran desde la ACA.