El alumnado de bachillerato empieza el curso sin saber cómo serán los exámenes de selectividad

Casi 10.000 estudiantes catalanes -98.275, 1.656 menos que el año pasado- empiezan este martes, 12 de septiembre, las clases de bachillerato, un curso que comienza marcado por el anuncio del Gobierno en funciones el pasado 31 de agosto de la congelación de la nueva selectividad, que debía implantarse este curso.

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El alumnado que este martes empieza segundo de bachillerato son los chicos y chicas que el curso pasado inauguraron los nuevos currículos de bachillerato competencial, unos currículos fijados en la Lomloe y que sus profesores tuvieron que empezar a aplicar con un borrador, ya que no se aprobaron hasta el 20 de septiembre, con el curso ya empezado.

Todo enfocado a la nueva 'sele'

Pese a que esta promoción empezó el bachillerato de una forma un poco atropellada, los docentes pusieron toda la energía en aplicar el nuevo currículum, orientando todos los aprendizajes hacia la nueva selectividad, que estos chicos y chicas se suponía que también estrenarían este curso, pero al final no va a ser así. Ahora, no saben cómo será exactamente la selectividad del próximo junio.

Hay materias que han desaparecido, no se sabe si Filosofía será troncal o específica ni si en las optativas, los alumnos podrán examinarse de dos o tres materias

"En el momento en el que el alumnado necesita más nuestro acompañamiento, que les transmitamos tranquilidad, los profesores no tenemos respuestas", advierte preocupado Miquel Carceller, coordinador de bachillerato del instituto Joncar de Barcelona.

El impacto que puede tener esta incertidumbre en el estudiantado, adolescentes al fin y al cabo, no es una cuestión menor. "Segundo de bachillerato es el curso más difícil en cuanto a nervios del alumnado, lo que menos necesitan es esta incertidumbre. Necesitan que el profesor les acompañe, y que este no tenga respuestas es un estrés añadido. La primera pregunta que me harán es '¿y ahora qué?'", reflexiona.

A priori podría parecer que congelar el cambio es bueno, así volvemos a lo de antes y ya está, pero no es tan fácil; ya llevan un año preparándose

"A priori podría parecer que congelar el cambio es bueno, así volvemos a lo de antes y ya está, pero no es tan fácil; ya llevan un año preparándose. Hay materias que han desaparecido; que ya no se hacen. Fonaments de l’Art, por ejemplo. Por mucho que congelen el cambio ya no puede ser como el año pasado", señala el docente, quien plantea otras cuestiones. Antes, la fase obligatoria de la selectividad eran cinco materias, cuatro comunes y la quinta era una de las cuatro troncales de cada bachillerato.

"En un curso en que el alumnado necesita más nuestro acompañamiento, los profesores no tenemos respuestas"

Se anunció que en la Selectividad 2024 se volvería a poder elegir entre Historia de España y Historia de la Filosofía, ahora no sabemos si eso sí se hará o no", prosigue el docente. Hasta el 2017, en la fase general de las PAU el alumnado podía elegir entre examinarse de Historia de España o de Historia de la Filosofía, y la mayoría escogía la segunda; pero en el 2018 esta fue relegada a la parte específica, donde estaba hasta la selectividad 2023. La duda es ahora qué pasará finalmente en la selectividad del 24.

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Como sus compañeros, Carceller tiene muchas dudas -y prisa- por obtener respuestas ya que, recuerda, "segundo de bachillerato es muy corto, acaba en mayo".

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Con la 'vieja' selectividad, para ir a por los 14 puntos -presentándote a las cinco materias de la fase general podías llegar máximo al 10-, el alumnado podía elegir tres exámenes de la fase específica, y con la nueva eran solo dos. Los alumnos eligieron en primero las optativas de segundo con esas reglas en la cabeza. Es decir, si querían ir al 14 se apuntaron a dos de las materias examinables y la tercera optativa optaron por alguna materia que les interesara al margen de la selectividad. ¿Qué pasa ahora con estos alumnos? "Si la selectividad no cambia y se mantienen los tres exámenes de la fase específica quizá se hubieran apuntado a hacer tres materias examinables", se plantea Carceller.

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"Los centros organizamos las plantillas pensando en esas dos asignaturas de la específica. Por ejemplo, hemos introducido una materia nueva, Objetivos de desarrollo sostenible, que no es examinable; aunque tampoco tenemos claro si esos cambios en el número de materias de la fase específica los harán o no. ¿Qué pasa si ahora nadie quiere hacer Objetivos de desarrollo sostenible y quieren pasarse a Tecnología porque va a la selectividad?", continúa la lista de dudas el coordinador de bachillerato del Joncar.

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El coordinador de bachillerato ha intentado hacer estas preguntas al Departament, pero no ha recibido aún respuestas, si es que a estas alturas del curso las hay. "El alumnado tiene unos días para hacer un cambio de asignatura, pero para ello necesita conocer exactamente las reglas del juego", subraya.

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El curso pasado, uno de los grandes problemas en los institutos catalanes fue la falta de profesores sustitutos, sobre todo en algunas disciplinas como Matemáticas o Informática. Falta de docentes que fue especialmente crítica en segundo de bachillerato, a las puertas de la selectividad. De hecho, esa circunstancia llevó a alumnos de un instituto de Cerdanyola a renunciar a examinarse de Electrotecnia tras un trimestre sin profesor.

Un problema, el de la falta de docentes, que el hasta finales del curso pasado 'conseller' Josep-Gonzàlez Cambray señalaba como "un problema global, que también se da en otros países" y que habrá que ver cómo evoluciona este curso, "el curso con más docentes en el sistema que nunca", según las declaraciones del Departament.

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