Alimentación sostenible

Catalunya ampliará sus hectáreas cultivables para llegar a producir un 50% de lo que consume

La crisis climática amenaza el futuro de las exportaciones agrícolas en Catalunya

Los cinco desafíos de la agricultura: cómo alimentar a más gente de forma más sostenible

Regantes del Baix Llobregat, que alimentan a miles de barceloneses, advierten de que si la ACA no arregla el problema, peligrarán las cosechas

Regantes del Baix Llobregat, que alimentan a miles de barceloneses, advierten de que si la ACA no arregla el problema, peligrarán las cosechas / JORDI OTIX

Guillem Costa

Guillem Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Durante los últimos meses, los agricultores han dejado al aire una y otra vez la misma pregunta: ¿Si con la sequía no podemos cosechar, quién nos dará de comer a los catalanes? Los responsables de los cultivos se referían a la posibilidad de dejar las estanterías de los supermercados y las tiendas vacías. Sin embargo, esta pregunta (¿quién nos alimentará y cómo?) tiene respuestas múltiples. La realidad es que, en estos momentos, una gran parte de lo que producen los agricultores catalanes no acaba cerca de casa, sino directamente en el extranjero.

Un 40% de lo que comen los catalanes se ha producido en Catalunya

Las exportaciones han crecido año tras año y a día de hoy sólo un 40% de lo que comen los catalanes está producido en Catalunya. Es decir, la llamada soberanía alimentaria, el derecho de la gente a alimentarse de forma sostenible y de proximidad, todavía está lejos. No obstante, según ha podido saber EL PERIÓDICO, el Govern se propone llegar a un 50% en el año 2030.

"Lograr producir el 50% de lo que comemos dependerá de lo rápidos que seamos en aplicar ciertas medidas"

— Carmel Mòdol

Para lograrlo, el Departament d'Acció Climàtica no pretende reducir las exportaciones. Al contrario, la idea es seguir aumentándolas. Entonces, si las exportaciones aumentan, ¿cómo se puede pasar de este 40% a que la mitad de lo que se consuma se haya producido en Catalunya? Ampliando la producción total. "Nuestra voluntad es aumentar el autoabastecimiento. Tenemos varias medidas preparadas, pero es cierto que necesitaremos cultivar en más hectáreas", explica Carmel Mòdol, secretario de alimentación del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural.

¿Hortalizas en Lleida?

"Durante muchos años, no se ha planificado lo suficiente el camino a trazar. Ahora, con el actual Plan Estratégico de Alimentación, analizamos las necesidades y decidimos cómo orientamos las hectáreas de cultivos", asegura Mòdol. En producción de fruta, por ejemplo, Catalunya es una potencia. Durante ocho meses llegan al mercado frutas cosechadas en Catalunya. En total, se produce un millón de toneladas de fruta, de las cuales un 80% se exporta. Pasa algo similar con el vino. De alguna forma, se podría decir que la fruta y el vino están en una situación similar a lo que ocurre con los cerdos, que se exportan en grandes cantidades.

Catalunya produce un millón de toneladas de fruta, de las que un 80% se exporta

"En cambio, en productos hortícolas, no somos fuertes, lo admitimos", reconoce el secretario de alimentación. Veinte años atrás, en la costa, cerca de los principales deltas, se sembraban calabacines, berenjenas, lechugas y tomates. Pero estos cultivos, que requieren agua y mucha dedicación, han retrocedido. El Govern plantea reforzar zonas como el Parc Agrari del Baix Llobregat y también empezar a producir hortalizas cerca del canal de Urgell, donde el cereal y la fruta son los protagonistas. "No digo que en Lleida dejen de recoger manzanas y melocotones, pero sí se podría intentar aprovechar campos dedicados al cereal para dejar espacio a las hortalizas. Las condiciones climáticas no son las ideales, pero si se moderniza el canal, es más que viable", considera el alto cargo del Govern.

¿Más regadíos?

Mòdol tampoco descarta ampliar hectáreas de regadío, de forma quirúrgica. "No nos podemos exceder a la hora de industrializar la agricultura. Debemos preservar el modelo en el que los alimentos van del campo a la mesa. Pero en ciertos rincones sí que se podría aumentar el regadío de forma moderna y sostenible, para mejorar la vida de la gente que trabaja ahí", precisa.

A día de hoy, varios científicos insisten en la importancia de no ampliar regadíos, ante las sequías crónicas que predicen los modelos climáticos. De todas formas, Mòdol insiste en un formato que no sea como el de algunos campos andaluces: "No hablo de invernaderos desproporcionados ni de intensificación extrema. Sí planteo hacer llegar el agua a más hectáreas cultivables". En 10 años, Catalunya ha aumentado sus 4.000 hectáreas. dedicadas a la agricultura. El Govern apuesta por seguir esta línea.

Facilitar invernaderos

Otra medida posible es facilitar la instalación de invernaderos en algunos lugares. "Algunos productores nos reclaman intervenir para flexibilizar la normativa en materia de invernaderos. Se encuentran con muchas limitaciones", afirma.

Recogida de la fresa en Huelva, en una imagen de archivo.

Recogida de la fresa en Huelva, en una imagen de archivo. / Samuel Aranda

Actualmente, la Ley de Alimentación de Catalunya se encuentra en fase de "preredacción" y es en este texto donde podrían introducirse elementos que no compliquen tanto las autorizaciones de invernaderos. "Consumimos muchas más hortalizas de las que producimos en Catalunya, por lo tanto, debemos buscar la fórmula para ir cambiando esta realidad", dice Mòdol.

Investigación científica

Otra opción para conseguir productos que no se cultivan lo suficiente en Catalunya como para abastecer al mercado local es la investigación. En el IRTA trabajan para conseguir variedades de manzana de piel roja, difíciles de conseguir en Lleida porque las noches, cuando el color de la piel cambia con el contraste de temperatura, son muy calurosas. "Así podemos dar de comer a nuestra gente y no hace falta ir a buscar estas manzanas rojas y crujientes fuera de España", dice Josep Usall, director de este instituto de investigación.

Otro ejemplo: en la Ribera d'Ebre se están plantando kiwis. "Es una fruta que comemos pero que casi no producimos en Catalunya. Estamos investigándolo y parece que se adapta bien. Es una buena alternativa. A través de la innovación, se hace política agraria, dice Usall.

Mòdol recuerda que el porcentaje de alimentos procedentes de Catalunya solo aumentará si todas estas medidas se aceleran e insiste en que ya las empiezan a aplicar. También explicita que, aunque el 60% de lo que comemos venga de fuera de Catalunya, cuesta menos dinero del que se gana con las exportaciones. Treinta años atrás, esto era inimaginable", zanja.

Suscríbete para seguir leyendo