Crisis hídrica en Catalunya

¿En qué hogares catalanes se ha bebido agua regenerada y desalinizada? | MAPA

El 30% del agua que se consume en Catalunya ya es regenerada o desalinizada

Mínimo histórico en los embalses: "Ya hemos consumido todo lo que llovió en mayo y junio"

La desalinizadora de El Prat de Llobregat

La desalinizadora de El Prat de Llobregat / Joan Cortadellas

Guillem Costa

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Para no depender del agua de los ríos, almacenada en los embalses, la mayoría de habitantes de Catalunya han recibido en sus grifos agua procedente de dos procesos complejos que han evitado (de momento) la entrada en la fase de emergencia por escasez hídrica: la desalinización y la regeneración. ¿Pero exactamente, a qué hogares ha llegado esta agua?

En general, el agua desalinizada se ha consumido en las ciudades y municipios abastecidos por ATL (Ens d’Abastament d’Aigua Ter-Llobregat), aunque donde ha tenido más impacto es en las zonas más próximas a las dos desaladoras en funcionamiento, una en El Prat de Llobregat y la otra en Blanes. Se ha aprovechado este recurso en ciudades como Barcelona, Sabadell, Terrassa, Mataró, Granollers, Vilanova i la Geltrú, Sitges, Vilafranca del Penedès y pueblos colindantes. En el área metropolitana, de hecho, ha sido una de las principales fuentes hídricas.

Este 2023 se batirá el récord de agua regenerada y desalinizada producida en Catalunya

En los alrededores de la planta cercana al río Tordera, se ha generado agua para Blanes, Tossa de Mar, Lloret de Mar, Palafolls y los pueblos del norte del Maresme. Pero también existe una gran cañería que transporta el agua desalinizada en Blanes hasta Cardedeu. Ahí, el agua se mezcla con la que produce la estación potabilizadora ubicada en este municipio, que trata el agua del río Ter. Y luego, se usa para alimentar a varias localidades de las comarcas de Girona. En realidad, esta función es importante, porque lo producido en la desalinizadora debe ser útil para que la provincia de Barcelona consuma menos agua del Ter, tal y como se pactó en los acuerdos del Ter. La obligación de la Generalitat consiste en ir poniendo fin al trasvase de este río.

Según datos de la Agència Catalana de l'Aigua a los que ha accedido EL PERIÓDICO, en lo que llevamos de año, se han desalinizado ya 61 hectómetros cúbicos de agua del mar. Este procedimiento, que aumenta los costes de la obtención del agua potable, sirvió para producir 63,2 hm3. Es decir, este 2023 se superará lo generado en el año anterior, con las dos desalinizadoras trabajando a todo gas.

El agua regenerada, en cambio, se ha bebido (de forma no directa) principalemente en el área metropolitana de Barcelona. Se trata de agua residual procedente de las cloacas que, una vez depurada, recibe un tratamiento de saneamiento extra y se convierte en "agua prepotable". Entonces, se bombea desde El Prat de Llobregat hasta Sant Joan Despí, unos 15 kilómetros río arriba, y se vierte de nuevo en el río para que se mezcle con el caudal. Después, se capta y se potabiliza para que acabe en las casas.

El proceso de regeneración para después potabilizar el agua realizado por Aigües de Barcelona es único en España

Este año, se batirá el récord de agua regenerada prepotable producida en la planta de El Prat, el único lugar de España donde se realiza este proceso. En los últimos años, el agua que producía esta estación regeneradora servía para el riego y para mantener el caudal del Llobregat, pero no se utilizaba como agua prepotable para después potabilizarla y beberla. El año pasado, para estos usos "no prepotables", se generaron 49 hm3. Este 2023, ya se ha llegado a los 41,3 hm3.

De la planta, se encarga Aigües de Barcelona, por lo tanto, esta agua la están bebiendo principalmente los habitantes de las 23 ciudades metropolitanas abastecidas por esta empresa, según aseguran fuentes de la compañía. Algunas de ellas son Barcelona, Badalona, L'Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Cerdanyola del Vallès o Montgat.

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