Catalunya concentrará la inversión de agua regenerada en el Llobregat

Desde que la sequía se agravó, la apuesta por el agua regenerada se ha convertido en un mantra que han ido repitiendo expertos, responsables de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y también miembros del Govern como la 'consellera' d'Acció Climàtica, Teresa Jordà. Es más, la Generalitat ha elaborado un plan director de aguas regeneradas que se aprobará en las próximas semanas y que marca el camino a seguir durante los próximos años.

En el Besòs, pese a la demanda de expertos, Agbar y PSC, la prioridad son las potabilizadoras

Y este itinerario, según este documento de la ACA al que ha accedido EL PERIÓDICO, pasa por doblar el número de estaciones de regeneración de agua (ERA), además de ampliar las existentes. El objetivo es producir más cantidad de esta agua y en algunos casos, que se pueda consumir (tras potabilizarse) en las casas. Concretamente, se construirán 27 nuevas plantas de este tipo (en Granollers, la Garriga, Reus, Caldes de Montbui, Valls o Santa Maria de Palautordera, entre otros lugares). En total, desde ahora hasta 2027, se prevé invertir unos 120 millones de euros solo en potenciar la regeneración de agua.

¿Pero qué diferencia hay entre una depuradora y una estación de agua regenerada? A la depuradora llegan las aguas residuales y se someten a un tratamiento que elimina parte de la contaminación. El agua que se obtiene no es lo suficientemente pura como para que se pueda beber. Pero sí puede volver a los ríos (o al mar) sin causar graves perjuicios al medio ambiente. A veces, esta agua se usa directamente para, por ejemplo, limpiar calles, por lo que se reutiliza (sin que se haya regenerado).

En cambio, la regeneración va un paso más allá: cuando el agua sale de la depuradora se le aplica un proceso extra de desinfección para darle un uso concreto, que puede ser agrícola, industrial, municipal o ambiental (para mantener el curso de los ríos).

"Esta agua es segura y no hay que tenerle miedo", asegura Irene Jubany 

En Catalunya, hasta ahora, se usaban 70 hectómetros cúbicos de agua regenerada para estos usos, principalmente para el ambiental. Sin embargo, en algunos casos, el agua regenerada también acaba y acabará (indirectamente) saliendo por el grifo, sobre todo en las ciudades metropolitanas.

Recarga de acuíferos

Es lo que ocurre desde hace pocos meses en El Prat de Llobregat, donde la estación de regeneración bombea el agua río arriba para que se mezcle con el caudal. Unos kilómetros más abajo, una potabilizadora capta el agua para higienizarla y que llegue a las casas. Algo similar a esto, según el plan de inversiones de la ACA, podrá aplicarse en nuevas estaciones regeneradoras que servirán para recargar acuíferos (por ejemplo las que se construirán en Llançà, Montroig del Camp, Palamós, Cambrils, Montcada i Reixac o l'Ametlla de Mar).

En el caso de que se saque agua mezclada del acuífero para potabilizarla y distribuirla, se estará usando agua regenerada para el consumo humano de forma indirecta.

En función de la utilización prevista, varía el tratamiento que se aplica en la ERA. Por ejemplo, cuando se necesita para el riego, se requiere desinfectar el agua con cloro. Si el agua se va a mezclar con el caudal del río o con las reservas del acuífero, el proceso es más complejo: hay que aplicar luz ultraviolada y eliminar microcontaminantes o bacterias como los nematodos (unos invertebrados que tienen riesgos para la salud). En el agua regenerada del Llobregat, de 300 componentes que podrían ser perjudiciales, solo se encontró uno que sobrepasara el límite permitido.

"Esta agua es segura y no hay que tenerle miedo. Tenemos que confiar", asegura Irene Jubany, doctora en Tecnología del Medio Ambiente que formó parte del comité de expertos que asesoró el Govern en materia de regeneración de agua.

Detalla que es importante estar preparados para poder darle este uso extra al agua regenerada: "Es útil darle un uso agrícola, industrial o urbano porque evita utilizar agua de boca para estas cosas. Pero si la sequía es extrema, hay que estar preparados para mezclarla con el río, potabilizarla y hacerla llegar a las casas".

No en el Besòs

El plan del inversiones contempla destinar 19 millones para ampliar la estación regeneradora de El Prat de Llobregat, casi siete millones para la que ya existe en Sant Feliu de Llobregat y cinco millones para mejorar las ERAs de la Costa Brava.

Sin embargo, no está previsto que el agua del Besòs se regenere para que acabe en las casas. Es lo que habían pedido varios expertos, la empresa Agbar o también el PSC. En este río metropolitano, según explican fuentes de la ACA, la prioridad son las potabilizadoras como la que se está construyendo.

"Al final, no habrá más remedio que modificar lo previsto y aplicar esto en el Besòs si las sequías aumentan", advierte Narcís Prat, catedrático de Ecología de la Universitat de Barcelona (UB) que también formó parte del panel de especialistas en agua regenerada de la ACA. Jubany también considera que hay apostar por esta fórmula: "Es importante tener las pruebas hechas y estar preparados para reaprovechar esta agua regenerada cuando la sequía sea grave".

"La gran preocupación del Govern"

El 'president' Pere Aragonès dejó claro ayer la importancia de estas inversiones para regenerar, desalinizar y potabilizar más: "Son obras importantísimas que cambiarán la situación. Las priorizamos porque la sequía es ahora mismo la gran preocupación del Govern".

Aragonès admite que algunas de las infraestructuras anunciadas llegan con retraso, pero reivindica el hecho de que su Govern esté acelerando algunas de las obras. El 'president' también ha destacado el aumento en un 25% de la cantidad de agua regenerada que se utiliza en El Prat de Llobregat, así como la puesta en marcha de la aportación de agua regenerada en el río Tordera.

Este mismo 2023, se pondrá en marcha la potabilizadora del Besòs y una nueva desalinizadora en el río Foix (en Cubelles), aparte de la ampliación de la desalinizadora de la Tordera. "Tenemos que ganar tiempo como sea, antes de que no se pongan en marcha estas nuevas infraestructuras", subrayó Aragonès que calificó la sequía del "problema más grave" que tiene en estos momentos Catalunya.

Suscríbete para seguir leyendo